Introduccion A La Bioquimica
Enviado por magda109 • 7 de Septiembre de 2014 • 1.370 Palabras (6 Páginas) • 508 Visitas
Unidad I. Introducción a la Bioquímica.
1.- Concepto de Bioquímica.
En la literatura se pueden encontrar diversas definiciones propuestas para el término Bioquímica, como Ciencia de la Vida.
El término Bioquímica (“Biochemic”, en Alemán) fue propuesto en 1866 por el Alemán Felix Von Hoppe-Seyler, quien impartió la primera cátedra de Química Fisiológica en la Universidad de Tübingen. Desde entonces, ha recibido múltiples definiciones. El diccionario de la Real Academia de la Lengua española la define como “parte de la Química que estudia la composición y transformaciones de los seres vivos”. Por otro lado, el vocabulario Científico y técnico editado por la Real Academia Española de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales refleja que la Bioquímica trata del “estudio de la estructura y función de los compuestos químicos constituyentes de los seres vivos”. Muy relacionada con esta última definición, Herrera señala que la Bioquímica es la “Ciencia que estudia los constituyentes químicos de los seres vivos, sus funciones y transformaciones, así como los procesos que controlan estas”, mientras que, a su vez, Macarulla y Goñi amplían la definición de Bioquímica, como “Ciencia que: a) explica la vida utilizando el lenguaje de la química; b) estudia los procesos biológicos a nivel molecular; c) estudia la naturaleza y comportamiento de la materia viva usando técnicas químicas, físicas y biológicas”.
Otra aproximación similar es la que define la Bioquímica como “Ciencia que usa el lenguaje molecular para estudiar la composición química, la conformación espacial y la función de los seres vivos”.
2.- Concepto de Bioquímica Clínica.
La bioquímica clínica es la rama de la ciencia que se ocupa del estudio de los aspectos bioquímicos de la vida humana en la salud y la enfermedad, y de la aplicación de los métodos bioquímicos de laboratorio para el diagnóstico, control del tratamiento, prevención e investigación de la enfermedad.
La bioquímica clínica se ocupa del estudio de los aspectos químicos de la vida humana en la salud y en la enfermedad, con la aplicación de los métodos químicos y bioquímicos de laboratorio para el diagnóstico, el seguimiento, el control del tratamiento, la prevención y la investigación de la enfermedad.
La bioquímica clínica comprende el estudio de los procesos metabólicos en relación con los cambios tanto fisiológicos como patológicos y los inducidos por maniobras terapéuticas.
A partir de los años sesenta, la bioquímica clínica ha experimentado grandes avances, no solo como consecuencia del empleo de técnicas analíticas de gran exactitud, precisión y sensibilidad, sino también como consecuencia de la profundización en el conocimiento de los aspectos moleculares de la enfermedad.
3.- Antecedentes históricos de la bioquímica clínica
La orina fue el primer fluido que se empleó para el diagnóstico de enfermedades debido a su fácil obtención y a su disponibilidad en cantidades elevadas. La evaluación del color de la orina formaba parte de la medicina de babilonia, el antiguo Egipto y la india. Hipócrates, en el siglo IV antes de cristo, señaló la importancia de la uroscopia o análisis de la orina por los sentidos y estudió la orina en relación con su consistencia, color y sedimento. Durante la Edad Media, el análisis de la orina por los sentidos se mezcló con aspectos mágicos, practicándose lo que se conoce como uromancia, cuya base era la existencia de un aspecto característico de la orina en cada enfermedad.
La primera prueba química diagnóstica útil en orina fue la demostración por Richard Bright, en 1827, de la presencia de proteínas en algunos pacientes con hidropesía (edemas). La prueba se realizaba calentando la orina para que coagulara la proteína. Posteriormente, se desarrollaron otras pruebas para detectar y estimar los constituyentes principales de la orina, como la prueba de Fehling para azucares reductores.
Los estudios en sangre humana obtenida en las sangrías terapéuticas comenzaron a mediados del siglo XIX. La cantidad de sangre que requerían estos estudios era muy grande. En 1838, George Rees en el Reino Unido, demostró la presencia de la glucosa en la sangre de un diabético, a partir de 360 ml de sangre, y tras diversas extracciones y evaporaciones, aisló los cristales de glucosa. De igual manera, en 1848, Garrot obtuvo cristales de urato sódico a partir de sangre de enfermos con gota.
En los primeros años del siglo XX, se producen dos hechos fundamentales para el desarrollo de las pruebas químicas
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