La Andragogía
Enviado por elizabeth7711 • 24 de Febrero de 2014 • Ensayo • 2.271 Palabras (10 Páginas) • 214 Visitas
disciplina
La Andragogía es una disciplina, es decir, un conjunto de conceptos, experiencias y saberes, provenientes de distintas personas y diversos escenarios sociales. Su foco de estudio es la formación entre personas adultas, y todo lo que en ello está implicado. Sobre este ámbito nos ofrece un cuerpo sistemático de principios, conceptos y lineamientos estratégicos. La Andragogía está en proceso permanente de generación y crecimiento, pero también de revisión y de corrección. Es un campo de discusión, de búsqueda de acuerdos, pero que tolera también las diferencias y aún los desacuerdos, como modos de profundizar las reflexiones.
La Andragogía, como disciplina, constituye a la vez un enfoque y una estrategia. Un enfoque, en el sentido de proporcionar cierta óptica para mirar, nombrar y teorizar en torno al hecho educativo, y una estrategia en el sentido de presentar conceptos, principios y lineamientos para orientar la vivencia de los adultos en procesos de aprendizaje.
La Andragogía se apoya en los planteamientos de la psicología humanística, la educación permanente, las neurociencias y la filosofía pragmática. Da prioridad al ser humano y a sus procesos compartidos de desarrollo integral; para favorecer estos procesos hay que crear condiciones propicias, superando o transformando las pautas sociales coaccionadoras o limitantes. Supone que la educación está ligada a la vida, y se desarrolla con ella en todo momento y en todos los espacios sociales, con el propósito de crear condiciones para el desarrollo vital, pleno, de las personas; la educación escolarizada es una parte de ese proceso de aprendizaje integral de los adultos, que puede ayudarlos o limitarlos en el desarrollo de sus procesos vitales. Por otra parte, la Andragogía, supone la posibilidad de construcción y activación consciente y permanente, mediante ejercitación, de ciertos circuitos neuronales (sinapsis), que integran la lógica, las emociones, las acciones rutinarias específicas, para favorecer la creatividad, el aprendizaje continuo y la búsqueda de las más óptimas condiciones de salud y bienestar de las personas. Finalmente, la Andragogía persigue, además de la construcción de conocimientos sistemáticos, la fundamentación de estrategias y modos efectivos de acción, atendiendo las circunstancias específicas y las intencionalidades de los grupos humanos.
La Andragogía concibe a los seres humanos como entes en relación permanente, entre sí y con el ambiente, en sus dimensiones física, biológica, sociológica, psicológica, cultural, social, ambiental, antropológica, histórica y económica. Por otra parte, el ser humano es activo, transforma permanentemente el medio al tiempo que se transforma a sí mismo. En este sentido, la sociedad es una trama multidimensional, contingente, resultante y condicionante de la diaria relación entre personas. Estas relaciones pueden ser de armonía y consenso, pero también de tensiones, desacuerdos y conflictos. De aquí la óptica de que, en esta interpenetración persona-sociedad, no puede mirarse un elemento sin que el otro esté presente. El individuo es una síntesis social, que se reapropia y retraduce lo colectivo, y es a la vez sujeto activo en su conservación o su transformación.
Concepción del adulto en Andragogía
El adulto es un ser humano que ha alcanzado la plenitud de su desarrollo antropométrico, anatómico, fisiológico y morfológico, así como sus funciones sexuales y reproductivas. Se le relaciona con la llamada mayoría de edad, aún cuando esto es discutible. Cuenta con derechos y deberes socialmente regulados por los marcos jurídicos de rigor. Puede elegir entre diversas opciones, y es responsable de sí mismo en el ámbito social. Tiene capacidad productiva, y competencias para participar activamente en el mundo del trabajo y en el de la recreación.
El adulto es un ser con historia. Historia compartida (social) e historia personal, en una sola urdimbre. Como ser humano, el adulto sintetiza y retraduce el movimiento de la totalidad social. Podría afirmarse temerariamente que la sociedad se expresa por las acciones de las personas, sin restar a estas su autonomía y sus ámbitos de libertad. La historia no trata sólo sobre el pasado y el presente, sino también sobre el futuro, por lo menos como reto, como posibilidad abierta. Los procesos formativos entre adultos pueden articularse con esas proyecciones al futuro, o pueden modificarlas. Tratar con el adulto es moverse entre historias comunitarias, locales, nacionales, regionales y mundiales, e historias personales de vida entrelazadas, conformando tramas desde lo cotidiano.
El adulto tiene un pasado rico en experiencias. Para aprender desde la experiencia hay que planteárselo de manera intencional y sistemática. Según las llamadas neurociencias, la memoria no está almacenada en el cerebro, aguardando su recuperación puntual, sino que se trata de un proceso más complejo: la mente, mediante procesos electrofísicos dados, reimagina y reinterpreta las experiencias vividas. Es decir, las personas operan sobre sus memorias, las reorganizan y las resignifican. De este modo, un proceso de aprendizaje que tome en cuenta la experiencia debe ser activo, presente y pertinente.
Los adultos, en tanto humanos, son seres en relación, que construyen colectivamente sus espacios sociales. Ello les obliga a favorecer y maximizar las posibilidades de diálogo, acuerdos y negociaciones. La Andragogía, por lo tanto, debe enfocarse en la constitución de relaciones de intercambio, reciprocidad y horizontalidad entre los seres humanos. No obstante, la formación que se da en la relación, en la conjunción de un sujeto colectivo, no menoscaba sino que enaltece el desarrollo personal.
El ser adulto tiene tendencia a la búsqueda de autonomía, al desarrollo de la conciencia del nosotros y del sí mismo, desde sus intereses y necesidades y desde su modo de vida. Para ello, es necesario acompañar un proceso intenso de formación, con la participación plena del sujeto, para que él logre y afiance progresivamente esos niveles de autonomía y de autoconciencia. Esto implica que tanto los fines que se persiguen como las reglas de juego han de ser generadas y eventualmente modificadas colectivamente. Mas que determinar el desarrollo de ciertas y determinadas competencias, se trata de propiciar ambientes para abordar visiones integrales de situaciones específicas, alimentar sus modos efectivos de razonamiento, y permitir la libre escogencia de las opciones que cada adulto determine, personal y colectivamente.
El adulto es una persona socialmente productiva (se integra o busca integrarse al mundo del trabajo) y activamente recreativa. Sus
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