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La elasticidad en el ámbito de la educación


Enviado por   •  11 de Marzo de 2014  •  Ensayo  •  2.242 Palabras (9 Páginas)  •  213 Visitas

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os resortes de la resiliencia

Autor: Edith Castelán

Edición:289

Sección: Miscelánea

Resiliencia es la capacidad humana de sobreponerse a los riesgos de la existencia y no sólo superarlos, sino desarrollar el potencial personal al máximo. Aunque la palabra suena extraña se escucha cada vez más en ámbitos educativos.

En las últimas décadas, la tendencia psicológica que impactó a la sociedad, la educación y la esperanza del ser humano, se centró en analizar cómo las circunstancias negativas (traumas, abandono en la infancia, cierta discapacidad, abuso de drogas…) marcan a tal grado a la persona que prácticamente la condicionan a vivir con una carga negativa y a llevar a cuestas un fardo que le impedirá ser feliz y dueña de sí. Sin duda, había sido estigmatizada.

Por el contrario, la resiliencia apela a la capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito frente a la adversidad y de desarrollar competencia social, académica y vocacional pese a estar expuesto a acontecimientos desfavorables, a grave estrés o simplemente a las tensiones inherentes del mundo de hoy. En la actualidad toda persona require desarrollar esta competencia.

Del campo de la psicología y la psiquiatría se transfirió a la pedagogía este concepto y sus imbricaciones en el desarrollo de las personas ante la adversidad y el caos. Hoy se asiste a una aparente descomposición de lo social, enraizado en lo personal y lo familiar.

La resiliencia en la educación es la capacidad de resistir, el ejercicio de la fortaleza (constancia, capacidad de acometer y resistir) para afrontar los avatares de la vida personal, familiar, profesional y social. El término se ha adoptado, en cierta forma, en lugar de invulnerable, invencible y resistente, ya que la acepción «resiliente» reconoce el dolor, la lucha y el sufrimiento implícitos en el proceso y, a diferencia del modelo médico basado en la patología, se aproxima a un modelo pedagógico proactivo basado en el bienestar y centrado en adquirir competencias y eficacia propias.

Adquirir resiliencia es un proceso vital: toda persona requiere superar episodios adversos para ser feliz y evitar quedar marcado. La resiliencia coincide con la pedagogía al mostrarse como una ciencia que enseña a vivir bien y a aceptar el sufrimiento que conlleva existir.

El término «resiliente», del latín resilio, se utiliza también en física y significa volver de un salto, rebotar. Expresa la cualidad de los materiales a resistir la presión, doblarse y recobrar su forma original para no deformarse ante presiones y fuerzas externas por su capacidad de resistencia al choque.

Para la educación, el vocablo significa lo mismo que en física: una dinámica positiva y una capacidad de volver hacia adelante. Sin embargo, la resiliencia humana no se limita a resistir, implica también la reconstrucción. La resiliencia se concibe como un resorte moral y constituye una cualidad en la que el individuo no se desanima y se supera a pesar de la adversidad. Por ello, refiere menos a la susceptibilidad ante el daño y más a la capacidad de sobreponerse a las experiencias.

CUATRO TIPOS DE PERSONA

De acuerdo con A. J. Solnit: «la vulnerabilidad evoca sensibilidades reales y latentes (…) en tanto la invulnerabilidad puede considerarse una fuerza, una capacidad de resistencia al estrés, a las presiones y a las situaciones potencialmente traumáticas». Con base en dicha noción, E. J. Anthony distinguió cuatro categorías de personas: las hipervulnerables, que sucumben a situaciones de estrés comunes; las pseudovulnerables, que al menor fallo de su ambiente se hunden porque han vivido demasiado protegidas; las invulnerables, que se reponen muy rápido por estar expuestas a una serie de sucesos traumáticos y las no vulnerables, que son resistentes desde el nacimiento y se desarrollan de modo armónico durante toda la vida.

Lo cierto es que aunque hay individuos más resilientes que otros, no hay personas con resistencia absoluta y cada una tiene sus propios límites. Por ello, se han investigado los factores de riesgo que agravan las pruebas y crisis de la vida y los factores de protección que ayudan a resistirlas y superarlas para vivir lo mejor posible.

FACTORES DE RIESGO

• Familiares: situación perturbada por trastornos psiquiátricos o conductas de adicción de los padres, muerte de uno o ambos, ausencia del padre o la madre, discordia familiar crónica, violencia, adopción o abandono.

• Sociales y ambientales: desempleo de los padres, pobreza, situación socioeconómica mediocre, hábitat desa fortunado.

• Salud: problemas crónicos propios o de algún miembro del entorno íntimo.

• Vitales: amenazas como la guerra, catástrofes naturales o traslados forzosos.

FACTORES DE PROTECCIÓN

• Recursos internos: coeficiente intelectual elevado, buena capacidad para resolver y planificar, uso de estrategias de resistencia, sensación de eficacia personal, comprensión de sí mismo, autocontrol, competencias relacionales (empatía y capacidad de buscar ayuda), alta autoestima, temperamento fácil, apego, uso adecuado de mecanismos de defensa (escisión, negación, intelectualización, creatividad, sentido del humor).

• Procesos familiares: buena relación al menos con uno de los padres o con algún familiar próximo, padres competentes, buena educación, apoyo del cónyuge.

• Facilitadores ambientales: apoyo social, verdaderos tutores de resiliencia, participación en actividades religiosas, culturales, asociativas y humanitarias.

La resiliencia no es una capacidad estática sino dinámica, como el autoconcepto, y puede considerarse como la adaptación psicosocial positiva. Varía a través del tiempo y las circunstancias, ya que es resultado de una armonía entre la personalidad y los factores de riesgo y de protección. La persona puede «estar» más que «ser» resiliente.

Entre los elementos asociados a la resiliencia hay algunos determinantes como el temperamento. Los niños resilientes muestran autonomía, autoestima y orientación social positiva como rasgos de carácter. Suelen tener un temperamento fácil, activo y afectuoso que les permite sobreponerse, crecer y desarrollarse a pesar de la adversidad

INTERVENCIÓN EDUCATIVA

La resiliencia permite una nueva epistemología del desarrollo humano que enfatiza su potencial. Los tres campos de investigación de la resiliencia posibilitan: desarrollarse de forma positiva a pesar de la experiencia de un ambiente de alto riesgo, tener competencias constantes ante situaciones de estrés agudo o crónico y sanar de un trauma. Como el riesgo siempre está presente, es necesaria una pedagogía preventiva para estudiar los factores protectores que pueden ayudar a

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