La obesidad es una forma común de malnutrición en el anciano

Obesidad

La obesidad es una forma común de malnutrición en el anciano. El excesivo aumento de peso está asociado a una reducción en la actividad física y una progresiva reducción en los requerimientos calóricos para mantener el peso corporal. La obesidad incrementa el riesgo de IAM, ACV, HTA, DBT 2, osteoartritis, várices y diferentes tipos de cánceres. Tanto la aproximación diagnóstica como el tratamiento tienen aspectos particulares en el anciano.

Definición: La obesidad es una condición en la cual un exceso de grasa corporal determina un riesgo para la salud. Dicho exceso de grasa es el resultado de un desbalance entre la ingesta y el gasto de energía, perpetuado en el tiempo.

Tratamiento: El tratamiento de la obesidad es esencialmente frustrante. Es por este motivo que siempre el individuo obeso debe encontrar una motivación para perder y mantener la pérdida de peso. En muchas ocasiones, el paciente anciano considera que la obesidad es parte de su proceso de envejecimiento y que el sobrepeso es propio y normal en la tercera edad. El proceso de concientización es esencial en estos casos. Son múltiples los factores que pueden motivar a un paciente anciano con obesidad, entre ellos podemos mencionar la reducción del dolor articular de la osteoartrosis, la reducción en la toma de fármacos, la necesidad de reducir peso por un prequirúrgico, el miedo a la enfermedad cardiovascular, el trastorno del sueño por el síndrome de apnea-hipopnea y también la estética. Luego de lograr motivar al paciente es necesario establecer el riesgo asociado, determinado por el grado de obesidad, la edad, el sexo, la distribución grasa (androide o ginoide) y las comorbilidades asociadas.

El tratamiento farmacológico de la obesidad debe ser muy bien indicado, en pacientes muy seleccionados y siempre debe ir acompañado del estricto cumplimiento de la dieta, el ejercicio físico y el cambio de conducta. Deben tratarse únicamente aquellos pacientes que, habiendo cumplido con dieta, ejercicio y cambio de conducta, no hayan logrado bajar de peso y posean un Índice de Masa Corporal mayor a 30 o posean un Índice de Masa Corporal Mayor a 27 y presenten factores de riesgo o enfermedades relacionadas a la obesidad. Entre las drogas de última generación podemos encontrar:

*Orlistat: cuyo mecanismo de acción es la inhibición de la lipasa intestinal con lo cual el paciente pierde el 30 % de la grasa ingerida. No se han reportado déficit vitamínico y el tratamiento puede extenderse por el plazo de 1 año.

*Sibutramina: un inhibidor de la recaptación de serotonina y noradrenalina, esto genera un aumento en la termogénesis y así se logra perder peso. No hay reportados eventos adversos significativos, pero siempre debe tenerse más precaución en pacientes con miocardiopatía isquémica o hipertensión arterial.

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