Lenguaje Y Pensamiento
Enviado por rocioybeto97 • 27 de Enero de 2015 • 5.959 Palabras (24 Páginas) • 163 Visitas
Según Tishman y Perkins, aunque el pensamiento involucra mucho más de lo que podemos decir, tendríamos aún menos acceso a ese "más" si no fuese por el lenguaje del pensamiento.
¿Qué viene primero, la palabra o el pensamiento? La relación entre el pensamiento y el lenguaje ha intrigado a los eruditos y a los artistas durante siglos. Emily Dickenson anticipando el punto de vista de Lev Vigotsky, de que el pensamiento no sólo se expresa en palabras sino que cobra existencia a través de ellas, asume la siguiente posición:
La palabra muere
Cuando se pronuncia,
Dicen algunos.
Yo digo que
Comienza a vivir
Ese día.
Las palabras y los pensamientos viven los unos a través de los otros. Un campo interesante en el que se puede examinar cómo sucede esto es aquel que trata de una clase especial de palabras que utilizamos cuando hablamos acerca del pensamiento - palabras para hablar acerca de los procesos de pensamiento que llevan a productos del pensamiento tales como ideas y teorías. ¿Cuál es este lenguaje del pensamiento -cuál es su léxico, para qué sirve, cómo funciona, y qué papel desempeña en el desarrollo humano y en la educación? Esperamos poder iluminar estas preguntas al explorar las diversas formas en que hablamos del pensamiento y, tomando las palabras de Emily Dickenson, mirando cómo el lenguaje del pensamiento hace que el pensamiento comience a vivir al darle forma y al regular su desarrollo conceptual.
¿Qué es el lenguaje del pensamiento?
El lenguaje del pensamiento abarca las muchas formas en que describimos los estados y procesos mentales tanto propios como de los otros. Por ejemplo, utilizamos el lenguaje del pensamiento cuando hablamos acerca de procesos de pensamiento involucrados en el desarrollo de una teoría, al examinar un postulado, al tomar una decisión o al crear una obra de arte. Utilizamos el lenguaje del pensamiento cuando caracterizamos los estados mentales de otros al decir cosas como: Julia piensa que todos deberían votar; Juan cree que va a nevar; Martín decidió que no le gustan las papayas; sospecho que no estás diciendo la verdad.
Las lenguas tienen un infinito número de términos sutiles para definir el pensamiento. Por ejemplo consideremos palabras como adivinar, suponer, intuir, asumir, especular. Todas estas palabras expresan una opinión basada en evidencias inconclusas. Otro ejemplo pensemos en palabras como contemplar, reflexionar, meditar. Cada uno de estos términos describe una forma de acercamiento lento y profundo sin embargo cada uno tiene un significado diferente.
El vocabulario del pensamiento puede dividirse en términos de tras funciones diferentes: Términos que marcan una postura epistémica, términos que describen un proceso intelectual y términos que describen un producto intelectual.
Los términos de postura epistémica indican una postura o una actitud ante un postulado del conocimiento. Los ejemplos incluyen términos tales como conjeturar, concluir, creer, confirmar, dudar, conocer, saber, sugerir, especular, sospechar y teorizar. Para ver cómo estos términos funcionan como indicadores de una postura, consideremos el postulado " los saltamontes sueñan en colores" y las siguientes afirmaciones
1. Creo que los saltamontes sueñan en colores.
2. He confirmado que los saltamontes sueñan en colores.
3. Sospecho que los saltamontes sueñan en colores.
4. Estoy seguro que los saltamontes sueñan en colores.
Cada una de estas afirmaciones expresa una posición diferente ante la verdad del postulado. Son estas palabras que expresan las diferentes posturas las que ofrecen información esencial acerca de cómo debe tomarse el postulado. Los términos de postura epistémico funcionan caracterizando la relación del pensamiento al hecho. Los términos de procesos intelectuales caracterizan el proceso de pensamiento y expresan su flujo, su estructura y su sentir. Términos de procesos intelectuales incluyen palabras tales como analizar, contemplar, discernir, interpretar, investigar, meditar, examinar, reflexionar para nombrar unas pocas. Lo que hace que estos términos sean diferentes es que discriminan las formas de pensar. Decir que alguien está meditando sobre algo caracteriza el pensamiento de una manera muy diferente que cuando decimos que alguien está analizando, considerando, revisando o investigando algo. Como en el caso de los términos epistémicos, las finas diferencias de significado para los términos que describen procesos intelectuales son sutiles (por ejemplo, meditar versus reflexionar).
Los términos que se refieren a los productos intelectuales son sustantivos que nombran y marcan diferencias entre tipos de ideas - ideas que típicamente son producto de un proceso de pensamiento o juegan un papel particular en el proceso de pensamiento. La palabra idea es en sí misma un término amplio con el que nos referimos a un producto intelectual, frecuentemente usado para cubrir un amplio espectro de productos mentales, desde soluciones a "insights", de sugerencias e intuiciones. Pero la palabra idea, tiende a ser genérica, y cuando específicamente así se desea, se puede tener a disposición una cantidad de términos que describen productos intelectuales que diferencian distintos tipos de ideas o productos - términos como conclusión, hipótesis, opinión, solución, razonamiento, postulado y teoría.
Naturalmente, las funciones de estos tres grupos de términos están relacionadas: los procesos intelectuales tienden a ser posturas epistémicas que a su vez tienden a transformarse en productos intelectuales. Por ejemplo, por inspiración o especulación, uno es llevado a afirmar, debatir o a asumir cosas y, eventualmente, es guiado a enunciar un postulado, proponer una teoría o diseñar una conclusión. Dado que estas tres categorías nombran diferentes funciones lingüísticas más que diferentes grupos de palabras, los términos en cada categoría frecuentemente se superponen, y la misma palabra puede jugar diferentes papeles dependiendo de si funciona como sustantivo o como verbo y aún cuando verbo, dependiendo si es usado para describir una postura epistémica o un proceso intelectual. Por ejemplo, la oración "Dudo que X" indica una postura frente a una proposición. Pero la palabra "dudo" puede también estar referida a un proceso mental, por ejemplo, si la intención del que habla es "estoy en el proceso de dudar X". Por supuesto el término "duda" puede también usarse como sustantivo para describir una clase particular de producto intelectual, como en "tengo mis dudas" o "ella presenta
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