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Líquidos Y Electrolitos Perioperatorios En Anestesia Pediátrica


Enviado por   •  5 de Febrero de 2014  •  4.396 Palabras (18 Páginas)  •  829 Visitas

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Germán Alberto Díaz Palacios*

RESUMEN

El conocimiento en el manejo de los líquidos y electrolitos es vital para la buena conducción de la anestesia en el paciente pediátrico. La administración de soluciones hidroelectrolíticas continúa siendo motivo de controversia especialmente entre anestesiólogos, cirujanos y pediatra, principalmente con respecto a la administración de glucosa perioperatoria y soluciones hipotónicas en el postoperatorio inmediato. Revisando las características fisiológicas del neonato, es importante recordar que durante la maduración renal se producen cambios en la función orgánica y en el tamaño y composición de los compartimentos corporales, lo cual hace variar los requerimientos de líquidos y electrolitos 14 valoración preoperatoria del volumen hídrico varía, según se trate de niños para cirugía electiva, o traumatizados con déficit de volumen sanguíneo. Para mantenerlo existen los mecanismos compensatorios temporales y definitivos El ayuno del paciente pediátrico va de acuerdo a la edad y al tipo de alimento ingerido. Se debe tener presente que el ayuno prolongado no es inocuo. La terapia de líquidos intraoperatorios involucra el cálculo del déficit por ayuno, mantenimiento transoperatorio, líquidos del tercer espacio y cálculo de las pérdidas sanguíneas permisibles. Para la reposición de líquidos se recomienda el uso de soluciones cristaloides o coloides según sea el caso y parece que no hay ninguna razón para administrar glucosa en situación clínica normal y que definitivamente su administración conlleva a peligros potenciales.

SUMMARY

The knowledgment of the electrolytes and liquids in the management perioperative of the pediatric patient is essential. This management continues have been reason of controversy especially in relation with the administration of glucose perioperative periods.

Is very important to remaind that the renal maturition is not complete before the first month, this situation produces variation in the requirements of liquids and electrolytes. During the reposition of those we should to use cristaloides solutions or coloides, it depends of the case and definetively it seems that the glucose administration has indications Peg Concises.

Palabras clave: líquidos y electrolitos Anestesia pediátrica Líquidos perioperatorios

Key words. perioperative fluids and electrolytes. Pediatric fluids and electrolytes. Pediatric patient

Introducción

Un conocimiento profundo del manejo de los líquidos y los electrolitos es necesario, para un cuidado perioperatorio del paciente pediátrico. El manejo exacto de los líquidos intraoperatorios depende de la edad del niño, su estado de salud e hidratación preoperatoria, el balance electrolítico y el tipo de cirugía.

Los pacientes recién nacidos y los lactantes menores, tienen un riesgo mayor de presentar alteraciones en el balance hídrico, secundario a la deprivación e ingesta o a la enfermedad que afecte su balance hidroelectrolítico.

La administración de soluciones hidroelectrolíticas en el paciente pediátrico continúa siendo motivo de controversia, especialmente entre anestesiólogos, cirujanos y pediatras. Un conocimiento adecuado del tema incluye la revisión de la fisiología de los órganos que intervienen en el balance hidroelectrolítico (sistemas renal y cardiovascular), la composición de los líquidos corporales, la evaluación perioperatoria, el ayuno, el manejo de líquidos intraoperatorios, el problema de los líquidos en el postoperatorio y la ya conocida discusión de la «administración rutinaria de soluciones con glucosa».

Consideraciones Fisiológicas

El neonato tiene características fisiológicas únicas, debido a que muchos de sus sistemas orgánicos sufren cambios considerables después del nacimiento. Durante la maduración del recién nacido y el lactante, las alteraciones que se producen en la función orgánica, en el tamaño y composición de los compartimentos corporales, afectan los requerimientos de los líquidos y electrolitos. Considerando el balance hidroelectrolítico en el paciente pediátrico, los sistemas cardiopulmonar y renal son los de mayor importancia.

El riñón es un órgano pasivo en el feto. La función renal en el recién nacido es inmadura; sin embargo se desarrolla rápidamente durante los primeros meses y al final del primer mes es madura en el 80%-90%. Está casi completa entre el octavo y noveno mes de vida.

La rata de filtración (RFG) del recién nacido a término, se considera que es el 30% de la del adulto, alcanzando el nivel de éste al año de edad. La presión arterial relativamente baja en el neonato, en parte puede ayudar para la disminución de la RFG en el riñón inmaduro. El flujo sanguíneo renal está disminuido en el riñón en desarrollo. Algunos investigadores creen que la RFG baja es debido al flujo plasmático renal reducido, causado por la vasoconstricción renal y el coeficiente de filtración reducido.

Muchos de los sistemas de transporte tubular renal en el recién nacido no están completamente desarrollados y la capacidad para concentrar la orina está reducida a menos de la mitad que la del riñón del adulto, el cual posee una capacidad de concentración de 1.000 - 1.400 mOsm.kg-1, mientras que el niño produce orina con una concentración de sólo 450 - 600 mOsm.kg-1 durante la primera semana de vida. Los neonatos también tiene un umbral bajo para la glucosa, por lo que las elevaciones leves en su nivel, pueden resultar en glucosuria y diuresis osmótica.

El recién nacido no puede conservar o excretar sodio como lo hace el riñón del adulto. Si el producto administrado para reemplazar los líquidos perdidos no contiene sodio, el neonato puede presentar hiponatremia. El recién nacido es más capaz de aclarar el agua libre e incrementar el volumen urinario, cuando recibe una sobrecarga de líquidos en un período corto de tiempo, que concentrar la orina y conservar el agua cuando se le depleta su volumen. Como resultado, los neonatos sanos toleran mejor una sobrecarga moderada de líquidos que una deshidratación leve, lo cual puede resultar de un ayuno prolongado preoperatorio o por vómito.

El sistema cardiovascular usualmente no presenta problemas para el anestesiólogo, siempre y cuando se le proporcione al recién nacido una buena oxigenación y un adecuado volumen sanguíneo circulante. Si se trata de una anomalía congénita, o si la transición de la circulación intrauterina a la extrauterina no se ha realizado, la cantidad y composición de los líquidos administrados y

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