Modelo informe de Laboratorio
Enviado por Stephania Rivera Rios • 5 de Julio de 2016 • Informe • 2.424 Palabras (10 Páginas) • 488 Visitas
LABORATORIO DE BIOLOGIA GENERAL - UNIVERSIDAD DEL VALLE
CELULAS EUCARIOTAS II Y SUS ADAPTACIONES, DIFUSION Y OSMOSIS
Mauricio Martínez Arizmendi (1670639), Maira Alejandra Moreno Díaz (1623029), Rocío del Mar Moreno Góngora (1623626), Luigui Santiago Muñoz Lucumi (1624231), María Camila Quintero Escobar (1623160)
28/05/2016, Facultad de Ciencias Naturales y Exactas---Departamento de Biología.
I. CELULAS ANIMALES.
La figura 1.1 Células de la mucosa bucal, nos ilustra la observación de la célula epitelial realizada a través del microscopio utilizando objetivos 10 y 40x y con los cuales se logró identificar las partes de la célula como el citoplasma y el núcleo, los cuales forman un tejido epitelial por lo que son finas y alargadas. Al teñir la muestra con azul de metileno el núcleo de la célula se tiño intensamente y con menos color el citoplasma presento un cierto aspecto de alteración, soliendo ser un poco granuloso.
El tejido epitelial protege a los organismos de microorganismos, lesiones, y la pérdida de fluido. En un epitelio, la superficie libre está generalmente expuesto ha fluido o el aire, mientras que la
superficie inferior está unido a una membrana basal. Este epitelio (mucosa bucal) está constituido por células de un contorno irregular, prácticamente incoloras a la luz blanca por lo que para su observación es preciso realizar un proceso previo de tinción, en este caso con azul de metileno que permite observar un citoplasma granulado y un núcleo claramente diferenciado.
Desempeña una gran cantidad de funciones tales como: protección, secreción, funciones sensitivas, digestivas, termorreguladoras, funciones de absorción, etc. Debido a esto, es que sus células no son todas iguales, ni se hallan en la misma cantidad.
En el caso de la boca se clasifica en tejido epitelial de revestimiento ya que se trata de una zona bucal, Su función es lubricar esta cavidad, para que esta no se reseque, y evitar así la proliferación de bacterias y hongos patógenos en la cavidad oral
La cara interna de la mejilla se une firmemente, por lo que la submucosa es más fibrosa, para evitar pliegues. (Gómez M, Campos A. 2009).
2. Células sanguíneas y plaquetas.
Las figuras 2.1. Glóbulos rojos y plaquetas y 2.2. Glóbulos blancos nos ilustra la observación de las células sanguíneas y las plaquetas, realizada en un microscopio utilizando un objetivo de 100x. En este proceso se logro identificar los glóbulos rojos (Eritrocitos) en forma de disco aplanado con una presencia aproximada del 40% y los siguientes leucocitos o glóbulos blancos: neutrofilos, basifilos y eosinofilos. Además se identificaron las plaquetas sanguíneas también llamadas trombocitos, en forma de discos redondos muy pequeños. Tanto los leucocitos como los trombocitos ocupaban no más del 1% de la célula sanguínea.
GLÓBULOS ROJOS: Son células que no tienen núcleo, lo que determina que al cabo de cierto tiempo de circular por todo el organismo pierdan vitalidad y resulten destruidos. Se forman en la medula ósea a partir de las células pluripotenciales (células que pueden transformarse en cualquier tejido del cuerpo, excepto la placenta), en un proceso denominado eritropoyesis el cual dura de 5 a 8 días.
Los glóbulos rojos tienen una función vital: se encargan de transportar oxigeno desde los pulmones hasta los tejidos, para que las células lo utilicen en sus procesos metabólicos, y dióxido de carbono desde los tejidos hasta los pulmones, para que estos lo eliminen y no se acumule en el organismo. Esta función es realizada concretamente por un pigmento contenido en los glóbulos rojos y que es responsable de su típica coloración, la hemoglobina. Además mantienen o ayudan a mantener el equilibrio acido-base normal de la sangre (pH), la viscosidad y la densidad, entre otros.
GLÓBULOS BLANCOS: Hay varios tipos de glóbulos blancos o leucocitos, clasificados según la presencia o ausencia de gránulos y las características tintóreas de su citoplasma. Los granulocitos presentan grandes gránulos en su citoplasma y el núcleo segmentado en varios lóbulos, por ello reciben el nombre de polimorfonucleares. Se subdividen en neutrófilos, eosinófilos y basófilos. Existen dos tipos de agranulocitos (leucocitos sin gránulos en el citoplasma): linfocitos y monocitos. Los granulocitos y los monocitos protegen al organismo frente a los microorganismos invasores de forma inespecífica, principalmente mediante la ingestión por fagocitosis. Los linfocitos son las células efectoras de las respuestas inmunitarias específicas frente a las sustancias reconocidas como extrañas, generando reacciones destinadas a neutralizarlo o destruirlo.
Granulocitos: Son células defensivas que tienen un núcleo polimorfo con numerosos gránulos en su citoplasma. Se clasifican a su vez en 1) neutrófilos, 2) basófilos y 3) eosinófilos. Los neutrófilos son los encargados de fagocitar o "comerse" sustancias extrañas, como las bacterias y los agentes externos que entran en el cuerpo; son los leucocitos más numerosos y su cantidad aumenta cuando hay una infección. Los basófilos segregan sustancias anticoagulantes y participan en el control de la inflamación. Los eosinófilos son células fagocitarias que eliminan los complejos antígeno-anticuerpo y que por su capacidad citotóxica tienen una función de defensa ante los microorganismos no fagocitables, como los parásitos.
Linfocitos: Son los leucocitos de menor tamaño y las células del sistema inmunológico especializadas en regular la inmunidad adquirida. Se localizan en los ganglios linfáticos. Los linfocitos son los encargados de la producción de anticuerpos y de la destrucción de células defectuosas. Hay dos tipos: 1) los linfocitos T tienen una función inmunológica celular; 2) los linfocitos B se encargan de fabricar los anticuerpos.
Monocitos: Son las células sanguíneas de mayor tamaño. Después de viajar por la sangre llegan al tejido conectivo, donde se convierten en macrófagos. Su función consiste en fagocitar microorganismos y restos celulares, rodeándolos con sus pseudópodos.
PLAQUETAS: su función consiste en aglomerarse en gran número cuando existe una herida, tratando de impedir que la sangre fluya al exterior. Desempeñan
un papel fundamental en la coagulación de la sangre, ya que cuando esta sale de los tejidos, por ejemplo una cortada en la piel, y se pone en contacto Con el medio ambiente (aire) y con la superficie de la herida (piel), las plaquetas se
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