Nutricion

Riesgos de Crecimiento, Desarrollo y Recomendaciones Nutricionales en Adolescentes Embarazadas

La adolescencia es la época de transición desde la niñez a la vida adulta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que la adolescencia se divide en temprana (de los 10 a los 14 años) y tardía (de los 15 a 19), y considera el embarazo en la mujer menor de 19 años como de alto riesgo.

Las adolescentes que se embarazan antes de alcanzar la madurez fisiológica, es decir, en los cuatro años siguientes a la menarquia, están en situación de alto riesgo nutricional; deben satisfacer las necesidades de energía y nutrientes de su crecimiento, además de cubrir las demandas propias del embarazo.

Además de los requerimientos nutricios particularmente aumentados de la adolescencia, la gestación durante este período de la vida constituye un elemento que incrementa sustancialmente a los mismos, los cuales deben ser cualitativa y cuantitativamente satisfechos a fin de lograr tanto un crecimiento y desarrollo adecuados de la madre, como una evolución normal del embarazo.

Aunque el riesgo nutricional está aumentado tanto para la madre como para el feto, no está claro si ello es debido a la edad, factores sociales externos como nutrición deficiente, peso bajo al inicio del embarazo y pobre ganancia de peso.

En las adolescentes embarazadas puede haber competencia con el feto por los nutrientes lo que pudiera afectar su estado nutricional y es más frecuente encontrar productos de embarazo con bajo peso y alta morbilidad y mortalidad que en las adultas.

Los riesgos médicos asociados en un embarazo en madres adolescentes son:

a. Enfermedad Hipertensiva

b. Anemia

c. Bajo peso al nacer

d. Parto prematuro

e. Nutrición insuficiente

f. Abortos

g. Infecciones urinarias

h. Bacteriuria asintomática

i. Hipertensión gestacional: Preeclampsia – Eclampsia

j. Escasa ganancia de peso

k. Malnutrición materna

l. Hemorragias asociadas con afecciones placentarias

m. Rotura prematura de membrana

n. Desproporción cefalopélvica

o. Cesárea

Estos padecimientos determinan la elevación de la morbimortalidad materna y un aumento estimado de dos a tres meses en la mortalidad infantil, cuando se compara en grupos de edades entre 20 y 29 años.

El embarazo es más vulnerable a mayor cercanía de la menarquía. Después de 5 años de edad ginecológica, la joven alcanza su madurez reproductiva, por esta razón los embarazos que se inician 5 años después de menarquia, adquieren especial prioridad por los mayores riesgos maternos y perinatales que conlleva.

El peso previo al embarazo es la variable más importante relacionada con el peso y la edad fetales, los cuales, a su vez, están directamente relacionados con el pronóstico neonatal e infantil. Es indispensable el conocimiento del estado nutricional materno (previo a la gestación y durante la misma), a fin de reconocer las pacientes con mayor probabilidad de complicaciones durante el embarazo y de neonatos con déficits nutricionales.

En la adolescencia, los requerimientos nutricionales y energéticos se ven aumentados ya que como estado fisiológico representa un segundo brote de crecimiento, dichos requerimientos de energía están determinados por la actividad del individuo, pero se estima de 10 a 15 kcal por cm de talla y el aporte de proteína de 0,29 gr x cm talla / edad entre 12 - 14% de la energía total, sin embargo también existe altas demandas de algunos elementos inorgánicos, especialmente calcio, zinc, hierro y fósforo los cuales son utilizados para la maduración y crecimiento fisiológico. Así como unas vitaminas: A, Complejo B, y folatos.

Se acepta que el peso medio de una mujer, debe aumentar durante la gestación, partiendo de un peso adecuado para su edad y talla, este será de 10 a 12 kg., considerándose que no debe ser inferior al 10% del peso inicial ni superior del peso habitual, este aumento del peso no es longitudinal a lo largo del embarazo.

El peso medio al nacer de los niños de madres adolescentes suele ser más bajo y la mortalidad infantil mayor que en el de la mujer adulta. La media del peso del bebé al nacer va aumentando junto a la edad de la madre, así como el porcentaje de niños con bajo peso al nacer disminuye cuando la edad de la madre aumenta desde 15 a 19 años. Los músculos generalmente no están suficientemente desarrollados, el esqueleto puede que no haya alcanzado el grado óptimo de mineralización y ciertas reservas de nutrientes: hierro, ácido fólico, vitamina A y B12, son menores que en la mujer adulta bien alimentada. Se añade los inadecuados hábitos alimentarios que suelen tener los adolescentes; desordenados, desequilibrados en cantidad y calidad de energía y nutrientes, con el agravante de que muchas de ellas siguen dietas hipocalóricas, con el fin de tener

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