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Origen del Cultivo de Maní


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2013  •  Ensayo  •  2.584 Palabras (11 Páginas)  •  489 Visitas

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Origen del Cultivo de Maní.

Ha sido cultivada para el aprovechamiento de sus semillas desde hace 8000 o 7000 años. Los conquistadores españoles observaron su consumo al llegar al continente americano, en un mercado de la capital azteca, México-Tenochtitlan. Se cree originario de las regiones tropicales de América del Sur, donde algunas especies crecen de modo silvestre [cita requerida].

El arqueólogo estadounidense Tom Dillehay descubrió los restos de maníes de 7840 años en Paiján y en el valle de Ñanchoc, Perú [cita requerida].

Esta especie se cultivó por primera vez en la zona andina costeña de Perú, según los restos arqueológicos de Pachacámac y del Señor de Sipán en Perú. Los incas extendieron su cultivo a otras regiones de Sudamérica y los colonizadores lo hicieron en Europa y el continente africano. El estudioso afroamericano George Washington Carver lo propuso para la industria.

En la actualidad su cultivo se ha extendido ampliamente por regiones de Asia y África.

Aspectos Botánica:

El maní o cacahuete, es una leguminosa anual de unos 30 a 60 cm de altura, tallo muy ramificado, de crecimiento ascendente cuyas ramas pueden crecer erectas o rastreras.

Las hojas son ovaladas o elípticas formadas de cuatro foliolos (Gispert 1983). Posee una raíz pivotante que puede alcanzar más de un metro de profundidad (Doorenbos et al, 1979) y con numerosas raíces secundarias ramificadas principalmente en los primeros 60 cm de suelo, que conforman un sistema radical de amplio campo de absorción (Monge 1981).

Las flores pueden ser amarillas o anaranjadas, en inflorescencias de ocho que salen de las axilas de las hojas. Son hermafroditas, con alrededor de un 98% de autopolinizacion (Schoplocher, 1963), ya que la fecundación es nocturna y se produce antes de la apertura floral (Gillier y Silvestre 1970).

Una vez fecundada la flor, se inicia el desarrollo del ginóforo, órgano portador del ovario , que crece en dirección al suelo debido a su geotropismo positivo de manera que llega a profundizar en tierra entre 2 y 8 cm. Según Gispert 1984, también se pueden producir flores subterráneas fértiles que llegan a desarrollar frutos.

Shibuya (sf), citado por Giller 1970, dice que los frutos solo pueden desarrollarse en la oscuridad. Este, es una vaina de cáscara coriácea, que puede contener de una a seis semillas, ricas en aceite y proteínas envueltas en tegumentos delgados de color rosado o amarillento. (Monge 1981, Gispert 1983) El maní o cacahuete, es una leguminosa anual de unos 30 a 60 cm de altura, tallo muy ramificado, de crecimiento ascendente cuyas ramas pueden crecer erectas o rastreras.

Las hojas son ovaladas o elípticas formadas de cuatro foliolos (Gispert 1983). Posee una raíz

pivotante que puede alcanzar más de un metro de profundidad (Doorenbos et al, 1979) y con numerosas raíces secundarias ramificadas principalmente en los primeros 60 cm de suelo, que conforman un sistema radical de amplio campo de absorción (Monge 1981).

Las flores pueden ser amarillas o anaranjadas, en inflorescencias de ocho que salen de las axilas de las hojas. Son hermafroditas, con alrededor de un 98% de autopolinizacion (Schoplocher, 1963), a que la fecundación es nocturna y se produce antes de la apertura floral (Gillier y Silvestre 1970).

Una vez fecundada la flor, se inicia el desarrollo del ginóforo, órgano portador del ovario , que crece en dirección al suelo debido a su geotropismo positivo de manera que llega a profundizar en tierra entre 2 y 8 cm. Según Gispert 1984, también se pueden producir flores subterráneas fértiles que llegan a desarrollar frutos. Shibuya (sf), citado por Giller 1970, dice que los frutos solo pueden desarrollarse en la oscuridad. Este, es una vaina de cáscara coriácea, que puede contener de una a seis semillas, ricas en aceite y proteínas envueltas en tegumentos delgados de color rosado o amarillento. (Monge 1981, Gispert 1983).

Requerimientos edafoclimaticos del maní

• Influencia del clima

Algunas características como la distribución de la floración, el número total de flores producidas, el coeficiente de fertilidad y la duración de ciertas fases del ciclo, dependen en mucho de los elementos del clima. Además, estos elementos tienen un efecto indirecto sobre plagas y enfermedades y son de importancia a la hora de la planificación de actividades.

• Temperatura

La temperatura y la precipitación son los limitantes climáticos en cuanto a crecimiento, producción y extención del cultivo en el mundo. La temperatura influye directamente sobre la velocidad de algunos procesos fisiológicos, como por ejemplo:

• Germinación: Guillier 1970, citando a Catherinet y Montenez, dice que la mayor velocidad de emergencia (4 días), se alcanza con temperaturas entre 32 y 34 "C. Los puntos críticos se sitúan en los 15 y 45 "C, si bien, su poder germinativo solo se destruye a los 5 "C y a los 54 "C.

• Prefloración: La duración de la fase de prefloración o crecimiento vegetativo, está determinada por el factor genético y por la temperatura del aire. El óptimo según Guillier 1970, se sitúa entre 30 y 33 "C, y por debajo de 18 "C, la fase se puede alargar hasta en 65 días, produciéndose un florecimiento muy débil. El mismo autor menciona que grandes diferencias de temperaturas entre el día y la noche son perjudiciales para el crecimiento y la precocidad de floración

• Floración: La influencia se nota en cuanto a la cantidad de flores producidas y su coeficiente de fertilidad (Guillier y Silvestre 19700) Muchos autores coinciden en que el rango óptimo es entre 24 y 33 "C. Monge 1981, indica que temperaturas menores a 18 "C disminuyen el rendimiento floral, y según Fortanier 1985, temperaturas diurnas de 35"C hacen disminuir el coeficiente de fertilidad.

• Maduración: En el trópico, la fase de maduración dura entre 40 a 55 días, dadas las condiciones de altas temperaturas. Los pesos máximos de aceite y materia seca de los granos, se alcanzan entre la segunda y cuarta semana según las condiciones climáticas (Guillier y Silvestre 1970), especialmente la temperatura, ya que la madurez final de la cosecha depende mucho de la sequedad del grano.

• Régimen hídrico: Aun cuando el maní es considerado como un cultivo resistente y adaptable a situaciones de sequedad, la precipitación es el factor limitante en primera instancia, para su establecimiento y producción. La literatura cita un rango óptimo entre 400 y 800 mm/ciclo de cultivo. Se requiere de una buena distribución con un período seco al final del ciclo, para favorecer la maduración y la recolección de las vainas.

• Germinación:

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