Psicofarmacos

Introducción

En 1844 un filósofo europeo llamado Sören Kierkegaard publicó una obra titulada “El concepto de la angustia” y muchos comenzaron a cuestionar el asunto de este fenómeno, coincidiendo en que la angustia era inherente a la existencia del hombre. Vivimos en una sociedad postmoderna donde poco a poco el optimismo ha sido reemplazado por pesimismo, las manifestaciones cotidianas de individualismo son tan frecuentes como la aceleración de las personas respecto de las actividades ordinarias que realizan. Las visitas a psicólogos aumentan día a día y la utilización de psicofármacos se vuelve algo común.

“ El tratamiento psicofarmacológico de los trastornos mentales podría definirse como un intento de modificar o corregir conductas, ideas o estados de ánimo patológicos con sustancias químicas” .

Si bien en Chile drogas como la marihuana, el alcohol, la cocaína, el éxtasis, etc., son calificadas como altamente adictivas y han sido censuradas, no se puede desconocer que los psicofármacos también crean adicción y se encuentran al alcance de la mano.

“Por muchos es desconocido el hecho de que también los psicofármacos forman parte de este grupo, aunque para consumirlos se necesita de la prescripción de un facultativo autorizado”

En la actualidad son variados los tipos de psicofármacos que existen, lo cual hace que éstos se introduzcan con mayor facilidad y rapidez en nuestras vidas. Son tantas las patologías que se pueden tratar con estos medicamentos (depresión, ansiedad, estrés, crisis de pánico, fobias, etc.) que cada día nos es más común escucharlos, y no nos parece para nada raro que en algún momento, a lo largo de nuestra existencia, hayan formado parte de nuestra receta médica o botiquín del hogar.

La Amitriptilina, por ejemplo, es un antidepresivo de tipo tricíclico, que nos trae como consecuencia varios efectos laterales por su grado de toxicidad, los cuales no debemos tomar a la ligera. A lo largo de éste trabajo los conoceremos, y trataremos de reflexionar y analizar el por qué nuestra sociedad hoy en día consume psicofármacos de manera tan indiscriminada, haciendo que esto nos parezca tan común.

Objetivos del trabajo

1. Dar a conocer qué son los psicofármacos, los tipos existentes, explicar su mecanismo de

acción en el cerebro humano.

1.1 Reflexionar de manera crítica sobre el por qué del considerable aumento del uso de estos medicamentos en la sociedad actual.

1.2 Exponer lo vulnerables que somos a caer en la dependencia a estos medicamentos.

1.3 Analizar el por qué actualmente la depresión se hace un trastorno cada vez más común, dando así paso al masificado uso de antidepresivos.

2. Analizar un psicofármaco en específico (Amitriptilina) y mostrar su uso en diferentes patologías, su mecanismo de acción, sus efectos laterales.

2.1 Analizar las consecuencias y efectos adversos, más y menos frecuentes, que trae consigo la administración de amitriptilina.

2.2 Comprender las precauciones que debemos considerar al administrarnos este medicamento.

2.3 Reflexionar sobre lo cuidadosos y responsables que debemos ser al momento de decidir administrarnos un psicofármaco.

¿Qué son los psicofármacos?

Hoy en día, producto del tipo de sociedad en el que vivimos, a ritmos acelerados, el tema de los psicofármacos se ha vuelto un tópico ordinario en las conversaciones, no sólo de adultos, sino, también de jóvenes e incluso niños. Muchas personas se auto medican utilizándolos sin saber a ciencia cierta de qué se tratan.

“Los psicofármacos son los remedios vinculados con las enfermedades psíquicas. Se medican en casos muy simples como el insomnio o la ansiedad, hasta en casos de gravedad extrema como los delirios en la psicosis. (…) Estos medicamentos actúan directamente sobre el Sistema Nervioso Central, intentando la disminución del síntoma ocasionado.”

A partir de lo anterior, es necesario mencionar que cada vez que decidimos administrarnos una dosis de algún psicofármaco nos estamos exponiendo, ya que cada uno de nosotros tiene un organismo diferente, por lo cual la reacción no en todos será la misma, algunos de nosotros podemos necesitar una dosis más baja, por lo cual seríamos absolutamente vulnerables a los componentes del medicamento en sí. Por tal motivo es de vital importancia medicarnos bajo estricto control médico.

“Los psicofármacos, pues, actúan sobre el síntoma y no sobre la sicopatología, al igual que la medicina tradicional, no busca el origen, ni la causa, si no tienden a la desaparición de la manifestación.”

Pero llega el momento en que ya no necesitamos el uso de estos medicamentos, y es aquí cuando, en algunos casos, el hecho de que el organismo se haya acostumbrado a recibir una sustancia en particular para trabajar de manera optima, nos causa problemas, ya que nuestro cuerpo comienza a extrañar dicha sustancia, por tanto se ha hecho dependiente a ella. Es aquí donde se debe tener cuidado, ya que esta dependencia invita al cuerpo a que sienta la necesidad de recibir la sustancia en mayores cantidades (que aumente la dosis).

Los Antidepresivos

Hoy en día, la depresión es uno de los trastornos de ánimo más frecuentemente vistos. El hecho de vivir en una sociedad tan precipitada, en la que somos vistos como un número, en la que reina el individualismo y los intereses personales, nos ha llevado a encerrarnos en nuestro propio mundo, nos es más fácil guardarnos los problemas, la pena o la desilusión y tomarnos una pastilla, que mostrarnos débiles o vulnerables frente al mundo y tener que dar explicaciones sobre el por qué de nuestro estado de ánimo. Por lo dicho anteriormente, se nos hace muy común el uso de antidepresivos para lograr sustituir aquel sentimiento de desmotivación, carencia de afecto o comprensión.

“Los antidepresivos son medicamentos que se usan para ayudar a las personas que tienen depresión. La mayoría de las personas con depresión mejoran con un tratamiento que incluye estos medicamentos.

Para el funcionamiento normal del cerebro se necesitan substancias químicas cerebrales llamadas neurotransmisores. Los antidepresivos ayudan a las personas con depresión aumentando la disponibilidad de estas substancias químicas en el cerebro.”

Si bien, aunque es uno de los trastornos más frecuentes en el

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