TEMA 1. FUNDAMENTOS BÁSICOS ANATÓMICOS, FISIOLÓGICOS Y METABOLISMO ENERGÉTICO.

FISIOLOGÍA DEL FÚTBOL   

TEMA 1. FUNDAMENTOS BÁSICOS ANATÓMICOS, FISIOLÓGICOS Y METABOLISMO  ENERGÉTICO.  2   

El hueso es un tejido vivo formado por células en continua actividad. Según su morfología los dividimos en 3 grupos:

I. Huesos largos: son aquellos en los que la longitud predomina sobre la anchura y el espesor. Son ejemplos claros; el fémur, tibia, húmero…

II. Huesos planos: son aquellos en los que predomina la anchura. Su ejemplo más representativo son los huesos del cráneo.

III. Huesos cortos: son aquellos en los que las tres dimensiones son más o menos iguales. Ejemplos de estos tipos de huesos pueden ser; vértebras, el calcáneo…

Los huesos están formados por un tejido compacto y un tejido esponjoso. El primero está situado periféricamente y es duro y resistente. El tejido esponjoso se encuentra en la parte central, rodeado por el compacto, y está formado por trabéculas óseas que dejan entre sí unos huecos donde se encuentra la llamada médula ósea. Esta médula se conoce como “roja” cuando tiene la capacidad de contribuir a la formación de los elementos celulares de la sangre y “amarilla” cuando ha perdido esta capacidad.

Según lo dicho, haremos una nueva clasificación de los huesos según el predominio que tengan de uno u otro tejido:

I. Huesos compactos: con predominio de ese tejido, como ocurre en casi todos los huesos largos.

II. Huesos esponjosos: con predominio de tejido esponjoso y por tanto con mayor contenido de médula ósea.

Los huesos no son tan solo un elemento de sostén, sino que son un tejido vivo y dinámico. Sus principales funciones son:

1. Suponen el soporte y armazón del cuerpo humano. 2. Permiten el movimiento articulando entre sí los diversos segmentos. 3. Protegen los sistemas vitales del organismo, como es el caso del cráneo que cubre de forma sólida las estructuras del sistema nervioso central, de la columna vertebral que protege la médula espinal y de las costillas que preservan al corazón y a los pulmones. 4. Participan en la hematopoyesis (formación de glóbulos rojos). 5. Actúan como reservorio de calcio y fósforo.

Todo hueso está recubierto por una membrana fibrosa denominada periostio, exceptuando las superficies articulares que se encuentran recubiertas de tejido cartilaginoso.

El periostio es muy rico en vasos sanguíneos y nervios que se dirigen al hueso y en él se fijan los ligamentos y tendones. Su parte más interna está íntimamente adherida a la cortical del hueso, formada por tejido compacto, duro, con aspecto amarfilado y muy rico en sales minerales.

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La parte central la ocupa el tejido óseo esponjoso, que por su estructura recuerda el aspecto de una esponja, es elástico y flexible y en sus huecos alberga a la médula ósea que es la responsable

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