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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA

FARMACIA HOSPITALARIA

CEAD ACACIAS

14-07-2012

INTRODUCCION

En La atención farmacéutica no es, ni se basa, única y exclusivamente en el uso de medicamentos; esta es una afirmación cierta y obvia. No obstante, una buena parte de los procesos asistenciales incorporan el medicamento como el instrumento mediante el cual se pretende conseguir determinados objetivos de salud. La frecuente utilización del recurso terapéutico farmacológico por parte de los servicios de salud es un principio básico fundamental que determina una buena parte de las características del mercado que rodea al medicamento.

Así, el impacto sanitario de los medicamentos, tanto positivo como negativo, puede ser elevado, dado que se trata de un factor de exposición poblacional de gran magnitud.

Además, una gran parte de la efectividad de los servicios de salud (que, por otra parte, integran muchos otros recursos, aparte de los fármacos) depende de la correcta selección y utilización de las terapéuticas farmacológicas que integran. También el impacto económico de su uso es relevante, ya que más del 20% del presupuesto sanitario en nuestro país se destina a su financiación.

Por lo tanto, el sector asistencial farmacéutico es una parte más de las estructuras asistenciales que intervienen en el proceso de atención sanitaria y no se puede entender ni puede funcionar aisladamente. Si bien es cierto que en la actualidad, el sistema sanitario funciona de forma compartimentada y centra la atención en los servicios y en las estructuras y no en los pacientes, esta visión cada vez es más criticada y una buena parte de las tendencias de cambio en este sector van dirigidas a la des compartimentación del sistema y a volver a situar al paciente y a las poblaciones como centro y referencia del resto de agentes asistenciales.

Estos planteamientos implican que cada tramo de la escala asistencial tiene que plantearse qué puede y qué debe hacer dentro del proceso, complementando funciones y aportando un valor añadido al global. Los servicios farmacéuticos también han de identificar cuáles son aquellas funciones o actividades que aportan un mayor valor añadido a sus potenciales clientes y tienen que definir su papel en función de sus posibilidades y en función de aquello que el resto de las estructuras pueda pedirles.

El resto de servicios de atención a la salud se halla también en proceso de cambio, tanto en cuanto a sus objetivos como a sus estructuras. Los servicios farmacéuticos no pueden ser un sujeto pasivo en este proceso, ya que de hecho, o construyen su papel en los nuevos escenarios o alguien lo construirá.

El servicio de farmacia hospitalaria (SFH) es el responsable legal del uso de los medicamentos en un hospital, lo que implica que es responsable de la selección, adquisición, conservación, preparación, administración, dispensación y distribución a los pacientes de los medicamentos correctamente prescritos. La gestión global del servicio y de las tareas que componen el servicio de farmacia, supone acomodarse constantemente a una serie de factores como la demanda variable de pacientes, la aparición de nuevas patologías y nuevos tratamientos, la valoración adecuada de la oferta de productos que la industria pone a su disposición. Analizando todos estos factores debe tomar las decisiones adecuadas con el fin de optimizar los recursos de que se dispone. Todo esto teniendo en cuenta que, debido a su naturaleza y organización interna, en un hospital público existen multitud de agentes que pueden decidir el consumo de medicamentos al formar parte de su tarea facultativa y clínica. Además, en un hospital, el número de pacientes que van a necesitar un tratamiento concreto en muchos casos resulta impredecible.

Los servicios farmacéuticos hospitalarios integrados en la práctica totalidad de la red hospitalaria pública y privada han desarrollado distintos tipos de servicios y/o han variado de forma relevante la manera de producirlos:

a) En el ámbito de la MISION genérica ya planteada, los servicios hospitalarios realizan gestión de compras y fabricación, garantía de calidad de producto y dispensación.

b) Los nuevos sistemas de dispensación (dosis unitaria) han acercado el servicio a la unidad paciente de forma más parecida al que se produce en el ámbito comunitario.

c) Los servicios farmacéuticos hospitalarios han incorporado líneas de servicio encaminadas a la selección de ofertas de medicamentos de los centros.

d) Se han desarrollado líneas de actividad dirigidas a prestar ayuda a los servicios médicos y de enfermería (información y formación sobre medicamentos).

e) Se han desarrollado actividades relacionadas con la prevención y corrección de la ineficiencia o inefectividad derivadas del uso de medicamentos, sobre todo en el ámbito de las decisiones clínicas (protocolización, Estudios de Utilización de Medicamentos, Revisión del Uso de Medicamentos, farmacocinética clínica, farmacovigilancia, etc.) y en algunos casos sobre pacientes (educación sanitaria, información en ocasión del alta, etc.)

En resumen, la MISION genérica mencionada anteriormente, en el caso de los servicios farmacéuticos hospitalarios, ha evolucionado en muchos casos hacia una visión más completa de la gestión del medicamento que integra un conjunto de actividades dirigidas a garantizar la máxima efectividad y eficiencia en el manejo del recurso farmacológico, no únicamente por la vía de la gestión de compras, gestión de calidad del producto y dispensación, sino también incorporando actividades basadas en la selección, el soporte clínico, la monitorización de los tratamientos (desde distintos aspectos) y la revisión de uso e interviniendo en la decisión clínica del médico.

OBJETIVOS

    • Desarrollar y fortalecer un conjunto de conceptos y habilidades que apoyen a conocer, diseñar y elaborar resultados que optimicen el buen funcionamiento del establecimiento farmacéutico identificando la normatividad y aspectos básicos para una buena toma de decisión en la administración farmacéutica.

    • Brindar los conocimientos científicos y técnicos requeridos para formar profesionales farmacéuticos capaces de asumir con responsabilidad e idoneidad el amplio espectro de actividades vinculadas con la investigación, la elaboración, el control y la dispensación de productos farmacéuticos, medicamentos, alimentos dietéticos, cosméticos, productos biomédicos y otros productos, aplicados al cuidado de la salud como con el alivio y la curación de enfermedades.

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