TRUFA Y TRUFICULTURA. MICOLOGÍA FORESTAL APLICADA

TRUFA Y TRUFICULTURA. MICOLOGÍA FORESTAL APLICADA.

• La trufa es el cuerpo de fructificación de un hongo micorrícico que vive asociado a ciertas especies forestales como avellanos, robles, encinas y jaras. Fructifican en el interior del suelo y normalmente poseen un gran y agradable aroma con el fin de ser atractivas para ciertos animales que las desentierran y dispersan sus esporas al ingerirlas.

• Biológicamente, las trufas pertenecen al género Tuber, incluido en el grupo de hongos ascomicetos. Entre la variedad de especies del género Tuber, más de 40 ssp., las más apreciadas por su valor comercial y gastronómico son:

• Tuber melanosporum, trufa negra.
• T. brumale, trufa magenta.
• T. aestivum, trufa de verano.
• T. magnatum, trufa blanca.

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T. aestivum                                T. melanosporum

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T. brumale                                T. magnatum

Características climáticas.

T. melanosporum y T.aestivium están adaptados a condiciones secas y calurosas, con alternancia marcada de estaciones de clima mediterráneo templado húmedo o frío subhúmedo.Son favorables primaveras cálidas y húmedas, los veranos marcados por sequías y tormentas estivales, sin heladas tempranas e inviernos carentes de largos períodos de frío con mínimas por debajo de -10°C.

Las precipitaciones en zonas truferas naturales viene determinada entre 425-900mm (algo menos para Italia y Francia) abundantes pero irregulares desde junio hasta finales de agosto.

Características geográficas, geológicas y topográficas.

La trufa negra aparece naturalmente a partir de 100m hasta los 1.500 m.s.n.m. en exposiciones soleadas, sobres suelos calizos, en carrascales, quejigares y coscojares de la región Mediterránea de la Península.

Para el cultivo de la trufa, si no se dispone de un suelo con buen drenaje, es conveniente situarse en terrenos con algo de pendiente para evitar los encharcamientos de terrenos llanos y fondos de valle, así como evitar además terrenos con excesiva pendiente que favorezca la erosión y desecación del suelo y dificulte la mecanización.

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Área de distribución de la trufa negra. También es posible encontrar trufa negra en cantidades anecdóticas por Salamanca y Zamora

Suelo trufero.

Comparando los análisis de suelos truferos de diferentes procedencias se observa gran variabilidad en los parámetros medidos. Actualmente en truficultura, es la estructura del suelo y actividad biológica los parámetros protagonistas.

Potencial del suelo: debemos observar el perfil y confirmar la presencia de carbonatos con pH=7,5-8,5. El suelo debe ser  permeable, filtrante y aireado.

La plantación trufera. 

• Lo que había anteriormente en nuestra parcela determinará el tipo y especies de hongos contaminantes que nos podremos encontrar. Los mejores precedentes culturales son cereales, leguminosas y forrajeras y la mayoría de frutales.

• Selección de la especie huésped:

• Gran variedad de especies. Para su cultivo en España se utilizan pocas especies arbóreas. El 90% de las plantaciones son encinas (Quercus ilex subsp. ballota) y secundariamente con roble (Q.pubescens), quejigo (Q. faginea) y avellano (Corylus avellana).

• Desnsidad y marco de la plantación:

• Uno 200-400 pies/ha. Menores densidades en suelos profundos, ricos y con agua.
• Se debe anticiparse al cierre del dosel arbóreo pues la trufera dejará de producir antes de tiempo.
• Económicamente, densidades elevadas rentabilizan la superficie de cultivo y horas de trabajo en la parcela (segar, pasar una grada…el tiempo dedicado a esto es el mismo independientemente de la densidad de la plantación).
• La truficultura tradicional dispone marcos generales normalmente de 6x6m o 7x7m o bien irregulares, juntando los pies dentro de la fila y aumentando la distancia entre filas 6x8m, 5x7m….favorece la colocación del regadío y el laboreo entre filas. Las filas se disponen orientadas N-S, que asegura una mayor insolación.

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Preparación de l suelo.

Preferentemente en verano y otoño antes de la plantación, con maquinaria lo menos pesada posible y sobre el suelo seco para evitar la compactación.

Se puede realizar subsolado en zonas donde el suelo es favorable pero no presenta un drenaje adecuado, siempre evitando voltear y mezclar horizontes. Tras el solado, un gradeo superficial deja el suelo listo para la plantación.

Posteriormente se hacen los hoyos y se marcan las plantas para no ser dañadas durante la siega o el arado.

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