Tradiciones De La Comunicación
Enviado por hagiruiz • 13 de Octubre de 2014 • 890 Palabras (4 Páginas) • 222 Visitas
El lingüista francés Tesnière en su libro ”Éléments de syntaxe structurale” (1959). Paris, editado por Klincksieck, desarrolló la teoría de la valencia. Se refirió en principio a los verbos pero también los adjetivos y sustantivos son susceptibles de poseer valencia.
Tesnière fue el inventor de actante, concepto cada vez más utilizado.
Valencia es un concepto sintáctico que afecta principalmente a los verbos. Se denomina valencia al número de actantes que puede recibir o que debe recibir para saturarse, es decir para producir un sintagma gramaticalmente apropiado.
Tesnière califica como primer actante al sujeto, el segundo actante es el COD y el tercer actante el COI.
La valencia en los verbos o valencia verbal:
Existen verbos con valencia nula o cero, como llover o nevar que carecen de actantes: no tienen ni siquiera sujeto.
Los verbos monovalentes son los que sólo tienen sujeto: dormir, yo duermo.
El verbo beber es bivalente: yo bebo agua. Tiene dos actantes
Un verbo muy utilizado (que se denomina siguiendo otro concepto como verbo soporte o de apoyo) es el verbo dar, que es trivalente: yo doy un regalo a Pedro.
La mayor parte de los verbos usuales son trivalentes como estar, hacer, etc.
Un pequeño número de verbos son cuatrivalentes: traducir y el muy utilizado comprar.
Para este último: Yo compro un regalo a María por mil euros. El verbo en este caso tiene cuatro actantes.
La valencia en los adjetivos:
En general, la mayor parte de los adjetivos no tienen valencia. Sin embargo, por ejemplo: Juan es generoso contigo. El adjetivo generoso se completa contigo y posee una valencia.
Otros como normal, anormal, confortable, o los que denotan formas como redondo, cuadrado, carecen de valencias: no se puede decir: Juan está redondo contigo. Sencillamente Juan está redondo o Juan está cuadrado.
Hay que hacer constar que tenga o no el adjetivo su valencia, la existencia de un adjetivo con valencia no modifica la del verbo.
Complementos esenciales y no esenciales.
La valencia de un verbo es inalterable: no cambia nunca, es decir si es monovalente en un contexto, lo será siempre.
En el caso del monovalente y clásico dormir, aunque le añadamos un complemento circunstancial (que no es un complemento esencial), como por ejemplo en la frase:
Yo duermo en mi cama, el complemento no es esencial y duermo sigue siendo monovalente al tener un solo actante, el sujeto yo.
Modificación de la valencia en algunos verbos:
En este supuesto no todos los lingüistas están de acuerdo, pero es la excepción. El verbo hablar, monovalente: yo hablo, un solo actante, el sujeto, en algún supuesto como en el caso: yo hablo a Pedro, en este supuesto sería bivalente.
Otros verbos pueden también cambiar de valencia como dar que es trivalente, pero en este caso reduce
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