Traumatismo Craneoencefalico
Enviado por yarit_b.e • 12 de Junio de 2015 • 3.632 Palabras (15 Páginas) • 452 Visitas
Traumatismo craneoencefálico
Los traumatismos craneoencefálicos son la causa principal de muerte en niños y adultos jóvenes. En casi la mitad de estos casos, la lesión craneal es el principal factor de mortalidad.
Clasificación de los traumatismos encefálicos
La clasificación de los traumas encefálicos se puede llevar a cabo siguiendo dos criterios: pueden se clasificados en lesiones focales o difusas, como también pueden dividirse en lesiones primarias o secundarias.
Las lesiones primarias surgen directamente del fenómeno traumático inicial, presentando signos intracraneales primarios, siendo los principales: Una hemorragia extraencefálica y un conjunto de lesiones intraaxiales que, incluyen contusiones corticales, lesión axonal difusa, lesión encefálica profunda y primaria del tronco del encéfalo y hemorragia intraventricular y de los plexos coroideos.
Las lesiones secundarias se producen a menudo tras un traumatismo craneoencefálico, ocasionando alteraciones secundarias que, con frecuencia son más devastadoras que la lesión inicial. Dichas lesiones pueden ser: Síndrome de herniación, isquemia, edema cerebral difuso o infartos y hemorragias secundarias.
Mecanismos de lesión encefálica traumática
Las lesiones traumáticas del encéfalo pueden estar provocadas por uno de los dos mecanismos de lesión siguientes: heridas por proyectil o penetrantes y heridas no debidas a proyectiles.
Lesiones por proyectil
• La más letal es la herida de la cabeza por arma de fuego.
• Algunas características del proyectil son intrínsecas al mismo y otras son transmitidos por el arma que lo lanza.
• Las heridas son más graves cuando el proyectil es grande y se desplaza a gran velocidad y también si se fragmenta o se abre al principio de su trayectoria por los tejidos.
• Los principales mecanismo de lesión son: el aplastamiento y la expansión.
Pasos a seguir en lo análisis de imagen en lesiones por proyectiles:
1. Determinar la trayectoria del proyectil.
2. Determinar la extensión de la herida y si hay fragmentación ósea y tractos secundarios por rebote.
3. Detectar la presencia de émbolos de proyectil.
4. Localizar fragmentos intraarticulares o intraespinales.
5. Determinar si han sido atravesados vasos importantes o vísceras huecas.
Métodos de imagen más utilizados en lesiones causadas por proyectiles:
• Radiografía y fluorocopia simple: utilizados para determinar el peo y el calibre de la bala.
• Tomografía computarizada: para evaluar la extensión de la lesión tisular e identificar los puntos de entrada y de salida de la bala.
• Angiografía: para determinar la etiología de la hemorragia traumática inducida por el proyectil y descubrir las alteraciones vasculares subyacentes, como laceración vascular o seudoaneurisma traumático.
Lesiones craneales no debidas a proyectiles
La mayoría de estas lesiones están causadas por fuerzas de distención – cizallamiento, la cuales pueden ser extensas y graves; a menudo son múltiples y bilaterales y con frecuencia se presentan sin que haya un golpe directo sobre la cabeza.
Localizaciones de las lesiones intraaxiales producidas por las fuerzas de distención – cizallamiento inducido por rotación:
• Superficie encefálica: contusión cortical.
• Sustancia blanca cerebral: lesión axonal difusa.
• Tronco encefálico.
• A lo largo de arterias o venas penetrantes.
Los golpes directos pueden producir distorsión o fractura localizada del cráneo. Los vasos sanguíneos y el encéfalo subyacente son lesionados de una manera mucho más focal, debida a una rápida disipación energética. Los resultados típicos suelen ser contusiones corticales y laceraciones superficiales localizadas en la inmediata vecindad de la lesión del calvario.
Lesiones traumáticas primarias
(Lesiones del cráneo y el cuero cabelludo)
-Hematomas y laceraciones del cuero cabelludo:
El traumatismo de la cabeza se acompaña habitualmente de laceraciones del cuero cabelludo y también de edema tisular. Aparte de que indican el sitio del impacto, pueden ser estéticamente importantes, pero por lo general son clínicamente insignificantes. Las excepciones a esto son las lesiones penetrantes que dan lugar a una fistula arteriovenosa o un seudoaneurisma. Estas suelen afectar a ramas de las arterias temporal superficial u occipital.
-Fractura del cráneo:
Las fracturas del cráneo están presentes en las TC en cerca de dos tercios de pacientes con lesión aguda de la cabeza, aunque el 25-35% con lesiones graves no presenta ninguna fractura identificable en lo absoluto. Por ellos, las radiografías simples realizadas con el único propósito de descubrir la presencia de una fractura de cráneo no tienen utilidad en el tratamiento actual del paciente con lesión de la cabeza.
Las fracturas del cráneo pueden ser lineales, deprimidas o diastáticas, y pueden afectar la bóveda del cráneo o su base. Las Fracturas lineales se asocian más o menudo a hematomas epi y subdurales que las fracturas deprimidas; estas se asocian típicamente a lesiones localizadas del parénquima.
-Hemorragia extraxial:
Hay tres tipos de hemorragia extraencefálica:
1- Hematoma epidural (HED)
2- Hematoma subdural (HSD)
3- Hemorragia subaracnoidea (HSA)
Hematoma epidural
Frecuencia y presentación clínica: Los hematomas epidurales se encuentran solo en el 1-4%, de los pacientes estudiados con imagen por traumatismo craneocefálico. Sólo en la mitad de los pacientes con HED se ve un “intervalo lúcido” clásico entre el episodio traumático y el inicio del coma o el deterioro neurológico. En el 10-30% de los HDED, su instauración o su aumento están retardados, y suelen presentarse entre las 24 y las 48 horas de la lesión.
Etiología: En el 85-95% de los casos con HED existe una fractura que lacera la arteria meníngea media (AMM) o un seno venoso de la duramadre; el resto es debido a “escape” venoso o desgarro de la AMM sin fractura.
Localización: Los hematomas epidurales se localizan entre el cráneo y la duramadre. Como separa enérgicamente la duramadre de la tabla interna del cráneo, el HED tiene característicamente una forma focal biconvexa o lenticular. Los HED pueden cruzar las inserciones de la duramadre pero, pero no las suturas. El 90% de los HED son unilaterales y se presentan por encima de la tienda del cerebelo. La zona temporoparietal es la localización mas frecuente. En el 5% de los casos son bilaterales.
Pronóstico: La morbilidad total de los HED es de aproximadamente un 5%. A menudo, pero no de
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