Varices
Enviado por bay95 • 26 de Marzo de 2014 • Examen • 3.294 Palabras (14 Páginas) • 279 Visitas
Varices
Las varices, también conocidas como insuficiencia venosa periférica, son dilataciones de las venas que, por diversas razones, no cumplen correctamente su función de llevar la sangre de retorno al corazón y, por lo tanto, la sangre se acumula en ellas, y se dilatan y vuelven tortuosas.
Etiología
Se presenta sobre todo en las mujeres, esto por causas genéticas y hormonales.
Las hormonas que produce el ovario relajan las fibras musculares existentes en la pared venosa, favoreciendo así a la aparición de várices.
Los embarazos causan las várices por que aumentan la cantidad de sangre que tienen que manejar las venas y el feto comprime durante largos meses las venas de la pelvis, impidiendo una buena circulación, pero fundamentalmente, por las hormonas que produce la placenta.
Otras causas son:
Las tromboflebitis.
La obesidad.
Utilizar anticonceptivos o tomar hormonas.
Estar de pie o sentado por mucho tiempo.
Vestir con ropa y/o calzado ajustado.
Poner calor directo en las piernas.
Factores de riesgo de varices
Las siguientes situaciones pueden ser factores de riesgo que predispongan a la aparición de varices:
La posición de pie: esta postura aumenta la presión de la columna venosa y dificulta el ascenso de la sangre al corazón.
La herencia: las personas con antecedentes familiares de varices tienen dos veces más probabilidades de padecerlas que las que no los tienen.
La predisposición constitucional: una debilidad generalizada del tejido conectivo implica una pérdida de tono de las paredes de las venas, que facilita la aparición de varices.
La edad: con la edad aumenta el riesgo de padecerlas.
El sexo: las mujeres las padecen con mayor frecuencia que los hombres, lo que parece estar relacionado con factores hormonales.
La obesidad: se ha comprobado que las personas obesas tienen el doble de posibilidades de tener varices que las de peso normal. El sobrepeso incrementa la incidencia al aumentar la cantidad de sangre que llega a las piernas y que debe ser evacuada por las venas.
El estreñimiento: la dificultad para defecar obliga a permanecer más tiempo sentado en el servicio, y a realizar mayores esfuerzos para expulsar las heces. Estos esfuerzos hacen que aumente la presión dentro del abdomen, por lo que también aumenta en las venas abdominales, lo que dificulta la salida de la sangre de las piernas y, por tanto, incrementa el riesgo de padecer varices.
Los anticonceptivos: producen retención de líquidos y, por lo tanto, mayor volumen sanguíneo.
El embarazo: las varices aparecen con mayor frecuencia durante el embarazo debido a varios factores y, especialmente, por los cambios hormonales, la presión del útero sobre los grandes vasos, y el aumento de peso.
La falta de ejercicio: la falta de actividad de los músculos de las piernas hace que estos no colaboren para empujar la sangre hacia el corazón.
Tipo de trabajo: los trabajos en los que se tenga que permanecer mucho tiempo de pie hacen que la sobrecarga sea mayor.
Síntomas de varices
Entre los más significativos según avanza la enfermedad, destacan:
Visualización de la red venosa de las piernas. En general, pueden verse varices en cara antero externa de muslos, detrás de las rodillas, y en cara interna de piernas, pero al principio no suelen aparecer otros síntomas.
Pesadez y cansancio en las piernas. Sobre todo cuando se está mucho tiempo inmóvil de pie, y a última hora del día. Esto ocurre porque empieza a acumularse la sangre en las venas de las piernas. Normalmente los síntomas mejoran al andar, con el ejercicio, y al levantar las piernas.
Dolor. De intensidad variable según las personas. Normalmente se localiza en los trayectos de las venas afectadas, principalmente tobillo y pantorrilla. Puede empezar o aumentar con un simple roce, o un golpe de poca importancia.
Calambres. Principalmente nocturnos.
Hormigueos. Especialmente cuando las piernas permanecen mucho tiempo en la misma postura, por ejemplo en el cine o durante viajes en autocar o avión.
Sensación de calor o picores y escozores. Principalmente en tobillo y dorso del pie. Debe evitarse el rascado, pues pueden hacerse heridas con facilidad, al ser la piel más débil por la mala circulación y, también por este motivo, infectarse con facilidad.
Hinchazón o edema de los pies y tobillos. Aparece, según avanza la enfermedad, al acumularse el líquido extravasado. Al principio disminuye con el reposo, con las piernas elevadas, y al levantarse por la mañana, pero poco a poco se vuelve más persistente y puede llegar a ser permanente. Con el avance de la enfermedad puede ir ascendiendo a lo largo de la pierna.
Cambios de coloración en la piel. Manchas parduscas o violáceas que aparecen debido a la salida de glóbulos rojos de las venas afectadas que se acumulan debajo de la piel. Estos acúmulos deterioran la piel y la grasa que está debajo, ocasionando reacciones inflamatorias y dando lugar a zonas endurecidas, dolorosas y eczematosas.
Varices o venas dilatadas y retorcidas. Al avanzar el deterioro de las venas, estas se van dilatando y alargando, por lo que tienen que hacer curvas para acoplarse al espacio disponible.
Aparición de úlceras. Suelen aparecer cerca de los tobillos y, con mayor frecuencia, en la cara interna. Con frecuencia resultan bastante dolorosas y difíciles de curar. Se infectan con facilidad, lo que aumenta la dificultad para su curación. A veces son debidas a las lesiones por rascado, y otras surgen de forma espontánea.
Complicaciones de varices
Así pues, podemos considerar como complicaciones de las varices:
Cambios en la piel: aparte de la aparición de manchas originadas por el deposito de glóbulos rojos, cuando la acumulación de estos y de líquidos aumenta, se producen alteraciones en la piel y en los tejidos que están bajo la misma (alteraciones tróficas), debido a que los nutrientes no llegan correctamente. Como consecuencia de estas alteraciones, la piel se endurece, presenta un aspecto seco y escamoso, con cambios de color generalizados (ya no son manchas más o menos aisladas) e intensos picores.
Úlceras varicosas: con mucha frecuencia aparecen como consecuencia del rascado, debido a los picores por las alteraciones de la piel. Se presentan sobre todo en la cara interna de los tobillos y son dolorosas, bastante difíciles de curar, y se infectan con facilidad.
Hemorragias: se producen por la ruptura de las venas varicosas, cuya pared está muy debilitada, al igual que la piel, saliendo la sangre al exterior. Pueden deberse al rascado, por un traumatismo que puede ser mínimo, o incluso producirse de forma espontánea, pudiendo ocurrir mientras
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