Juanito y las matematicas

Hace poco tiempo, en una ciudad como cualquier otra, había un niño que se llamaba Juan, pero sus amigos le decían Juanito. A Juanito no le gustaban las matemáticas, de hecho se podría decir que las aborrecía.

Juanito se encontraba cursando el primer año de la escuela secundaria y apenas se acercaba el día del examen y el, por supuesto, que se salía del salón antes de que la maestra entrara, para que esta no se diera cuenta. Por supuesto que Juanito iba a reprobar la materia de Matemáticas.

Como Juanito nunca en su vida había puesto atención a una clase de matemáticas ni siquiera sabía sumar, pasaba de año solo porque si ponía atención a las demás asignaturas y en estas otras sacaba dieces o nueves.

Sus amigos le decían: “Juan así como vas en matemáticas, no vas a pasar de año, ya no es como la primaria” ó “Juan ya échale ganas a mate”, etcétera. Y claro que a Juan esto le entraba por un oído y se le salía por el otro.

Unos días antes de la entrega de boletas del segundo periodo la maestra citó a los papas de Juanito ya que era el segundo periodo que Juanito reprobaba con cinco. La maestra le comento a los papas de Juanito esto y les dijo que si Juanito no subía de calificaciones no pasaría de año, además de que Juanito nunca ponía atención a las clases, sin mencionar las veces que se salía del salón.

El mismo día, al regresar de la cita con la maestra, Juan llegó a su casa sus y papas lo reprendieron muy fuerte. Y, entre otras, cosas le dijeron “JUAN ESTARAS CASTIGADO HASTA QUE TERMÍNE EL CICLO ESCOLAR” “mama pero yo. . . .” “¡PERO NADA JOVENCITO ESTO ES EL COLMO, ESTARAS CASTIGADO HASTA QUE TU PROMEDIO EN MATEMATICAS SEA DE NUEVE O MÁS, SINO NO PASARAS DE AÑO”!

La cita con la maestra y el regaño de sus papas trajeron a la cabeza de Juanito dando vueltas todo el día.

Por fin, después de un cansado día llegó la hora de dormir. Juanito se lavó los dientes y la cara y se fue a acostar. Juanito no dejaba de pensar en lo mismo, pero, el sueño lo venció y este se durmió.

Juanito, a lo lejos, vio una letra “M”, pero esta letra no era una letra cualquiera, ésta letra tenía ojos, nariz y boca. Juanito se talló los ojos, pero ésta letra permaneció ahí. Estaba la letra en un lugar raro con muchos números, arboles con números colgando.

Y de pronto se holló una voz gustosa que decía: “¡Hola Juanito!, pero Juanito dijo: “Debe ser solo mi imaginación”, e ignoro la voz. Pero se holló de nuevo la misma voz gustosa que decía “¡Hola Juanito!” a lo que Juanito respondió “¡¿Quién eres? ¿Dónde estás?!” y se holló una respuesta “¡Yo la letra M que está enfrente de ti!”

Pero. . . ¡Las letras no hablan! ¡Ni siquiera tienen vida! ¡Si solo son solo líneas curvas de tinta! Yo no soy cualquier letra, ya verás porque lo digo. Ven aquí Juanito te estaba esperando, te quiero mostrar algunas cosas. ¡¿Quién eres? ¿De dónde vienes?! Ven Juanito solo sígueme no soy mala. Pero explícame ¿Que eres? ¿De dónde vienes? y ¡¿Cómo es que hablas?! Juanito, ven aquí y te explicaré.

Como ya te has percatado, yo soy una letra “M” y me llamo Letra Eme pero me puedes decir solo Eme. Vengo del país de las matemáticas. Pero, ¡si yo odio las matemáticas Eme! Ya lo sé Juanito, y esa es la razón por la que te he traído aquí. Y ¿Tu qué haces en el país de las matemáticas si eres una letra? No sé si sepas ¿Qué es una ecuación ó que es una incógnita? Mmmm . . . no se que es una ecuación, pero una incógnita mmmm ¡ya se! Una incógnita es una actriz con lentes obscuros cuando no quiere que la reconozcan ¿No es así Eme? No, después te lo explicaré Juanito. Una incógnita es parte de una ecuación y estas son matemáticas y llevan letras y he ahí porque estoy en un país de matemáticas. Pero matemáticas ni siquiera es un país. Del mundo que yo vengo si lo es.

 De pronto, Juanito abrió los ojos al oír la voz de su mama. “Juanito no seas flojo ¡Despierta! Ya es tarde” Y Juanito se metió a bañar mientras se repetía una y otra vez: “Solo fue un sueño”. Juanito llegó a la escuela y le conto su sueño a sus amigos los cuales se burlaron de él diciéndole “ay Juanito tú y tus sueños locos jajajajaja”. De pronto, sonó el timbre, ¡La hora de salida había llegado! La mama de Juanito llegó y se fueron a casa y, mientras comían, Juanito le comento el sueño a su mama. Y ella le respondió: “ay Juanito en lugar de estar pensando en tonterías deberías de aplicarte en matemáticas” “está bien mamá” fue la respuesta de Juanito. Juanito hizo la tarea, jugó video juegos un rato y vio el reloj, ya eran las 9:30 p.m. Y dijo: “Ups creo que me pase de tiempo ya es tarde, me iré a dormir” y se fue a dormir.

De pronto volvió a ver ese lugar, con números por doquier, y arboles con números colgando. Y de nuevo vio a la Letra Eme.

¡Hola Juanito! ¡Qué bueno que llegaste! Porque hoy te quiero presentar a unos amigos. ¡Sube a mi auto! ¡Qué auto tan raro, las llantas son letras “O”, los asientos son cubos, y lo demás son números! Anda sube Juanito.

Aquí es. Toca la puerta Juanito. ¿Que esa cruz? ¿Que ese tache? ¿Qué es esa línea acostada? ¿Qué son esas dos líneas acostadas? ¿Qué es esa mancha? Y ¿Qué es esa línea acostada con una mancha arriba y una abajo? Juanito, ellos son la familia “signo”

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