Los niños de la calle ya que son parte de nuestra sociedad

Los niños de la calle

Creo relevante mencionar a los niños de la calle ya que son parte de nuestra sociedad, ellos no son el resultado de un problema familiar, sino que es muy profundo y muchas veces parecen plagas, sin oficio ni beneficio, sin educación, sin escuela, sin oportunidades de salir adelante, con vicios.  

A los niños de la calle  los vemos a diario, cuando el semáforo nos marca el alto, debajo de los puentes, en las glorietas, afuera de las tiendas y poco a poco en más lugares, es asombroso como en el paso de los días los niños van aumentando, un aumento sorprendente.

Son traga fuegos, malabaristas, mendigos, limpia vidrios, payasitos, desamparados, venden chucherías o simplemente van acompañados de un adulto. Estos niños son el resultado de la acción humana, de la situación social, económica, política y cultural de nuestra sociedad ¿Pero realmente vemos a esos niños?, ¿Nos hemos preguntado acaso, quiénes son, de dónde vienen, por qué están ahí?, ¿Por qué lo hacen? Lo más probable es que no.

Considero importante mencionar todo esto pues aunque es pare de nuestra vida cotidiana, creo que la vida de muchos como ellos puede ser mejor y nuestro entorno también lo sería. Aunque nuestro gobierno ignora a esta problemática de estos niños, como sociedad podemos apoyarlos aportando nuestro granito de arena, quizá no resolvamos el problema pero podemos hacer mucho.

Son niños de éste nuestro país “México”, son niños limosneritos, personitas ignoradas y deshumanizadas. Son invisibles, no se les pone un rostro, no se les ve a los ojos, no se reconocen como ciudadanos mexicanos con un potencial que no se les permite desarrollar. Son invisibles ante el gobierno, si no fuera así, no permitirían que fueran explotadas como trabajadores infantiles en las calles y cruceros obteniendo ingresos para otros. Carecen de un ambiente digno, que no les permite fortalecer su autoestima. Se les niega educación y un ambiente seguro para desarrollarse. Es el gobierno quien debería protegerlos. Ellos no pueden hacerlo solos, son solo unos niños. Son seres inocentes que tienen derecho a un futuro, tienen derecho a los servicios de salud, educación y a tener esperanzas. Tienen derecho a ser protegidos.

Son niños con un potencial mal encaminado, desperdiciado, encaminado hacia lo malo. Su valor como seres humanos lo han perdido ante los demás, y lo que es peor, ante sí mismos. El valor que muchas veces se les da, es el monetario ante quienes los explotan.

Se les hace sentir como un bien que puede ser vendido. Están condenados a una vida sin esperanza porque se les roba su autoestima, su dignidad es pisoteada, no valorada. Al darles una limosna nos quitamos ese sentimiento de culpa, pero estamos contribuyendo a que en su futuro sea un ciudadano sin valores.

Los niños pordioseros representan la forma más extrema de explotación infantil, no tienen la protección de un movimiento verdaderamente defensor de los derechos de los niños, el cual no se considera en las reformas actuales. No existen mecanismos que los protejan, que los integren o que los rehabiliten, si existen leyes al respecto, no las aplican.

Muchas veces el gobierno los quitan de los lugares públicos para dar una mejor imagen a la ciudad, sin embargo lo que hace es como desecharlos, los consideran delincuentes, que representan una amenaza moral para la sociedad civilizada, debería quitarlos para cambiar sus condiciones de vida, para ayudarlos. Pero no es así, la único que hacen para dar una buena imagen es encarcelando a estos niños. Tanto el gobierno como la sociedad entera deberían tomar conciencia del valor de estos niños y la contribución que cada uno pueda hacer para resolver la situación.

Duele ver el camino que siguen los niños, los futuros ciudadanos. Hoy en día  se  emplean millones de pesos para salvar animales del circo, de malos tratos, de manos criminales, del contrabando, etc., en todas partes del mundo evitando que sean maltratados, muy notable labor. Pero es una declaración irónica sobre la humanidad, México debería salvar  a sus niños en la condición de calle.

México está fracasando con los niños de la calle, con los futuros ciudadanos, si nuestro país no invierte en sus niños, gran parte del futuro de los niños es incierto, pero lo que es peor, gran parte del futuro de México será un fracaso.

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