Niños De La Calle
Enviado por Shadow_Hunter • 6 de Diciembre de 2013 • 3.814 Palabras (16 Páginas) • 279 Visitas
En 1989, durante los trabajos de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), definía al niño de la siguiente manera: un niño es un ser humano que tiene pocos años, inexperto, irreflexivo. Es un afortunado que recibe trato afectivo, sin importar su raza, color, sexo, idioma, religión, nacionalidad, si es rico o pobre, si tiene o no padres o impedimentos físicos o mentales. Los niños -para la ONU- son primero y están por encima de cualquier otra consideración.
Con la frase niños de la calle se les llama a los niños que viven en las calles de una ciudad sin obtener atención familiar y/o protección de un adulto. Desplazados de sus casas por la violencia, el abuso de drogas y alcohol, la muerte del padre o la madre, crisis familiares, guerras, desastres naturales o simplemente por el colapso socioeconómico, muchos de los niños de la calle se convierten en indigentes son forzados a ganarse la vida en las calles, hurgando, mendigando, vendiendo en los barrios de chabolas y ciudades contaminadas del mundo en vías de desarrollo. La situación en la que se llegan a encontrar es tan mala que viven en edificios abandonados, cajas de cartón, estacionamientos, estaciones en desuso, bodegas o en cualquier rincón donde puedan dormir sin ser agredidos por otras personas o ser víctimas de su peor temor (ser encontrados por la policía). Aunque es probable que muchos posean pequeños empleos como el lustre de zapatos o la venta en mercados para sobrevivir, muchos terminan muriendo en la acera, víctimas de las drogas, la rivalidad entre pandillas y las enfermedades.
Sin alguna forma de educación básica y capacitación económica, el futuro es sombrío para estos niños de la calle y su expectativa de vida es terriblemente baja.
Encontrar una definición precisa que pueda definir la gran variedad de circunstancias en las que estos niños de la calle viven, o sobreviven día a día, es algo complicado, considerando que las condiciones en las que se dan estos casos son muy heterogéneas: desde niños que pasan todo el día en la calle y duermen en casa, con unos padres poco capacitados para atenderle adecuadamente; a jóvenes totalmente independientes que establecen sus propios grupos sociales, o comunidades de drogadictos dedicados al robo.
Ha sido la UNICEF la que ha proporcionado algunas definiciones para identificar a los niños de la calle:
Niños de la calle son aquellos que están relacionados con algún tipo de actividad económica, que va desde la mendicidad a la venta modesta. La mayoría de ellos vuelven a casa al final del día y contribuyen con sus ingresos a la economía familiar. Ocasionalmente pueden asistir a la escuela y normalmente mantienen cierto sentido de comunidad familiar. Debido a la precariedad de la situación económica familiar, estos niños pueden verse eventualmente empujados a una estancia más permanente en la calle.
Niños de la calle también son aquellos que realmente viven en la calle, fuera de un medio familiar convencional. Los lazos familiares pueden existir todavía, pero son mantenidos sólo ocasional o involuntariamente.
Niños que trabajan durante la semana en las calles y que solamente regresan durante los fines de semana a las viviendas de sus familias, por ejemplo, porque el camino entre el lugar de trabajo y la casa de la familia es demasiado lejos
El trabajo infantil priva a los niños de las condiciones normales para un desarrollo pleno, es decir, les impide gozar de la salud, la educación y el juego. A esto se añade el hecho de que en sus diferentes trabajos, los niños están expuestos a peligros, accidentes y enfermedades inherentes al mismo.
La desnutrición es más aguda entre los niños indígenas de todo el país, porque la dieta que consumen consiste escasamente en productos del maíz, como tortilla y atole.
Muchos de ellos viven en las grandes mega-ciudades de América Latina. Los más jóvenes recién cumplen cinco años. Hay niños así en muchas de las grandes ciudades del mundo, especialmente en países en vías de desarrollo, que son víctimas de abusos, negligencia y explotación. En ocasiones, los niños son asesinados por "escuadrones de limpieza" organizados por los negocios locales. En Latinoamérica, muchos de ellos son víctimas de abandono por familias económicamente incapaces de sostener a todos sus hijos. En África, una causa más común es el SIDA.
¿Cuál es la situación en México?
En México, hablar de la infancia es sacudir historias de dolor, sufrimiento, pobreza, abandono, injusticia, miseria, humillación y desprecio.
Es hablar de miles de menores que viven en las calles luchando por sobrevivir, niños acusados, señalados, estigmatizados, reprimidos, marginados, torturados y encerrados injustamente, niños a quienes se les ha negado el derecho a la dignidad, al juego, a la justicia, a la libertad, niños golpeados, maltratados, extorsionados, violados, explotados, niños que abandonan la escuela porque tienen que trabajar.
En México hay niños que duermen en las calles, que se drogan, roban y se prostituyen, niños que tienen hambre, están desnutridos y enfermos, con pocas probabilidades de tener un desarrollo físico, intelectual, afectivo y emocional adecuado y con esas condiciones están condenados a sobrevivir con serias desventajas y limitaciones para enfrentar su vida como adultos.
También es hablar de una sociedad que olvida y margina a los niños que ella misma produce, y con cuyo silencio y contemplación se vuelve cómplice de la injusticia en la que los menores viven.
En México existen más de 31 millones de niños de los cuales al menos 40 por ciento de ellos tienen que trabajar y dejar de lado las condiciones de salud y educación que todo niño debe tener para desarrollarse plena¬mente.
Cifras, Distribución y Sexo
Cifras
Aunque no existe ningún registro fiable, se suele afirmar que el número de niños viviendo independientemente en las calles del mundo oscila entre los 100 y los 150 millones.
Según datos de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF), tan sólo en el Distrito Federal el número de niños que trabajan en las calles rebasa el millón. Estos niños, a una muy temprana edad -cuando tienen menos de nueve años- se ven en la necesidad de apoyar el ingreso familiar con su trabajo.
Los datos estadísticos, por muy fríos que puedan parecer, nos muestran sin embargo un panorama sombrío y preocupante sobre la situación de la infancia en México; no sólo por el hecho de que los niños tengan que trabajar, sino por las condiciones en las que se lleva a cabo el trabajo. Estas condiciones son la mayoría de las veces injustas, y existen en ellas claros signos de explotación.
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