Análisis estilístico del cuento "Nuestra Señora de Nequetejé", de Fco. González Rojas.
Enviado por Elena López • 8 de Noviembre de 2016 • Trabajo • 1.478 Palabras (6 Páginas) • 9.619 Visitas
Análisis estilístico del cuento “Nuestra Señora de Nequetejé”, de Francisco Rojas González
- Introducción.
“Nuestra Señora de Nequetejé” es el octavo de los trece cuentos del libro El diosero, escrito por Francisco Rojas González, publicado por primera vez en 1952 por el Fondo de Cultura Económica, en la colección Letras mexicanas.
Rojas, originario de Guadalajara, fue un escritor mexicano que “se interesó en especial por temas relacionados con la antropología y la sociología mexicana, lo que le permitió ahondar en los ambientes de sus novelas y relatos cortos”. De hecho, estudió etnografía y etnología en la Universidad Autónoma de México. Dichos conocimientos, a la larga, le posibilitaron escribir sus obras con “un espíritu de apasionada observación”, mostrando “un conocimiento directo de las creencias religiosas y las actitudes de los indios”.
El cuento que mencionaremos trata, a grandes rasgos, versa sobre un test de apreciación artística de pinturas famosas que realiza una psicoanalista entre los indígenas del pueblo de Nequetejé. Éstos no muestran interés particular por la composición de las imágenes, sino por los colores y las formas empleados en ellas. La Mona Lisa, de entre todas, captura su atención, ya que en ella encuentran semejanzas con la Santísima Virgen María. Tanto se admiran al verla, que se quedan con el cuadro. Uno de los integrantes del equipo de la expedición retorna al pueblito para aclarar algunos datos de la investigación, y se encuentra, ante el asombro y la tristeza del capellán recién llegado –y el propio– que los indios han comenzado a venerar la pintura de La Gioconda, pues le atribuyen milagros y la asocian con la Madre de Dios. Incluso han llegado al punto de entronizarla en vez del Crucifijo del altar mayor.
En el presente trabajo efectuaremos un análisis convencional del citado escrito, en el cual estudiaremos tres elementos: su estructura, su contenido y su estilo. Dichos componentes serán explicados en su apartado correspondiente.
- Análisis.
- Estructura.
El lenguaje narrativo está muy bien utilizado para referir los hechos: la sintaxis es correcta. En cuanto a la semántica, cumple la función de acercarnos a la cosmovisión indígena, creada a partir de los colores, de las formas, a diferencia de la cultura europea.
El lenguaje morfológico discursivo se manifiesta de dos maneras: el de los estudiosos hablan con términos especializados e incluso rebuscados –o despreciativos–, numerosas frases, acompañadas de una actitud arrogancia; y el los indígenas, que utilizan monosílabos o frases cortas, pues les cuesta trabajo expresarse verbalmente y, además, perciben las cosas de un modo en apariencia más simple, además de que son más taciturnos. Por otro lado, los miembros del equipo emplean una jerga técnica, propia de su campo de estudio, en tanto que los habitantes del pueblo utilizan frases coloquiales, apócopes de palabras y, en general, expresiones propias del hablar popular de los mexicanos. Ellos usan más los recursos metalingüísticos para comunicarse (postura corporal, miradas, gestos); para los investigadores, el uso de palabras es indispensable. En cuanto a los vocablos y descripciones que Rojas pone en boca del narrador, ponen de manifiesto el grupo al que pertenece el narrador –al primero–. El sacerdote, por último, se expresa en términos religiosos, como corresponde a su ocupación (aludiendo al pastor y al rebaño, a Dios, al Señor).
El tiempo narrativo es lineal o cronológico, es decir, narra los hechos en el orden en que ocurrieron. Hay una situación inicial, un conflicto y una situación final.
En cuanto a los personajes y sus roles, podemos mencionar los siguientes:
–El narrador: dado que también forma parte de la historia, su rol es contar lo que acontece a lo largo de ella. No sabemos su nombre, que es compañero de investigación de la psicoanalista que propone el test e integrante del grupo de la expedición que traslada las pinturas al pueblo de Nequetejé, donde presencia la aplicación de la prueba. También, más tarde, regresa al pueblo para verificar ciertos informes para completar la indagación y luego publicarla, pero enfrenta problemas con los lugareños. Su rol es protagónico, pues interviene en toda la historia, y portavoz, pues, como como dijimos, es quien la relata.
–La psicoanalista: es quien propone la prueba de las pinturas en el pueblo. Es gracias a ella a quien se desencadena todo lo que tiene lugar en el cuento, y quien lleva a la localidad las obras pictóricas. Es quien quiere estudiar, como ya se dijo, la apreciación pictórica de los indios de Nequetejé. Es un personaje principal, debido que desencadena el conflicto, y también, en un punto de la historia, expone las razones por las que hizo la prueba y manifiesta sus teorías sobre ésta.
–Los habitantes de Neq uetejé: son las personas en las que recae la aplicación del test. Son indios que pertenecen a la raza pame, de todas las edades. Son ellos quienes presencian y reaccionan a la exposición de los cuadros, a fin de que la psicoanalista haga su análisis. En resumen: son quienes muestran los resultados de éste. En adición, también amenazan al protagonista, pues creen que ha vuelto para sustraer la pintura que tanto aman. En este grupo podemos mencionar a una anciana de voz plañidera y pasos pausados, un hombre adulto, mal encarado y con machete campero y a varios conjuntos de tres o cuatro hombres que lo miran de forma intimidante. También son personajes principales, pues son elementales para el cuento. Sin ellos, la historia no sería posible.
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