CONSEJO TECNICO ESCOLAR
Enviado por icrac • 26 de Septiembre de 2013 • 2.066 Palabras (9 Páginas) • 721 Visitas
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Características de los niños y las niñas de Educación Primaria
LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS DE PRIMER GRADO
El ingreso a primaria significa para los niños y las niñas una difícil transición entre las experiencias lúdicas del ámbito familiar y las exigencias formales de un sistema escolarizado, un tanto ajeno a sus experiencias anteriores.
Las niñas y los niños de seis años perciben el mundo de forma indiferenciada. Pueden describir hechos sin distinguir las partes de una secuencia temporal. Es durante el primer grado cuando comienzan a descomponer en partes a un todo y a identificar relaciones entre dichas partes.
Como resultado de ello podemos decir que las niñas y los niños de primer grado:
Son subjetivos.
No saben aún diferenciar entre lo propio y lo ajeno y hacen prevalecer sus razones por sobre las de los demás.
Sus opiniones son poco objetivas.
Actúan impulsivamente porque todavía no se han familiarizado con las normas escolares y las de convivencia social.
Les resultan difíciles las actividades grupales: no dialogan, antes bien, monologan.
Su mundo es mítico. Las plantas, animales y objetos inanimados, poseen para ellos vida propia y actúan caprichosamente contra el intento humano de comprenderlos racionalmente.
La imaginación y la intuición son sus mecanismos de razonamiento. Viven en la fantasía e ignoran la historia social de la cual son protagonistas inconscientes.
Para ayudarlos a asumir su paso al sistema escolar, debe mostrárseles las relaciones espacio-temporales naturales: antes, después, ahora, arriba, abajo, izquierda, derecha. También hay que apoyarlos para que distingan lo esencial de lo accidental.
Sin complacencias, debe tratárseles siempre con afecto. Hay que escucharlos, que sepan escuchar y enseñarles a ser pacientes. Debe mantenérseles siempre activos para que no renuncien a su mundo de acciones concretas, y para que, simultáneamente, acepten las abstracciones y formalidades.
Los niños y las niñas no son adultos pequeños. Son niños y no podemos exigirles que actúen como adultos. Su forma de percibir el mundo es muy diferente a la del adulto.
LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS DE SEGUNDO GRADO
Entre la informalidad de las relaciones familiares y la formalidad de las escolares, los niños y las niñas de segundo grado han dado pasos importantes hacia su apreciación objetiva del mundo.
Estos infantes han comenzado a adquirir conciencia de los límites impuestos por la propia realidad.
En su conducta, se manifiestan los siguientes cambios:
Saben ya descifrar la escritura y han sobrevivido un año de adaptación a un medio escolar que les era ajeno.
Se reconocen diferentes de los otros, aunque todavía les falte mucho para comenzar a construirse a sí mismos en los otros. Estos cambios socioafectivos y cognitivos son paralelos a cambios corporales importantes.
Los niños y niñas de siete años comienzan a mudar su dentición y a aumentar su talla y su peso. Tales variaciones, para ellos incomprensibles, les producen incomodidad, pero tienen el efecto de concentrar su interés en los cambios que suceden no sólo en sus cuerpos sino también en los ocurridos en otros cuerpos.
Se intensifica así, su curiosidad investigadora y comienzan a preguntarse acerca de las causas lógicas de los fenómenos.
Les interesa el desarrollo de la anatomía y se hacen, más o menos conscientes, una pregunta clave: "¿de dónde provengo?". Su interés por los procesos de concepción y embarazo aumenta conforme son más drásticos los cambios en su propio cuerpo.
Es éste el momento de aprovechar su afán investigador y su deseo de contacto con el mundo para estimular el abandono de la timidez o de la prepotencia, de la indiferencia y de las conductas subjetivas que inhiben la socialización. Es ahora cuando debe fomentarse en él la práctica de la lectura para que puedan entrar en contacto por sí mismos, en la medida de sus capacidades, con las grandes realizaciones de la cultura humana y las actitudes de tolerancia y solidaridad que deben dirigir la vida de toda persona.
LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS DE TERCER GRADO
Ya saben leer, se expresan con cierta fluidez y distinguen los seres vivos de los no vivos, además de diferenciar los objetos naturales de los creados por el hombre.
No obstante, sus dudas respecto del yo interno, opuesto al externo, son más urgentes: comienzan a mirar objetivamente al mundo pero desconocen el interior de su propio cuerpo.
Tienen ideas difusas acerca de lo ocurrido en el pasado y de lo que puede proyectarse hacia el futuro. No son capaces todavía de poner sus experiencias al servicio de proyectos futuros.
Comienzan a ser solidarios. Hacen suyas las alegrías ajenas y saben que pueden consolar las penurias de otros. Sin embargo, sus amistades son todavía inestables, por lo que continúan buscando y conociendo.
Antes se portaban bien por obediencia o por temor; ahora empiezan a reconocer el sentido de lo correcto por la validez de normas de las que incluso dudan en la mayor parte de las ocasiones.
Se han vuelto más receptivos y desenvueltos, lo cual los lleva a participar en grupos con más frecuencia.
Llega así el momento en que se les puede solicitar mayor cooperación de su parte en la escuela y en el hogar.
Deben reconocerse en la participación grupal, saber que sus opiniones no son las únicas válidas y por ello, percatarse de que sus compañeros y familiares pueden aportar una gran riqueza a su vida.
Por eso, en este grado, comienza el estudio sistemático de la historia, aunque todavía informalmente. Es ahora cuando debe enseñarse a los niños y a las niñas, que la historia no depende de su voluntad o de la de unas cuantas personas, sino de la participación de todos los miembros de la sociedad.
El respeto hacia las opiniones de los niños y las niñas, estimulará sin duda el desarrollo de juicios críticos propios, si no independientes del todo de la subjetividad, sí basados en parte, en procedimientos lógicos de razonamiento.
Estos niños y niñas que pronto dejarán de mudar dientes, son los que quieren conocer el mundo. Disponen ya de facultades en ciernes
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