La Condicion Humana
Enviado por lourdes_ch • 17 de Octubre de 2012 • 1.307 Palabras (6 Páginas) • 2.121 Visitas
La condición humana.
“Vita activa y la condición humana”
08/09/2010
ARENDT, H
Institución: instituto superior Juan XXIII.
Carrera: profesorado de piscología.
Año: 1° “B”
Materia: Perspectiva filosófico pedagógica.
Integrantes: Ana van Konynenburg
Con la expresión vita activa designamos tres actividades fundamentales: labor, acción y trabajo, siendo fundamentales, ya que cada una corresponde a una de las condiciones básicas bajo las que se ha dado al hombre la vida en la tierra.
Labor es la actividad correspondiente al proceso biológico del cuerpo, cuyo crecimiento, metabolismo y decadencia final están ligados a las necesidades vitales.
La condición humana de la labor es la misma vida.
Trabajo es una actividad que corresponde a lo natural de la exigencia del hombre. El trabajo proporciona un “artificial” mundo de cosas distintas de las circunstancias naturales.
La condición humana del trabajo es la mundanidad.
La acción siendo la única actividad que se da entre los hombres sin la mediación de cosas o materia corresponde a la condición humana de la pluralidad al hecho de que los Hombres vivan en la Tierra y habiten el mundo.
Las condiciones más generales de nuestra existencia como hombres son: nacimiento y muerte, natalidad y mortalidad, relacionadas íntimamente con las tres actividades anteriores y sus correspondientes condiciones, que aseguran la vida individual y de nuestra especie, establecen y preservan los cuerpos políticos y son necesarios para que tengamos una historia, un recuerdo. Además, en cuanto a la natalidad específicamente, éstas cumplen la misión de proporcionar y conservar el constante aflujo de nacimientos en el mundo. Sin embargo, de las tres actividades, la más relacionada con la natalidad es la acción, ya que el recién llegado tiene la capacidad de actuar, de comenzar algo nuevo.
Esta condición humana de la que hablamos, abarca más que las condiciones por las que se ha dado la vida al hombre. Como seres humanos, estamos condicionados. El mundo en que la vita activa se consume está formado de cosas que nosotros mismos producimos y nos condicionan constantemente, así como también nosotros creamos continuamente nuestras propias condiciones, que poseen el mismo poder. De este modo, la objetividad del mundo y la condición humana se complementan mutuamente.
El problema de la naturaleza humana, parece no tener respuesta tanto en el sentido psicológico individual, como en el filosófico general. Nada nos hace posible afirmar que como hombres tenemos una naturaleza o esencia en el mismo sentido que otras cosas, ya que si tenemos una esencia, Dios es el único que puede conocerla y definirla. A esto se debe que los intentos que hacemos por definir esta naturaleza acaban en la creación de una deidad, en el dios de los filósofos, aún cuando esto nos lleve a generar sospechas sobre el mismo concepto de naturaleza humana. Por otra parte, la opinión de la Filosofía, diferenciándose con las ciencias, que como ella también se preocupan por el hombre, es que las condiciones de nuestra existencia como seres humanos no pueden explicar lo que somos o quiénes somos ya que jamás nos condicionan de manera absoluta.
La expresión vita activa de la que venimos hablando, esta cargada de tradición, surgida de una concreta constelación histórica: el juicio al que fue sometido Sócrates y el conflicto entre el filósofo y la polis. Esta expresión se encuentra ya con San Agustín, donde como vita negotiosa o actuosa, sigue guardando su original significado: vida dedicada a los asuntos público-políticos.
Aristóteles distinguió tres modos de vida que podían elegir con libremente los hombres, que tenían en común su interés por lo bello, pero como requisito descartaba todas las formas de vida dedicadas principalmente a mantenerse vivo, excluía a todos los que involuntariamente habían perdido la libre disposición de sus movimientos y actividades.
Una diferencia principal entre el empleo de la expresión en Aristóteles y en la época medieval,
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