La Enseñanza Del Español

“LA ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL BASADA EN LAS PRÁCTICAS SOCIALES DEL LENGUAJE PARA EL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS: LINGÜÍSTICA Y COMUNICATIVA EN EL NIVEL BÁSICO.”

Las prácticas sociales del lenguaje son pautas o modos de interacción que enmarcan la producción e interpretación de los textos orales y escritos. El propósito de su implementación en la asignatura de español en la educación básica es lograr que tenga sentido trabajar en la escuela, es decir que lo que se enseñe sobre lenguaje en ella sea de uso práctico en la vida diaria. El presente ensayo se hace con el fin de cumplir con el trabajo final del segundo parcial de la asignatura Prácticas Sociales del Lenguaje, esperandyuo que con este lleguemos a una reflexión sobre la enseñanza del español basada en las PSL para el desarrollo de las competencias. Incluirá lo más relevante de los contenidos del primer y segundo parcial abarcados en la asignatura.

El desarrollo de competencias es primordial en los actuales programas de estudio, ya que se busca la funcionalidad de la escuela en la vida diaria. A través de diversos contenidos que se articulan en los tres niveles que componen la educación básica se busca favorecer en particular dos competencias: la lingüística y la comunicativa. La competencia lingüística se refiere a la capacidad que tienen las personas para entenderse y expresarse en un idioma ya sea de forma oral o escrita atendiendo a la intencionalidad y a la adaptación según sea la situación. La competencia comunicativa es la serie de conocimientos normalmente inconscientes y necesarios de las reglas lingüísticas, culturales y sociales de un individuo para utilizar un idioma adecuadamente en cada situación.

Según Chomsky (1970), el lenguaje es un conjunto de signos de la misma naturaleza, cuya función primaria es permitir la comunicación entre organismos. Las dos competencias anteriores se introdujeron gracias a la importancia que tiene el lenguaje en nuestras vidas, por ello debemos preparar a los alumnos desde la escuela para que sean capaces de comunicarse de manera adecuada según el contexto, la situación y los interlocutores. Existen cuatro habilidades lingüísticas básicas (hablar, escuchar, leer y escribir), y para cada una de ellas existen distintas PSL que sirven de apoyo a los alumnos obtener la competencia comunicativa.

Cuando hablamos producimos mensajes apoyados en las reglas y los elementos del código (Raúl Ávila, 1999). Según nuestras intenciones y la situación hacemos cierto uso de los elementos y ciertas combinaciones, respetando las reglas correspondientes. Y aunque el aprendizaje del lenguaje se da en primera instancia en la sociedad, la escuela nos ayuda a formalizar estos conocimientos. La labor docente se vale de distintas estrategias para permitirnos aprender gramática, redacción, ortografía, sintaxis, etc. El cambio aquí es que gracias a las prácticas sociales del lenguaje adquirimos estos conocimientos pero conscientes de su funcionalidad y no solo de su existencia.

Es importante que el alumno entienda y aprenda a quién va dirigido para determinar su uso léxico, y es labor del docente encaminar a estos a un uso más consciente y profundo de su lengua. Uno de los puntos más importantes, sino es que el más importante, es que todo texto debe tener un destinatario, es decir, a quien va dirigido, para que tenga razón de ser, que el alumno escriba sobre algo que él está viviendo, que le sea familiar y que conozca para desarrollar sus habilidades. Comunicar es hacer saber a otro lo que uno piensa, lo que uno siente o lo que uno desea (Manuel Seco, 1995). Cierta es esta frase puesto que en la enseñanza del lenguaje y a través de las prácticas sociales que el alumno de primaria obtenga será aquella que desarrollará por el resto de su vida para comunicarse, por lo que es imprescindible que aprenda a hacerlo correctamente. Otro ejemplo de estos contenidos son las funciones de la lengua.

Comunicar es hacer saber a otro lo que uno piensa, lo que uno siente o lo que uno desea (Manuel Seco, 1995). El habla es la manera más común de comunicarnos, aunque no es la única. Dentro de la comunicación lingüística encontramos algunas funciones como la referencial, que consiste en decir algo sobre las cosas; la sintomática, que suministra información sobre el hablante; la apelativa, con ella buscamos convencer al interlocutor; la fática, que nos sitúa en el diálogo para ir al punto que nos interesa; la metalingüística, para reflexionar sobre la lengua usando esa misma; y la poética, con la cual buscamos captar la atención del receptor en la forma del mensaje. Si bien antes ya formaban parte del currículo, ahora se enseñan para que el alumno comprenda su funcionalidad y desarrolle las competencias.

Además de distintos componentes de las lenguas también existen varios tipos lenguas, ya que estas se hablan de manera diferente en cada lugar. Algunas de las razones por las que varían son las circunstancias, los cambios en su comunidad, el ritmo que llevan, la distancia e influencia que reciben de sociedades más avanzadas, etc. Existen tres tipos de modalidades del español y variantes léxicas: las variantes geográficas, las sociales y las históricas. Aquí tenemos otro ejemplo de que conocimientos importantes que los alumnos pueden utilizar y que no solo importan para pasar el examen.

Lo ya mencionado son las bases que se necesitan para la enseñanza de la lengua. Según el lingüista suizo Jean Paul Bronckart (1985) “La enseñanza de la lengua es una de las prácticas pedagógicas más conservadoras y que con más frecuencia es desviada de su objeto específico a favor de finalidades vagamente histórico-culturales”. Con esto el autor busca decir que a lo largo de los años, la enseñanza de la lengua se ha vuelto cada vez más teórica; los alumnos no le encuentran ninguna utilidad. Por esa razón se cambió el enfoque: para quitarle importancia a la teoría y poner en primer lugar el uso del lenguaje o las prácticas sociales del lenguaje.

Cada vez son más altos los niveles educativos requeridos a hombres y mujeres para participar en la sociedad y resolver problemas de carácter práctico. De ahí la necesidad de una educación básica que contribuya al desarrollo de competencias amplias para mejorar la manera de vivir y convivir en una sociedad cada vez más compleja (SEP, 2009). La importancia de estudiar, comprender y aplicar el enfoque de la formación basada en competencias pretende que los docentes aprendamos a desempeñarnos con mayor calidad e idoneidad, de tal manera de reflejarlo en la enseñanza de los estudiantes.

A lo largo de varios años los planes y programas en cuestión educativa han sufrido una serie de cambios siempre con la finalidad de lograr mejoras en el nivel educativo. Según el Plan y Programa (1993)

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