ROMANCERO
Enviado por CindyOSuarezB • 25 de Junio de 2013 • 1.897 Palabras (8 Páginas) • 483 Visitas
Definición
El romancero es la expresión literaria emergente de la vida cultural de España en la última parte de la Edad Media. Están formados por un número indefinido de versos octosílabos con rima asonante en los pares - manteniendo casi siempre la misma rima durante toda la composición -, mientras quedan libres los impares. Éste es el resultado de escribir como versos diferentes los dos hemistiquios de los versos heroicos, los de los cantares de gesta, que tendían a las dieciséis sílabas y eran monorrimos.
Rasgos peculiares del romancero español.
Se trata en su mayor parte de:
--Textos de autor anónimo.
--Constituyen una emanación de los cantares de gesta, fragmentos de éstos que adquirieron autonomía porque relataban algún aspecto atractivo para el público por lo que se cantaban más frecuentemente al mismo tiempo que recibían ciento grado de retoque en su aspecto formal.
--Trasmisión oral. Por su brevedad, así como porque trataban algún tema de arraigo popular como también la musicalizad de su versificación y su frecuente repetición hizo que la trasmisión oral se hiciera tradicional.
--Lenguaje equivalente a obras cronológicamente posteriores. Ello se debe probablemente a que los romances fueron recopilados por investigadores de la literatura y la historia literaria en épocas posteriores a su creación y que en alguna época hayan sido modificados en su léxico originario porque al haber sido conocidos y escritos fueron adaptados a la evolución de la lengua.
--Permanencia integrado a la cultura popular. Es otro de sus rasgos peculiares. A pesar de que el elemento difusor originario o sea los juglares hayan desparecido, los romances mismos continuaron presentes en la memoria colectiva, siendo constantemente repetidos en reuniones, etc.
Otra característica muy importante es el fragmentarismo: El romance se centra en un momento determinado de la acción. Los antecedentes no aparecen porque son conocidos o no interesan, y se entra, como ya hemos dicho, directamente en el asunto. Además, con mucha frecuencia, la narración se rompe bruscamente sin que se conozca el desenlace final. El resultado es de una increíble eficacia poética, al atrapar al oyente en el misterio y la emoción, y hacerle participar con su propia imaginación, lanzada a una actividad creadora personal.
Desde el punto de vista estilístico, el Romancero manifiesta una gran sencillez y sobriedad de recursos: descripciones parcas y realitas, casi total ausencia de elementos fantásticos o maravillosos, escasez de adjetivos y metáforas. A pesar de ello se consigue una extraordinaria viveza narrativa y los más variados efectos poéticos.
Destaca en el romancero la inmediata composición de la escena y la presentación de los personajes, la aproximación a la realidad con una gran fuerza plástica y el arte de saber llevar, sin dilaciones, la atención del oyente hacia el núcleo temático. Se combinan admirablemente la narración y el diálogo; mediante éste se consigue el característico movimiento dramático de muchos romanes.
La alternancia en la utilización de las formas verbales - presente/pretérito - es otro aspecto que anima la narración con el cambio de perspectivas temporales, desde un pasado lejano a un pasado cercano e incluso a un presente o viceversa.
Las fórmula expresivas más utilizadas son las repeticiones de palabras o frase y el uso del paralelismo para conseguir una mayor intensidad emocional y rítmica. También se usan con mucha frecuencia las formas deícticas, apostróficas y exclamativas para conseguir mayor emotividad y recabar la atención del oyente.
Otra característica muy importante es el fragmentarismo: El romance se centra en un momento determinado de la acción. Los antecedentes no aparecen porque son conocidos o no interesan, y se entra, como ya hemos dicho, directamente en el asunto. Además, con mucha frecuencia, la narración se rompe bruscamente sin que se conozca el desenlace final. El resultado es de una increíble eficacia poética, al atrapar al oyente en el misterio y la emoción, y hacerle participar con su propia imaginación, lanzada a una actividad creadora personal.
Rasgos peculiares del romancero español.
Se trata en su mayor parte de:
--Textos de autor anónimo.
--Constituyen una emanación de los cantares de gesta, fragmentos de éstos que adquirieron autonomía porque relataban algún aspecto atractivo para el público por lo que se cantaban más frecuentemente al mismo tiempo que recibían ciento grado de retoque en su aspecto formal.
--Trasmisión oral. Por su brevedad, así como porque trataban algún tema de arraigo popular como también la musicalizad de su versificación y su frecuente repetición hizo que la trasmisión oral se hiciera tradicional.
--Lenguaje equivalente a obras cronológicamente posteriores. Ello se debe probablemente a que los romances fueron recopilados por investigadores de la literatura y la historia literaria en épocas posteriores a su creación y que en alguna época hayan sido modificados en su léxico originario porque al haber sido conocidos y escritos fueron adaptados a la evolución de la lengua.
--Permanencia integrado a la cultura popular. Es otro de sus rasgos peculiares. A pesar de que el elemento difusor originario o sea los juglares hayan desparecido, los romances mismos continuaron presentes en la memoria colectiva, siendo constantemente repetidos en reuniones, etc.
El proceso de trasmisión oral ha hecho que se produzcan variantes, deformaciones, intercalaciones diversas, incluso variaciones idiomáticas regionales. Encontramos por ello que de un mismo romance en cuanto al tema existen varias versiones dependiendo de la región y de la época.
Manuel Menéndez Pidal ha sido el más grande recopilador y comentador de romances. Su obra “Flor nueva de romances viejos” pone de manifiesto lo expresado en el parágrafo anterior al observar que del romance de “Gerineldo” existen 164 versiones diferentes las cuales halló en España, Marruecos y América. También en los distintos pueblos se repiten algunos argumentos, por ejemplo el de la doncella que se viste de soldado y va a la guerra, la mujer adúltera que desconoce al marido, etc.
ORIGEN DE LOS ROMANCES
En resumen:
Se estima que los romances se iniciaron como cantos juglarescos en el siglo XIII. Contemporáneos con los cantares de gesta y en gran medida originados en ellos, pronto adquirieron autonomía literaria a su respecto.
Mientras
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