Saber Y Comprender
Enviado por tatapinina • 13 de Mayo de 2013 • 5.094 Palabras (21 Páginas) • 267 Visitas
SABER Y COMPRENDER
Por: Manfred Max Neef
Premio Nobel de Economía
Siento una sensación muy extraña; me resulta bastante insólito que un chileno que vivió en el exilio hable sobre humanización, el día en el que se conmemoran 30 años del golpe de Estado en Chile, que provocó tantas muertes, tanta brutalidad y tanta deshumanización. Celebro esta coincidencia, sin embargo, porque de algún modo me compromete más profundamente con el tema.
No traje un tema acabadamente elaborado porque, al igual que todos ustedes, no tengo completamente claro qué es realmente la humanización, de manera que creo que sólo podamos compartir divagaciones y especulaciones.
Yo tengo 3 perros: un labrador, un pastor alemán y una perra Colie. Ésta fue la última que llegó, los otros están ya hace muchos años. Y observando esos tres animales es verdaderamente notable cómo se respetan, por sobre todas las circunstancias, ciertos valores fundamentales. La perra goza del total y más absoluto respeto por parte de los perros, por lo demás es sabido que un perro nunca agrede a una perra -a menos que sea un perro que esté enfermo-. Ella tiene todos los privilegios, hasta un super tragón como es el Labrador si está comiendo y ella se acerca, él se hace a un lado para que ella decida si quiere comer o no.
Vivo en una zona donde se dan los maravillosos cisnes de cuello negro que son particulares de la Patagonia chilena. Son aves, que se enamoran una vez en la vida y forman una pareja hasta que se mueren, los viudos o las viudas no buscan una nueva pareja, siguen recordando a la que tuvieron, y entre los dos cuidan a los cisnecitos y comparten las labores domésticas. Más al sur están los fascinantes pingüinos. También uno observa que todos los procesos ocurren por amores a veces apasionados. En las colonias de pingüinos hay ceremonias matrimoniales en las que participa toda la colonia y en que las pingüinas casaderas se ponen en una hilera y los pingüinos casaderos en grupo van saliendo uno por uno y por supuesto a cada uno de ellos le gusta una pingüina determinada, no es cualquier pingüina. Va donde esa pingüina, recoge con el pico una piedrecita y se la coloca en los pies y si ella a su vez lo recoge es que lo acepta y la colonia los declara marido y mujer y viven juntos también por el resto de la vida y el hombre empolla durante más tiempo que la hembra, incluso se llega al extremo de que hay suicidio por amor, cuando a un pingüino no lo quiere ninguna pingüina se lanza después de la puesta del sol cuando nunca los pingüinos entran al agua por temor a los lobos marinos y nadan mar adentro y nunca más se sabe de él.
¿Por qué les cuento estas cosas? Yo creo que tiene mucho que ver con el tema porque a mí me parece que nuestra necesidad más que humanizamos sería animalizamos un poco. Yo creo que los animales tienen las cosas mucho más claras y son mucho más decentes y más respetuosos con los principios y valores fundamentales que nosotros. Nosotros inventamos los valores para violarlos, inventamos las leyes para pasar por encima de ellas, diseñamos obsesivamente reglamentos para que no sean respetados, firmamos solemnemente tratados internacionales que después ningún país individualmente respeta.
Algo no marcha. La pregunta es: ¿Hemos sido siempre así? Esto no puede tener una respuesta rotunda y definitiva pero mi impresión es que no siempre hemos sido así. Algo ocurrió en el proceso de nuestra evolución que de haber sido seres bastantes completos nos transformamos en seres profunda y dramáticamente fragmentados y el resultado de ello es que hoy somos seres que a pesar de todo el inconmensurable conocimiento que hemos acumulado no encontramos realmente el lugar que nos corresponde en este milagroso conjunto total de la vida.
Si yo tuviera que definir el momento en una frase yo diría que hemos alcanzado un punto en el cual sabemos muchísimo pero comprendemos muy poco. Y creo que ahí es donde está el meollo del asunto, porque saber no es lo mismo que comprender. El describir y el explicar -que es lo que la ciencia nos enseña- nos permite acumular saber y eso desde la revolución científica, particularmente con Bacon, Descartes y Galileo, se logra a través de procesos fragmentados. Pero el comprender es más que describir y explicar, y la diferencia la puedo describir en mí ejemplo favorito y es que cualquiera de ustedes puede haber estudiado todo lo que es posible estudiar desde una visión teológica, filosófica, antropológica, biológica, bioquímica, sicológica, etc. sobre un fenómeno humano que se llama amor y ustedes han estudiado todo lo que se puede estudiar sobre el amor, saben todo lo que se puede saber sobre el amor pero nunca comprenderán el amor a menos que se enamoren.
Qué significa eso? Significa que yo sólo puedo pretender comprender aquello de lo cual me hago parte, no puedo comprender aquello de lo cual yo me separo y la ciencia tradicional nos enseña a separamos, separa el objeto observado del sujeto observador y sólo en un área de la ciencia -en la física cuántica- por primera vez el ser humano a través de ciencia pura se da cuenta de lo artificial y artificiosa que ha sido su experiencia científica porque en la física cuántica no hay separación posible entre objeto observado y sujeto observador, es toda una cosa profunda e íntimamente vinculada.
Pues bien, como resultado de esta situación y de la fragmentación consecuente del ser humano surge un estilo de organizarse en torno a la generación de conocimiento y en este proceso la universidad tiene una historia interesante a la cual me voy a referir en algún momento porque la universidad tampoco siempre fue como es hoy día. La universidad partió como una institución de un pensamiento holístico global y tremendamente integrado en torno a las que eran las 4 ciencias fundamentales de la universidad medieval. Y la universidad en su estructura se ha ido adaptando en consecuencia a lo que ha ido ocurriendo en la historia de la acumulación del conocimiento y particularmente de la revolución científica.
Pareciera que por primera vez en la historia 4 de las instituciones más determinantes en la orientación de las funciones de la vida humana -los gobiernos, las tradiciones religiosas, las corporaciones económicas y las universidades- han convergido en la consolidación de la discontinuidad entre los modos de ser humanos y no humanos. Al mundo distinto de lo humano no se le reconocen valores ni derechos inherentes. Valores y derechos se le conceden fundamentalmente a lo humano, al resto sólo en la medida en que es utilizado o utilizable por los humanos. Esta actitud hoy tan consolidada ha provocado un asalto sobre miles y quizás
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