Texto ensayista: El proceso lector
Enviado por Kassandra Moreno Ávila • 5 de Mayo de 2016 • Ensayo • 1.666 Palabras (7 Páginas) • 366 Visitas
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo
Lectura y Redacción en Español
Texto ensayista: El proceso lector
Alumna: Moreno Ávila Kassandra
22/Febrero/2016
EL PROCESO LECTOR
Introducción
La lectura, muchos la definen como un pasatiempo, otros como una pasión, pero la mayoría como un mártir con el cuál los profesores buscan que los alumnos estudien incesablemente para tener una calificación aprobatoria. Pero estos últimos no buscan encontrarle una definición o un concepto que ayude a que éste proceso sea menos obligado y más por interés propio, y esto haría que la lectura fuera más sencilla y llamativa, no un problema.
En la sociedad actual, encontramos mucha problemática con el proceso lector, ya que no es llevado a cabo por la mayoría de la población, más bien, es llevado a cabo por sólo la menor parte de ella. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que la lectura nos ayuda a pensar, a razonar, a tener un mejor vocabulario, a estar actualizados, a llenarnos de sabiduría, entre muchas otras cosas. Nos facilita la vida, porque al tener un conocimiento más amplio sobre distintos temas, podemos tomar decisiones de una manera más sencilla, y de una manera cada vez más madura.
En cuanto a la lectura, podemos tomar en cuenta distintos tipos de lectura, como por ejemplo, la mecánica, lectura rápida, fonológica, denotativa, connotativa, literal, oral, reflexiva, diagonal, silenciosa y escaneada. Un lector, siempre se enfocará en uno o más, para poder llevar a cabo la comprensión de la lectura.
Al encontrar nuestro tipo de lectura, con el que más nos acomodemos, podremos leer de una manera menos difícil, y con mayor gusto. Ya que mediante la comodidad se puede ir comprendiendo mejor aquello que se lee, si no se llega a la comprensión de lo que se está leyendo, todo será simplemente descifrar códigos para solo poder formar palabras al ir leyendo.
Normalmente, pocas personas tienen un concepto no erróneo sobre lo que es la lectura, y al existir este concepto erróneo, la lectura seguirá siendo minoría en la sociedad. Por esta razón en este trabajo se busca presentar algunos tipos de lectura que existen, problemas por los cuales la sociedad no le gusta leer y algunos consejos para llevar a cabo este proceso lector de una forma más sencilla. Así se pretende ayudar a que la lectura sea llevada a cabo por un número más significativos tanto de niños como adultos en una sociedad, ya que en estos tiempos ésta no es lectora.
Desarrollo
Leer es una actividad compleja, porque se debe llevar cierto ritmo para tener un contexto claro y poder comprender lo que el texto nos está transmitiendo. No sólo eso, depende también el tipo de género que se está leyendo, pues para algunos es más fácil leer contenidos que le son llamativos, a otros que podrían considerarle aburridos. Igualmente hay que tener la certeza de que la lectura se lleva a cabo toda la vida, siempre estamos leyendo anuncios, señales, precauciones, redes sociales, etc. También aprendemos nuevo vocabulario, el cual es infinito.
¿Quiénes deberían formar a los lectores? En la etapa de la niñez, tanto los padres como los maestros son responsables de enseñar a leer. Y cuando el niño recibe el estímulo y la oportunidad adecuados, sus aptitudes iniciales para la lectura y la alfabetización se desarrollarán de manera predecible. Pero no deben conformarse con eso, también se recomienda inculcarles la cultura de la lectura. Igualmente, depende de cada uno, el adentrarse más y más a este acto complejo.
Por otra parte, los medios de comunicación como la televisión, es enemigo de la lectura. Ya que los programas de entretenimiento y los videojuegos, desde el punto de vista educativo – no exigen mayor esfuerzo intelectual a los niños y jóvenes, pueden ser utilizados en cualquier momento y en cualquier lugar. En cambio, leer un libro requiere esfuerzo y predisposición: concentración, reflexión y es más, hasta de un momento y de un lugar adecuado. La lectura, para los que aún no han desarrollado una “cultura de lectura”, resulta cansada, aburrida y hasta una especie de “mal necesario”. Los personajes cautivadores y las situaciones de acción y suspenso (violencia, sexo) no surgen con tanta rapidez y frecuencia como si ocurren en los programas televisivos de entretenimiento o, en los famosos vídeo – juegos.
Los video – juegos, por su parte, constituyen otra forma de evadirse de la realidad, una manera muchas veces más peligrosa que la televisión pues su práctica conlleva a que el jugador asuma un rol de grandeza, de “todo poderoso”, de manera momentánea, abusando de su inocencia e inclusive haciéndole aflorar alarmantes deseos de destrucción. La gran mayoría de éstos juegos nos presentan, una realidad que no existe y están basados, principalmente, en el culto a la violencia y en algunos casos, a decir de los especialistas, en una apología a lo satánico y sobrenatural.
Además, existen diferentes tipos de lectura para poder ayudar al lector a encontrar cuál de éstos es mejor para poder comprender un texto, por ejemplo: la lectura mecánica: es aquella donde se identifican los términos sin la necesidad de contar con el significado de ellos; la lectura fonológica: a través de este tipo de lectura se perfecciona la pronunciación correcta de vocales y consonantes, la modulación de la voz, etc.; la lectura denotativa: esta clase de lectura se caracteriza porque a través de ella se lleva a cabo una comprensión literal de lo escrito, o se efectúa una descomposición del texto en piezas estructurales, es decir, sin llegar a realizar alguna interpretación específica; la lectura silenciosa: en esta lectura, la persona recibe directamente en el cerebro lo que ven sus ojos, salteando la experiencia auditiva; la lectura rápida: esta clase de lectura es aquella que se lleva a cabo seleccionando sólo aquellos elementos que interesan al lector; y la lectura diagonal: esta clase de lectura tiene la particularidad de que se realiza eligiendo ciertos fragmentos de un determinado texto, tales como los titulares, las palabras remarcadas con una tipografía diferente a la del resto, escogiendo aquellos elementos que acompañan al texto principal, listados, etc., su nombre deriva del movimiento realizado por la mirada, la cual se dirige de una esquina a otra y de arriba hacia abajo en busca de información específica.
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