Édgar Morín
Enviado por abelvill • 13 de Febrero de 2012 • Tesis • 668 Palabras (3 Páginas) • 663 Visitas
Los planteamientos de Édgar Morín se deben contextualizar en la posmodernidad, donde a diferencia de la modernidad, el metarrelato de las soluciones definitivas ha dejado de existir. Cuando Lyotard afirma que la modernidad quedó diluida en Auswitch, se refiere a la comprensión de que necesitamos otros horizontes de inteligibilidad que hagan más útil nuestra sensibilidad ante las diferencias y fortalezcan nuestra capacidad de soportar lo inconmensurable. Para Vattimo, la modernidad quedó “diluída” en la historia, al evidenciarse la puesta en marcha de “mitos tranquilizadores” que pretenden explicar una realidad ordenada. Hoy esto no es así, lo que dábamos por cierto ayer, hoy no es válido. Apenas podemos definir hoy un fenómeno y mañana es totalmente diferente. Ya no hay formas ideales de hacer las cosas en el contexto de un mundo estático, de eso se trataba la modernidad. Por otro lado, Laclau dice que la modernidad está “erosionada”, porque no solamente es un rechazo a la modernidad, implica también una nueva posición ante la realidad explicada a través de metarrelatos y, apoyado en Wittgenstein, un cambio decisivo en lo discursivo.
Pero entonces, ¿qué es la posmodernidad y cómo se aborda el pensamiento complejo? Lo anterior se refiere a la imposibilidad de crear LA solución en el contexto de UN problema. Simplicidad vs Complejidad. Esta es, a fin de cuentas una perspectiva de análisis a partir de la cual abordar la realidad que ha impactado todas las áreas del conocimiento humano, incluyendo las profesiones, los oficios y los hobbies de la humanidad. La docencia no es la excepción, pero ¿el profesor mexicano se asume en el contexto de la posmodernidad? Porque es imposible comprender cualquier planteamiento de Morín, Althusser, Vattimo, Giroux, sin el debate (¿existente?) entre la postura moderna y la postmoderna.
La importancia de lo anterior determina el punto a partir del cual se afronten los problemas que aquejan a las sociedades hoy en día. Si soy un docente moderno, lo más seguro es que busque EL formato de planeación de clases, que seguramente será único e inamovible y que seguiré al pie de la letra, como receta de cocina. El docente posmoderno sabrá que no hay tal cosa como LA planeación única, válida para todas las clases y efectiva para todos los alumnos; seguramente la planeación por escenarios, donde es imprescindible utilizar la imaginación para prever casos especiales o contingencia (palabra clave en la posmodernidad) donde lo imprevisible es la norma, no la excepción.
Por otro lado, es importantísimo señalar que si nuestra práctica docente se debe analizar a partir de la conciencia de que los fenómenos son complejos y es imposible resolverlos a partir de una sola perspectiva, justo es señalar las grandes y graves inconsistencias que permean el trabajo diario del profesor:
El pensamiento crítico, parte nodal del paradigma de la complejidad
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