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Duelo y muerte.


Enviado por   •  30 de Marzo de 2017  •  Ensayo  •  1.626 Palabras (7 Páginas)  •  334 Visitas

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Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas[pic 1]

Facultad de Ciencias Humanas Y Sociales

Licenciatura en Psicología

Materia:

Técnicas y supervisión de intervención en el  adulto mayor

Actividad:

Ensayo del tema “el dolor o el olvido”

Alumna:

Corzo Santiago Diana Laura

Grado y Grupo:

8º. Semestre “C”

[pic 2]

Catedrático:

Mtra. Karen Mercedes Espinoza Lavariega

        

EL DOLOR O EL OLVIDO

El duelo es por lo general un proceso de readaptación doloroso, donde la persona necesita aprender a vivir sin su ser amado y se dice que la muerte es la hermana gemela de la vida, no puede existir la una sin la otra; Pero cuando la muerte ocurre en la senectud el duelo se vuelve un “Duelo Patológico” en el que hace más difícil superar la perdida, prolongando el sufrimiento y conllevándolo a padecer estados depresivos en los que incapacita a continuar con la diversidad de la vida. El ser humano teme a la muerte es por ello que han surgido varias investigaciones en las que denotan los procesos que pasamos cuando nos enfrentamos con una pérdida de un ser querido. Tal como lo señala “Mishara y Riedel” quienes describen tres expresiones  del duelo. 1. Dura una o dos semanas, el dolor es intenso y persiste todo el tiempo. 2. Dura un mes, el dolor es todavía intenso y los momentos de sufrimiento son más frecuentes que los de calma. 3. Dura posteriormente 1 año, el dolor es intenso y frecuentemente pero va menguando. Ahora bien cuando la persona  tiene muchas presiones y le es difícil expresar sus sentimientos en cuanto su perdida, su proceso de duelo se vuelve aún más difícil de superar; más aún cuando el difunto mantenía lazos muy fuertes como la parte económica o era una parte importante en el núcleo familiar influye negativamente en el proceso de duelo,  Por otra parte puede ser la manifestación del desamparo de una persona muy dependiente.

Cuando la muerte se ha producido de manera repentina o imprevista, la reacción inicial de duelo es muy intensa, ya que muchas veces argumentan los familiares que no se pudieron despedir o no llegan a aceptar porque tuvo que partir, es donde surge el aferrarse a sus recuerdos y no dejarlos ir. En cambio, si la pérdida ocurre por una enfermedad prolongada, puede que los familiares tengan la oportunidad de alivio y resignación donde reciben a la muerte con tranquilidad pues lograron aceptar que su ser querido tiene que partir y el duelo se hace más tolerable. La religión, el apoyo de los familiares y amigos o la presencia de una persona que asume el papel de confidente suele servir de ayuda valiosa para quien atraviesa el proceso de duelo.

Para Freud, el duelo es la “reacción a la pérdida de un ser amado o de una abstracción equivalente: la patria, la libertad, el ideal, etc.” Lo que Freud explica es que el sujeto lograra desprenderse de su ser querido progresivamente sin la necesidad de considerarlo un echo patológico. Recalquemos pues que el duelo es un fenómeno normal y necesario para preservar el equilibrio emocional; consiste por tanto en un trabajo, una labor intrapsiquica que debe llevarse a cabo en todas y cada una de sus etapas. Sin embargo en las personas ancianas este proceso se vuelve aún más complicado porque les produce sensaciones agobiantes de tristeza, pues cuando el conyugue fallece la viuda le teme enfrentarse a la soledad y es donde vemos que nuestros ancianos toman la decisión del suicidio o prefieren estar en un asilo donde la soledad en la que se enfrentar no sea tan cruda.

En el texto nos presenta que el concepto de la muerte depende mucho de la estructura de la personalidad, como es el caso de las:

Personas narcisista: en ellas, la advertencia de la muerte produce reacciones de humillación y de rabia y suelen padecer una depresión severa que puede llegar al suicidio siendo el suicidio la causa de recuperar el poder ya que el narcisista decide el momento y las circunstancias de su muerte.

En la personalidad obsesiva compulsiva la muerte la asocia con la culpa y pérdida de control sobre la agresividad y conciben la muerte como un castigo o errores cometidos en el pasado, además de que se pueden llegar a sentir culpables de su propia muerte.

La personalidad histérica considera la muerte como algo feo y desagradable, ya que les impediría disfrutar de la atención y de la admiración de los demás.

Otros tienen la personalidad masoquistas quienes parecen considerar la muerte como una bendición.

Es donde nos damos cuenta que la manera en la que vivan su duelo va a depender de la personalidad que cada persona tenga, así como perciban la muerte, como experiencia personal puedo comentar que me ha tocado escuchar a mis abuelos decir que le temen morir aun sabiendo que no dejaran a sus hijos chicos, pero ellos dicen (es que yo quiero morir de una forma donde no sienta dolor y que Dios me lleve rápido, donde mis hijos no les duela verme sufrir y se olviden de mi rápido), sin embargo las cosas no suceden así y como nos refería la lectura muchas veces les ha tocado ver a sus grandes amigos morir antes que ellos y de formas muy crueles; por esas situaciones llegan a percibir un grado de angustia porque presienten que muy pronto les llegara su día de partir. Por ende le temen morir pero como ser vivo nuestro tiempo en la tierra no es eterno y solo venimos a cumplir ciertas metas y como ley de la vida tenemos que trascender. Pero es sorprendente que un individuo desee vivir y encuentre doloroso morir y no obstante acepte su muerte como parte integral de su vida. Ahora bien cuando se presentan las enfermedades degenerativas los ancianos y todo ser humano empieza a vivir su proceso hacia la muerte en el cual se presenta la [regresión] en la cual el anciano acepta los cuidados y las atenciones en cuanto su falta de autonomía para realizar cualquier actividad, de igual manera se presenta una serie de mecanismos de defensa donde los ancianos experimentan la negación Hacia su enfermedad y cierto desplazamiento en el que el anciano comienza a culpar a todo mundo por su enfermedad, llegándose a recriminar a los médicos  y a la familia reclamando una falta de interés por su salud, llegando a presentar ideas delirantes a causa de su misma angustia de que en algún momento la muerte le llegara.

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