El concepto de hombre. En el libro de “La Condicion Humana” de Hanna Arendt

LUIS ENRIQUE MARQUEZ ROJAS                                                    GRUPO 1156
TEORIA DEL CONOCIMIENTO

El CONCEPTO DE HOMBRE:

En el libro de “La Condicion Humana” de Hanna Arendt explica que el hombre su vida activa prácticamente dice las tres actividades básicas que el hombre hace en su vida entre nacer y morir: labor, trabajo y acción lo que tiene a estas tres actividades es que se realizan con el cuerpo y una percepción a los sentidos de todas las personas. Sin embargo, ellas constituirían su vida humana. Pero, una posible ebullición de actividad puede estar más vacía de significado que la pasividad total. De hecho, dentro de la vida activa, sólo la acción es política.

La labor es necesaria para poder sustentar la vida biológica de cada individuo entonces la labor no se puede considerar “política” pues la labor debe limitarse a ser sólo una parte de la vida. Es un logro que ya no se la deba ocultar ni endilgar a los esclavos.

El trabajo lo que se fabrica no tiene el fin principal de sostener o hacer más fácil la vida, sino de objetivar un mundo “artificial”, intencionadamente humano. No es político pero abre políticamente en crecer un lugar en ella es decir: Las personas que trabajan necesitan de otros para elevar su capacidad y que no se queden solo para sobrevivir.

La acción es la actividad del hombre en cuanto hombre, los hombres se diferencian en vez de ser distintos solo son seres humanos se presentan unos a otros, no como cosas físicos, sino como hombres. Sólo se puede llamar acción a aquélla que se hace con  originalidad  y no con fuerzas ajenas al actor pero un hombre fuerte podrá hacer a los demás para realizar grandes cosas, pero no está actuando políticamente, no está interactuando con otras personas, sino que las está usando como un simple “material humano”.  La ley romana gracias a la relación con los demás ciudadanos no era arbitraria, sino que se daba con lineamientos establecidos de lo que se consideraba humano y legítimo. Dentro de los que estamos considerando mecanismos para encauzar la libertad humana se encuentra el perdón. Él nos permite otorgar a nuestros agresores la oportunidad de empezar de nuevo, la comprensión alivia la indeterminación de la acción humana. Por último, contamos con las promesas, que nos permiten tener algunas certidumbres con respecto a nuestra acción y a la de los demás.

En conclusión el actor político es  aquél que se atreve a salir de la oscuridad de lo privado para enfrentarse con sus semejantes y ejercer su creativa libertad en un mundo establecido. Es actor quien actúa por la acción misma, quien la inicia porque quiere iniciarla; a diferencia del laborante que pretende satisfacer necesidades y del fabricante que busca la utilidad.

Bibliografía: ARENDT, Hanna. “La Condición Humana”. 1era Edición, Buenos Aires: Pálidos, 2009.

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