Apologia De Socrates
Enviado por florcrespo • 5 de Noviembre de 2012 • 1.840 Palabras (8 Páginas) • 533 Visitas
Apología de Sócrates
Introducción:
Es un diálogo escrito por Platón, cuyo personaje es Sócrates. El diálogo trata sobre el juicio y la condena de Sócrates (Platón fue testigo). Meleto, Anito y Licón lo acusan de corromper a los jóvenes y de no creer en los dioses de la ciudad sino en otros. Esta acusación es la acusación que se podría hacer a un sofista (un maestro de la retórica, que en vez de buscar la verdad busca convertir en fuerte el argumento débil) o a un filósofo de la naturaleza. Sócrates se juntaba con sofistas y tenía ciertas semejanzas, sin embargo, está claro que fue el mayor contrincante de los sofistas, y no era uno de ellos (por ejemplo no cobraba dinero ni pensaba que la verdad era relativa). La gente no alcanzaba a ver la diferencia. Si bien era difícil que el juicio llevara a la pena de muerte, Sócrates en su defensa se niega a reconocer que su actividad es mala, sostiene que es digna de premios y no de castigos, y se niega a humillarse suplicando. Por esto, el juicio termina con la muerte de Sócrates.
Se puede dividir en 3 partes: en la primera Sócrates defiende su actividad y se defiende de las acusaciones, en la segunda Sócrates discute la pena que debe aplicársele (en Atenas el acusador proponía una pena y el acusado otra y, sin posibilidad de término medio, el jurado elegía entre una o la otra) y en la tercera habla con sus acusadores y con sus amigos luego de ser condenado.
Defensa de las acusaciones:
Primero justifica su manera de hablar en el juicio. Advierte que se dice de él que es muy hábil para hablar y que puede engañar a los que lo escuchan. Frente a esto se distingue de los oradores diciendo que no escucharan de él bellas frases. También dice que sería inadecuado que el en su vejez modele sus discursos como un joven. Además, pide que se le permita hacer su defensa hablando de la misma manera que habla siempre, ya que no está acostumbrado a la manera de hablar en un tribunal. Luego divide a sus acusadores en dos grupos y se defiende de ambos.
Primer grupo de acusadores
Son anónimos (salvo alguna excepción como Aristófanes) y son aquellos que por envidia, con mentiras y transgiversaciones, han formado la mala imagen de Sócrates que será usada luego en las acusaciones de Meleto y los otros. Lo acusaban ante niños (que no podían juzgar las acusaciones) y lo hacían in absentia (en ausencia, cuando él no estaba para defenderse, a sus espaldas). Sócrates reconoce que en el poco tiempo que tiene para defenderse no podrá revertir esa mala imagen, pero igual lo intenta porque según él es su obligación defenderse porque así lo dice la ley. Se lo acusa de investigar lo que no debe (las cosas celestes y subterráneas) y de hacer fuerte el argumento débil y enseñar esto a los otros. Frente a esto Sócrates pone de testigo a la audiencia y pide que alguien diga si lo ha oído hablar de tales cosas o si lo han visto cobrar dinero por sus enseñanzas (y nadie lo acusa). Luego considera el caso de Eveno (maestro de los hijos de Calias) que cobra por enseñar la perfección humana y política. Dice que se alegra por Eveno por conocer esto, pero que el (Sócrates) no podría enseñarlo porque no lo conoce.
También se podría decir de él que hay algo anormal en su manera de proceder que lo ha llevado a este juicio (la gente normal no termina en esta situación). Frente a esto Sócrates cuenta la historia del origen de su método. Querefonte fue al oráculo de Delfos y pregunto si había alguien más sabio que Sócrates. El oráculo respondió que no. Sócrates se sorprendió, ya que él no se consideraba sabio, pero sabía que el oráculo no podía mentir. Considero que de esta manera los dioses le imponían la tarea de intentar refutar al oráculo examinando a todos los sabios y comprobando que no eran más sabios que él. Así lo hizo con ciudadanos y forasteros, con políticos, poetas y artesanos. Siempre los interrogaba y descubría que ni él ni ellos eran sabios, pero él era más sabio porque sabía que no lo era, mientras que los otros lo ignoraban. Esto molestaba a las personas que examinaba (los ponía en ridículo) y además, los jóvenes lo imitaban y examinaban más gente (poniéndolos también en ridículo). La gente enojada se vengaba acusándolo de estas cosas, no porque fuera verdad, sino porque era la manera común de acusar a los filósofos de la naturaleza o los sofistas.
Acusación de Meleto:
Lo acusa de corromper a los jóvenes y de no creer en las divinidades de la ciudad. Primero Sócrates le dice que si sabe quién los corrompe, debe saber también quién los hace buenos. Interroga a Meleto hasta que responde que son los jueces, el consejo, los asambleístas, o sea, todos en Atenas, menos Sócrates. Sócrates compara a los jóvenes con los caballos. A los caballos un entrenador los hace buenos y la mayoría de la gente los hecha a perder. De aquí dice que entonces los jóvenes tienen suerte de que uno solo los corrompa. Si es cierto que los corrompe, lo debe hacer voluntaria o involuntariamente. Si lo hace involuntariamente, la ley no puede castigarlo. Meleto dice que lo hace voluntariamente. Sócrates dice que es mejor vivir entre gente buena (que ayudan a quien tienen al lado) que
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