CUADRO DESCRIPTIVO DE LAS CONDICIONES SOCIOPOLÍTICAS E HISTÓRICAS DEL SURGIMIENTO DEL HUMANISMO

CUADRO DESCRIPTIVO DE LAS CONDICIONES SOCIOPOLÍTICAS E HISTÓRICAS DEL SURGIMIENTO DEL HUMANISMO

Sociopolíticas Históricas

-El humanismo es un fenómeno histórico cuyo contenido concreto ha cambiado cualitativamente en las distintas etapas del desarrollo social.

El humanismo ha sido un conjunto de ideas y valores de permanente influencia en la esfera política. Las repercusiones de sus principios han sido desiguales en la socie­dad contemporánea. Pero han alcanzado difusión universal. Particularmente en los regíme­nes democráticos. Como sistema de referencia de las relaciones humanas ha afectado a la con­figuración de ideologías políticas y se ha cons­tituido en guía de comportamientos conectivos inspirados en lo que ha dado en llamarse ideas.

Son ideales genera ichos, apoyados en una filosofl.1 moral, intensamente cultivada por los ha mi mistas renacentistas que, en sentido estricto se refie­re a un modelo, a un arquetipo: al hombre éter, que hay que saber descubrir bajo sus varia­ciones históricas o psicológicas, y a quien es pre­ciso defender contra la injusticia, el desorden y la violencia a fin de que pueda ser duei10 de sí mismo. Son ideales que obligan a garantizar el desea rollo de lo que en cada individuo hay de expeditamente humano. El individuo aparece como fin y como valor superior. Actualmente, podrían describí res esos idea les, en sentido amplio, como una precaria combinación de la defensa de la dignidad de la persona y de la auto­nomía individual. Llama la atención la capacidad de supervi­vencia de estos ideales, bajo los cuales se han amparado, al tentativamente, ideologías política- 14 A T - N E O cas de diverso cuño en la sociedad contem­poránea. Ello nos muestra el arraigo alcanzado en la esfera social de una noción, la de persona, como concepto ontológico. El concepto de per­sona no es un concepto valora, el de "personalidad" con e! que se en ju ocian las apti­tudes, las capacidades y los rendimientos de los individuos, sino que esta noción da consisten­cia al individuo mismo, en cuanto tal. Por el sim­ple hecho de ser humano.

El estatus de perso­na escapa a la potestad de cual quiere instancia de poder, no dependiendo para alcanzar va lides de intereses económicos, sociales o culturales.

Así, el ser persona se atril bugiría a cada individuo, con independen ya de su situación y carac­terísticas. Siendo, en términos genera les, con­templado como un derecho suyo una alienable. En el terreno de la política han surgido dife­rencias en la interpretación de los atribuí tos de! concepto de persona y de sus límites. L1S dife­rencias de interpretación se observa n, funda­mentalmente, en dos tendencias políticas, a saber, el liberalismo y el socialismo. Los requi­sitos que se atribuyen a la noción de persona no son distintos en ninguna de esas corrientes por lo que respecta a la capacidad subjetiva de ser tutu lar de derechos y de contraer obligacio­nes. Pero, si lo son, en el énfasis que ponen en las condiciones políticas que deben garantizar el cumplimiento de esos derechos y obligacio­nes. Para uno, ellibcr: ¡Jamo, la con edición fun­damental es garantizar la autonomía individual. Es decir, la libertad india vidual. Para la sialis- no, se trata de garantizar las libertades sociales. La prevalencia de las libertades individuales sobre las sociales, o al revés las sociales sobre las individuales marca la diferencia y sitúa a la comunidad y al individuo en lugares opuestos, así como modifica, sensiblemente, la relación de éste respecto de aquélla y, sobre todo, se mani­fiesta en e! socialismo, mediante una obligación de disponibilidad de la persona y de los bienes del individuo, para con la comunidad, que no

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