Derecho De La Filosofia
Enviado por gloriatel • 3 de Octubre de 2011 • 5.272 Palabras (22 Páginas) • 594 Visitas
HISTORIA DE LA FILOSOFIA EN EL DERECHO
UNIVERSIDAD DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES
TEGNOLOGIA EN ADMINISTRACION JUDICIAL
ANSERMA
INTRODUCCION
En nuestro trabajo presentaremos en su s dos puntos de vista: primero la Filosofía y segundo la Historia en el derecho. En este sentido en nuestro presente trabajo diremos que la Filosofía, se explica y se define como una ciencia del conocimiento de las cosas por sus causas. Y la Historia se define como una ciencia de narración verdadera de los sucesos, hechos que han surgido en el proceso de la humanidad.
De esta manera explicaremos el término de la Filosofía e Historia, para introducir en el conocimiento de los primeros filósofos y con su ayuda comprender la peculiar naturaleza del saber que ellos inauguraron y todavía hoy nosotros buscamos poseer. Esta es la principal enseñanza de los filósofos y es por esta razón la filosofía sólo puede entenderse, en el sentido que ellos dieron, como búsqueda de la verdad, aspiración a conocer del modo más profundo desde las primeras causas la totalidad de las cosas.
De esta manera tenemos como:
Objetivo general:
Describir la Filosofía e Historia de manera explícita, para dar a conocer a partir de sus puntos de vista de analogía.
Objetivos específicos:
* Explicar claramente sus funciones de la Filosofía e Historia en el derecho.
* Describir la evolución de estas ciencias.
* Correlacionar la Filosofía e Historia recíprocamente.
En este sentido, en nuestro presente trabajo, hemos de realizar para saber a éstas dos ciencias, sumamente muy importantes para el saber humano.
El método que utilizaremos en nuestro trabajo es descriptivo, reflexivo, con mucha atención a cada una de estas ciencias a través de las obras, es decir, de los libros de diferentes autores que surgieron en el proceso del presente trabajo.
En cuanto las fuentes del presente trabajo, hemos utilizado, fuentes de Bibliografías de diferentes autores, sobre todo fuentes bibliográficas de estas ciencias, tanto de Filosofía como de Historia, para alcanzar el conocimiento teórico como también para llevar a la práctica en la vida cotidiana.
El término de la Filosofía es atribuido a Heraclidas Póntico, a Pitágoras; es decir, que éste término ellos llamaron por primera como Filósofo. En un principio entre los siglos VI y V antes de Cristo, el término filosofía tuvo un significado bastante genérico y designaba la actividad intelectual.
Para Platón, la Filosofía es búsqueda de la sabiduría, de una sabiduría que es en sí misma ilimitada, esto es saber absoluto que sólo compete a Dios; es porque para los hombres corresponde una búsqueda, preguntarse e investigar por la totalidad de lo real. Y para Aristóteles, el saber filosófico tiene esa misma característica de totalidad, de pregunta sobre toda la realidad sin exclusión alguna, distinguiéndose así de las ciencias particulares, limitadas a explicar determinadas sectores de ella. Es decir, la Filosofía es una explicación puramente racional y no basta al filósofo, y a cada uno de nosotros constatar lo superficial y necesariamente debemos conocer las causas y las razones, y tratar de investigar lo real, es decir las causas primeras.
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ORIGEN DE LA FILOSOFÍA
En el siglo pasado discutieron largamente los historiadores sobre la antigüedad de la filosofía. Unos la hacían remontar hasta el origen de la humanidad. "El día en que el hombre comenzó a reflexionar, ese día comenzó también la filosofía".
Los panbabilonistas sostuvieron, su origen oriental. "Todo cuanto pensamos y todas las maneras como pensamos tienen su origen en Asia" (Conde de Gobineau). Otros como Zeller, la consideraban una creación espontánea y peculiar del genio griego: "A excepción de las fuerzas ciegas de la naturaleza, no se mueve nada en nuestro mundo que no sea griego en su origen" (Sumner Maine).
Creemos innecesario reproducir esta vieja discusión, en la que hay que distinguir numerosos matices y en la que cabe un prudente término medio. Carece fundamento la pretendida etapa a lógica o prelógica, que los evolucionistas no han sido capaces de demostrar. El hombre, desde el momento en que aparece sobre la tierra, ha poseído la facultad de pensar, y la ha ejercitado enfrentándose con los problemas que le plantea la realidad, tratando de darles solución con sus propios recursos racionales. El animismo, el fetichismo, el totemismo, la mitología, etc. Son formas primitivas de dar una respuesta a los fenómenos de la naturaleza, buscando sus causas y su explicación. Son modos primarios de pensar y expresión del juicio rudimentario que los hombres primitivos hacían del origen de las cosas.
Pero debemos distinguir entre el conocimiento vulgar y conocimiento científico.
* Lo adquirimos pro el funcionamiento directo de nuestros sentidos. Así conocemos cosas y sucesos particulares de los que el entendimiento abstrae conceptos universales, que coordina entre sí en formas ínfimas y rudimentarios de juicio.
Su campo es lo concreto, lo particular, lo sujeto al espacio, al tiempo y a la mutación. Así conocemos muchas cosas, pero la inteligencia, si bien funciona espontáneamente elaborando y coordinando verdaderos conceptos universales, sin embargo no llega a plantearse de una manera reflexiva la pregunta sobre las esencias de las cosas, ni sobre sus razones de ser, sobre sus qué y sus porqués, a no ser de una manera concreta, inmediata y particular.
* No basta conocer cosas ni sucesos particulares, sino que hay que llegar a conocer sus esencias y sus razones de ser. Para esto es necesario superar la particularidad, la mutabilidad y la contingencia de las realidades concretas, elaborando conceptos abstractos y llegando a formular juicios necesarios de validez universal.
Es preciso también ordenar y organizar los conceptos en forma más o menos sistemática. La ciencia no es una simple acumulación de datos, sino es un saber ordenado y organizado.
Aristóteles y Patón: estos dos filósofos señalan como principio de la filosofía el deseo de saber, innato en todo hombre, excitado por la admiración y la curiosidad ante los fenómenos de la naturaleza.
Es característico del filósofo el estado de ánimo de la admiración, pues no otro es el principio de la filosofía. Y no estableció mal la genealogía el que dijo que Iris (la filosofía) es hija de Thaumante (la admiración). Pero el hombre no se contenta con saber cosas ni sucesos particulares, sino que trata de penetrar más arriesgándose sus porqués, es decir, sus
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