Descartes Y La Modernidad

DESCARTES EL RACIONALISMO Y EL PROBLEMA DEL COGITO

INTRODUCCIÓN:

El racionalismo de Descartes se caracterizará por la afirmación de que la certeza del conocimiento procede de la razón, lo que va asociado a la afirmación de la existencia de ideas innatas, esto lleva a la reacción que tiene contra el escepticismo sumada a su interés por la ciencia va a significar el afianzamiento en el rechazo del error y en la búsqueda de la verdad.

En la primera meditación Descartes insiste reiteradamente en la necesidad de rechazar el error, lo que va asociado inevitablemente a la búsqueda de la verdad así como aceptar los argumentos de los escépticos que afirman la imposibilidad de que haya algún conocimiento verdadero, Descartes se dispone a investigar con el fin de determinar algo con certeza, incluso si ese algo es que no puede haber conocimiento verdadero alguno, por ello supondrá la desvalorización del conocimiento sensible, en el que no se podrá fundamentar el saber, quedando la razón como única fuente de conocimiento.

Los modelos matemáticos del conocimiento, en la medida en que las matemáticas no dependen de la experiencia, se ven revalorizados, así como las explicaciones del conocimiento basadas en la abstracción serán igualmente rechazadas, ya que la abstracción se produce a partir de la captación de las sustancias por medio de la sensibilidad (la explicación del conocimiento de Aristóteles) que ya ha sido rechazada como fuente de conocimiento.

Por el contrario, el racionalismo afirmará la intuición intelectual de ideas y principios evidentes, a partir de las cuales comenzará la deducción del saber, del mismo modo que todo el cuerpo de las matemáticas se deduce a partir de unos primeros principios evidentes e indemostrables.

La relación de estas ideas con la realidad extra mental será afirmada dogmáticamente, lo que planteará problemas a los racionalistas, todo ello conduce al racionalismo al ideal de una ciencia universal, frente a todas las demás enseñanzas recibidas a las que considera cuando menos confusas si no falsas, Descartes sólo encuentra verdad en los conocimientos matemáticos. La razón se ha equivocado en numerosas ocasiones hasta el punto de que Descartes considera necesario reconstruir el saber sobre bases firmes y seguras, si es que esto es posible.

Descartes considera que lo que hace verdaderos los conocimientos matemáticos es el método empleado para conseguirlos, no es que haya en las matemáticas una estructura que hace inevitablemente verdaderos sus conocimientos sino que es el método que utilizan los matemáticos lo que permite conseguir tan admirables resultados.

Descartes nunca abandonó ese ideal de un saber universal, que se debe considerar al menos de dos maneras: primera; como fundamento único de todos los saberes y la segunda; como la adquisición plena de la sabiduría.

Por ello comienza en las "Meditaciones metafísicas" planteando la situación en la que él personalmente se encuentra respecto al conocimiento, habiendo hallado, en el que creía poseer, más motivos de duda que de certeza, se propone investigar a fondo la cuestión a fin de determinar si hay algo verdadero en el mundo y en caso contrario al menos tendrá la certeza de que no hay en absoluto ninguna verdad.

LA DUDA EN DESCARTES.

Descartes dedicará la primera meditación a examinar los principales motivos de duda que pueden afectar a todos sus conocimientos, ya que los sentidos se presentan como la principal fuente de nuestros conocimientos, ahora bien muchas veces se ha constatado que los sentidos engañaban, como cuando se introduce un palo en el agua y parece quebrado o cuando una torre me parece redonda en la lejanía y al acercarme observo que era cuadrada, y situaciones semejantes.

Descartes, parte del hecho de que cuantas cosas falsas ha admitido durante su vida como verdaderas, de éstas se derivan todas las que se apoyan sobre ellas de manera dudosa, por ello busca un regreso a los primeros fundamentos para establecer algo permanente en las ciencias, para esto no es necesario demostrar todas las cosas como falsas sino encontrar alguna razón para dudar de cada una de ellas en tanto que hay opiniones que no son completamente ciertas e indudables como las que son completamente falsas . Todo lo que se ha admitido como verdadero es a partir de los sentidos, por eso no es prudente confiar del todo en ellos ya que nos engañan.

El hecho de que cualquier procedimiento perceptivo no puede establecer que estamos despiertos radica en el hecho mismo de que las experiencias sensoriales por las cuales podemos saber que estamos despiertos, pueden ser de igual manera experimentadas durante el sueño. La indistinción entre el sueño y la vigilia lleva a ampliar la duda de lo sensible a lo inteligible, de modo que todos mis conocimientos me parecen ahora muy inciertos.

La realidad es que constantemente los sentidos nos engañan, por lo tanto, esto no puede ser suficiente para que los tomemos como una fuente de conocimiento, y es debido a esto, que basarnos en los sentidos para dar por hecho que estamos despiertos resulta relativo.

Un ejemplo sobre esto, es cuando introduce por primera vez la posibilidad de que pudiera estar soñando, parece estarse basando en algún conocimiento acerca de cómo son las cosas o eran en el mundo que le rodea, dice: “recuerdo haberme engañado otras veces en sueños con pensamientos semejantes; y al considerar esto más atentamente, me parece tan evidente que la vigilia no puede distinguirse nunca del sueño con indicios ciertos” , por esto no existen indicios seguros por medio de los cuales podamos distinguir claramente la vigilia del sueño, y por tanto, nunca es posible afirmar que no estamos soñando, porque para establecer que no estamos soñando se necesitaría algo más que sólo experiencias sensoriales que de alguna manera son nuestro único punto de partida para creer que conocemos o sabemos algo del mundo que nos rodea, y sólo a lo que no le cabe la duda es a la verdad, porque si no se conoce la verdad es imposible cualquier tipo de conocimiento, se debe tener toda certeza de algo para que sea verdadero ya que la verdad está contenida de manera total en el pensamiento.

En cierto conocimiento contemplativo donde el reino de las esencias es en cuanto lo conocemos de manera contingente, hay una primera certeza donde las cosas son, los modos del ente se presentan y el ser en acto es actualmente, también los modos de ser que podemos experimentar así como lo que se nos enseña y lo que se nos transmite serán en términos y definiciones, éstos son la manera en cómo se componen los nombres a lo que las cosas son.

El concepto formal del ente esta en el entendimiento, ya

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