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Educar la mente y el conocimiento de las disciplinas


Enviado por   •  15 de Junio de 2014  •  13.111 Palabras (53 Páginas)  •  354 Visitas

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Lo que todos los estudiantes deberían comprender

Gardner, H. (2000). La educación de la mente y el conocimiento de las disciplinas. Lo que todos los estudiantes deberían comprender. Barcelona: Paidós.

En medio de la explosión de nuevos conocimientos y la proliferación de escritos sobre los aspectos meramente instrumentales o pasajeros de la educación, Howard Gardner, el autor de La mente no escolarizada e Inteligencias múltiples, dedica este nuevo libro a la que él considera la cuestión fundamental en la reflexión educativa: los fines de la educación.

Antes de entrar a desarrollar la tesis central del libro, el autor examina en los primeros capítulos algunas de las fuerzas que han modelado la educación, tal como ésta existe actualmente y como será en el futuro. Compara el enfoque predominantemente conservador que la educación ha tenido hasta ahora, con los cambios que están ocurriendo en "la cartografía del conocimiento" como resultado de los fenómenos tecnológicos, científicos, políticos, económicos y sociales que demandan una transformación de la escuela.

Después de hacer una síntesis de lo que hoy día sabemos acerca de la mente humana y de señalar el valor que tiene esta base de conocimientos para la educación, el autor advierte que no se pueden tomar al pie de la letra los hallazgos de la neurociencia o de la teoría cognitiva, pues no existe una ruta directa entre los descubrimientos científicos y la práctica educativa. Por el contrario, un mismo principio científico puede dar lugar a recomendaciones y líneas de acción diferentes, incluso contradictorias.

Una idea dominante en este nuevo libro de Gardner es que las prácticas educativas están profundamente modeladas por significados y valores sociales y culturales, más que por principios puramente científicos. En los últimos años, los psicólogos educativos se han hecho mucho más concientes de la importancia que tienen estos aspectos contextuales en el aprendizaje. Todo aprendizaje está situado, ocurre en una relación entre personas y en contextos sociales particulares. Para ilustrar este principio sobre el carácter situado del aprendizaje, Gardner hace un relato muy interesante y en un tono más personal, de algunas experiencias educativas ejemplares que ha visitado en países con culturas tan diferentes como Italia, Singapur, Israel, China y Estados Unidos.

En la segunda parte del libro Gardner aborda de lleno su propuesta educativa, que puede considerarse como una síntesis de sus teorías anteriores sobre la enseñanza para la comprensión y las inteligencias múltiples. La propuesta está construida sobre dos ideas fundamentales: por un lado, la necesidad que tienen los estudiantes de llegar a una comprensión genuina de los tópicos y conceptos más importantes; por otro, la importancia de diseñar un modelo educativo que tenga en cuenta las diferencias en la estructura mental de las personas.

La esencia de esta propuesta educativa consiste en inculcar en los estudiantes una comprensión profunda de las formas de pensar características de las que Gardner considera las cuatro disciplinas principales: ciencias, matemáticas, arte e historia. No obstante, advierte que lo importante es que los alumnos estudien a fondo los temas sustanciales de cada disciplina y “exploren con una profundidad suficiente un número razonable de ejemplos para que puedan ver cómo piensa y actúa un científico, un geómetra, un artista, un historiador." El propósito de esta inmersión no es hacer de los estudiantes unos expertos a escala reducida en una disciplina, sino conseguir que empleen estas formas de pensamiento para la comprensión de su propio mundo.

Inspirándose en el conocido ideal clásico, Gardner propone tres ámbitos fundamentales sobre los que debe girar una educación para todos: la verdad, la belleza y la moral. Puesto que resulta frustrante hablar en abstracto sobre las características de una educación efectiva, desarrolla tres ejemplos con el fin de concretar pedagógicamente su idea. Estos son: en el ámbito de la verdad, la teoría de la evolución tal como la formuló inicialmente Charles Darwin; en el ámbito de la belleza, la música de Mozart, en particular un pasaje de Las Bodas de Fígaro; y en el ámbito de la moral, el episodio conocido como el Holocausto, o la matanza sistemática de los judíos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Otros educadores, señala Gardner, pueden proponer rutas diferentes y menciona algunas de ellas, a modo de ejemplo.

El autor se declara un defensor de las disciplinas, pero no tal como se enseñan habitualmente. Las disciplinas no deben ser fines en sí mismas, sino más bien caminos privilegiados para explicar los fenómenos por los que se indaga. Una persona educada es aquella que ha adquirido un conjunto de hábitos y conceptos (una disciplina), que es el resultado de muchos años de trabajo intensivo en un dominio, un campo disciplinar o alguna de las artes. Estas disciplinas se basan en un conjunto de supuestos y establecen unas prácticas determinadas que sirven como caminos válidos hacia la comprensión.

Según esta visión educativa alternativa propuesta por Gardner, que tiene como centro la comprensión, un estudiante comprende un concepto, una habilidad o un dominio de conocimiento en la medida en que sea capaz de aplicarlo a una nueva situación y sea capaz de asignarle sentido a un nuevo tópico o fenómeno con el que no se había encontrado antes.

Existen muchos obstáculos para la comprensión. El principal de ellos está en las teorías que los niños desarrollan en sus primeros años. Estas teorías erróneas son como imágenes grabadas muy profundamente en la mente del niño. Aunque a veces parezca que los aprendizajes escolares consiguen desdibujar estas primeras imágenes, muchas veces permanecen inmodificables hasta la edad adulta. Sólo una exploración rica, multifacética y en profundidad de una muestra de tópicos significativos podrá poner en evidencia y producir un cambio en estos conceptos erróneos. Desafortunadamente, las pruebas de evaluación, los libros de texto y la interacción superficial entre profesor y estudiante sólo sirven muchas veces para reforzar, más que para aclarar, estos malentendidos.

En los capítulos finales, Gardner muestra cómo su teoría de las inteligencias múltiples puede contribuir a mejorar los niveles de comprensión, dando pautas para representar, de múltiples maneras, las ideas centrales de un determinado tópico. Las ideas fuertes de una disciplina se distinguen de otras en que son susceptibles de ser representadas de distintas maneras o diferentes "lenguajes modelo." Si hay algo que distingue a los educadores más expertos es precisamente

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