Ego Sum
Enviado por RayRoderick • 24 de Septiembre de 2014 • Informe • 1.053 Palabras (5 Páginas) • 326 Visitas
Ego Sum/Yo Soy
En este artículo quiero hablarles de otra de esas cosas que deberían de saber antes de apresurarse a dictar sentencias que sólo obedecen a lo que se piensa que es en lugar de referirse a lo que realmente es.
El tema es peliagudo y no faltarán, como de costumbre, aquellos que pongan gritos en el cielo y se echen la manos a la cabeza. Con este tema espero estar a la altura que se exige, aunque no exista una compensanción, porque, por supuesto, les quiero hablar del ego.
Desde un pundo de vista psicologíco – pues es el que generalmente se arguye – el ego puede definirse como: “Unidad dinámica que constituye el individuo consciente de su propia identidad y de su relación con el medio”.
Por otros nombres, en otras lenguas, el ego es conocido como: Ich, en alemán o moi, en francés
Dicho esto podría afirmarse que, como tal, el ego es el punto de referencia que se tiene sobre los fenómenos físicos y psíquicos.
Remitiéndome al Diccionario de la Real Academia Española, el ego – referido a la psicología y dentro de la connotación que tiene como “yo” – es definido como: “Parte consciente del individuo, mediante la cual cada persona se hace cargo de su propia identidad y de sus relaciones con el medio.”
Por lo que la afirmación de que el ego es el punto de referencia que se tiene sobre los fenómenos físicos y psíquicos puede, ahora sí, hacerse con todas las de la ley.
Esto, evidentemente tiene unas connotaciones que a más de uno y más de dos dejarán boquiabiertos. Provocando incomodidades e incluso repulsión y odio visceral. Pues como tal, el ego es el portador de nuestra conciencia consciente de existir, así como el sentimiento permanente de identidad personal. Es el organizador consciente de nuestros pensamientos e intuiciones, de nuestros sentimientos y sensaciones. Es el portador de la personalidad.
En términos académicos (filosóficos y humanistas) el ego está directamente relacionado con la conciencia y la cognición.
Conciencia y cognición. Dos cosas que no hacen sino referirse a los mecanismos de procesado de información que desembocan en un conocimiento reflexivo y de aprendizaje para discernir entre lo que es y lo que se piensa que es.
Por otra parte, desde un punto de vista clásico, el ego no es otra cosa que el “alma”. Disquisiciones filosóficas a este respecto, como la substancia de la misma o una suerte de epifenómeno, no serán explicadas en favor del desarrollo del tema (aunque igualmente se puede usted informar sobre ello).
Ejemplo de de lo dicho son la Razón kantiana o el Geist (espíritu) de Hegel.
Y como de costumbre se habla sin saber. Y como de costumbre hay quien se lo cree.
Claro es que un exceso patológico de ego no sólo no es bueno sino que, además, es dañino. Los psicópatas, por ejemplo, tienen un fuerte egoismo, al tiempo que indican a otros que abandonen el suyo. De ahí que se piense, por lo general, que el ego es un monstruo del averno que está agazapado, acechante, para saltar sobre uno. Cuando en realidad ese ego y ese uno son lo mismo.
Si el ego le parece a una persona una especie de monstruo es
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