El Duelo

El duelo

Resumen

Perder a un ser querido representa una transición vital que para muchas personas y familias es difícil de afrontar, máxime cuando la sociedad occidental no facilita los esquemas y los apoyos emocionales e instrumentales necesarios para llevarla a cabo.

Recientes investigaciones sobre el proceso de duelo revelan que el modelo sociocultural que pauta una respuesta inmediata a la pérdida y la posterior recuperación presenta una rigidez extrema.

Así patrones tan admitidos como decir adiós a la persona fallecida en un tiempo inferior a dos años y finalizar el proceso con una aceptación sin reservas de la pérdida se ha convertido en metas que muchos individuos y familias tratan de alcanzar sin éxito El sufrimiento humano puede ser causado por diversas razones, la muerte de un ser querido es una de ellas.

Los profesionales de la salud, en muchas ocasiones, no podemos evitar la muerte

ni el sufrimiento que ello provoca, pero esto no va a impedir que debamos prestar

una ayuda necesaria y eficaz en unos momentos de intenso dolor, además, el conocimiento del proceso de duelo normal y de sus posibles complicaciones nos va a evitar el que se produzcan alarmas injustificadas o se realicen intervenciones innecesarias.

Palabras clave: duelo, perdida, aceptación, muerte.

Desarrollo

Todas las personas sufrimos pérdidas a lo largo de nuestra vida, pero es muy cierto que después de perder a alguien o algo que ha sido parte de nuestra vida, la tristeza es la protagonista de nuestros días. Es cierto que todos reaccionamos de forma diferente, cada persona sobrelleva el dolor utilizando los recursos y mecanismos propios para superarlo, sin embargo, muchas veces el dolor con el que se vive una perdida se acentúa con el pasar de los días y muchas veces los que más se ven afectados son los que hacen parte del núcleo familiar más cercano al fallecido, es por esto que la atención al duelo como tal, es parte vital para que los que sienten la pérdida, sanen sus heridas y cierren ciclos, entendiendo que el duelo no es una enfermedad sino algo personal e intransferible. Como lo menciona el autor de la presente obra, es un proceso de crecimiento y transformación, no de curación ni de recuperación sino de desarrollo.

El apoyo familiar es una parte importante de este proceso de cerrar ciclos, ya que contar con el apoyo del núcleo cercano al fallecido y llorar juntos hace que las heridas sanen que todas estas dolencias que siente nuestra alma. Acompañarse en el dolor es parte vital de todos y cada uno de los procesos de las personas que fueron cercanas al fallecido, por lo que estar juntos teniendo en claro que cerrar ciclos es algo completamente natural, es algo que tenemos que enfrentar tarde o temprano, y es algo saludable para nuestra salud emocional.

El enfrentar el duelo con una nueva percepción, donde veamos a éste como parte de nuestro desarrollo, nos invita a buscar un sentido y un significado nuevo ante nuestras vidas, además de ver a la muerte como parte del ciclo de la vida y percibirla como un cambio de estado. El desafío que impone el duelo, trae aparejado nada más y nada menos que ,una tarea para nada sencilla que es la de aprender a vivir con la ausencia, y encontrarle un nuevo sentido a la existencia.

Existe, por otra parte, una nueva idea que tiene que ver con la continuidad del vínculo, en la que no se trata de olvidar al que murió, sino incorporarlo a la nueva realidad de nuestras vidas, el no tener que cortar el vínculo provoca un gran alivio: donde se piensa que uno ya no se tendrá que separar del fallecido, si no, cambiar o iniciar un nuevo modo de relacionarse con el.

Es verdad que esta nueva mirada del duelo tiene que ver mucho más con lo individual, dado que cada proceso es diferente según la persona. Creo en la importancia de aprender, no a cómo decir adiós, sino a desarrollar nuevos modos de vinculación con ése otro que ahora ya no está presente físicamente. Porque la vida continúa, aunque ya no

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