Emociones Toxicas
Enviado por brenda2392 • 14 de Octubre de 2014 • 2.127 Palabras (9 Páginas) • 579 Visitas
Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas
Ensayo del libro: “Emociones Toxicas”
SERVICIO AL CLIENTE
Prof. José Antonio Partida Rocha
E-301 25 de Octubre de 2013
Emociones Toxicas.
La comprensión de las emociones está en nosotros, el aprender de ellas, para elegir y transformar nuestra manera de sentir.
La sabiduría emocional consiste en elegir cómo nos vamos a sentir. El coraje no es la ausencia de temor, sino la capacidad de actuar a pesar del temor. Las excusas y las quejas te hacen permanecer en el mismo lugar de siempre.
El hombre se auto-realiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida. Hay circunstancias que no podemos cambiar y otras que no podemos evitar, pero sí podemos determinar cómo vivir cada una de ellas.
Vivir significa conocerse, y ese conocimiento es el que nos permite relacionarnos con el otro y con nosotros mismos. Si escondemos nuestras emociones, las acallamos y las ocultamos pensando que de esta forma van a desaparecer, cometemos un error. Ellas seguirán estando ahí y nos conduce a la confusión, la apatía y la incredulidad afectiva.
La sabiduría emocional consiste en elegir cómo nos vamos a sentir. Las emociones no pueden ser controladas desde fuera, sino que deben serlo desde dentro de nuestra vida.
Debemos cuidarnos para mantenerlas bajo control y que no pasen a ser tóxicas.
Una persona con emociones tóxicas buscará ser amada a cualquier precio. Sin embargo, estar sano emocionalmente no significa depender de otros para ser feliz, sino del amor que uno se tiene a sí mismo en primer lugar.
La persona con emociones tóxicas buscará la aceptación y el reconocimiento de los demás a través de los bienes que posee. Pero estar sano consiste en saber y reconocer que somos aceptados por nosotros mismos y por los demás independientemente de lo que tengamos.
Recuerda que lo más importante en cualquier circunstancia no es lo que pasa a tu alrededor, sino lo que pasa dentro de ti. Nadie puede salir de una crisis o de un dolor si permanentemente escucha de sí mismo palabras de dolor, de angustia y de fracaso. Asimismo, ten presente que la flexibilidad es una herramienta con la cual necesitamos contar. Tenemos que darnos permiso para equivocarnos, enfadarnos y llorar. También para sentir rabia y enojo, y para perdonarnos, sanarnos, recuperarnos y volver a ser felices. Somos capaces de transformar una emoción tóxica a través de acciones positivas y debemos ser conscientes de que podemos hacerlo. Es necesario dirigirnos a lo que sabemos que nos hace bien y nos genera bienestar: el cambio. Tú puedes elegir superar sea cual fuere la situación en la que te encuentres.
Aunque a veces la situación te cause ansiedad se tiene que saber contra llevar. La ansiedad es la emoción que aparece cuando sientes que se acerca una amenaza, cuando visualizas el futuro de manera negativa y, en consecuencia, intentas prepararte para hacerle frente.
La ansiedad como reacción normal nos permite afrontar una presión externa y se presenta acompañada de aquellos temores que todos tenemos y que nos preservan ante una amenaza o peligro.
La ansiedad crónica es tóxica. El problema surge cuando la ansiedad se convierte en un temor excesivo e irracional a situaciones que afrontamos diariamente. Entonces, pasa a ser una emoción tóxica. Esta emoción puede llevar al desánimo, a la tristeza e incluso a la depresión, o al otro extremo, a vivir completamente acelerado. En cualquiera de los dos casos, la expectativa será que el resto siga ese ritmo, lo cual generará a su vez problemas interpersonales.
Con esta emoción, nos costará mucho más alcanzar las metas que nos propongamos. La ansiedad no solo nos impide experimentar emociones positivas, como la alegría o el amor, sino que no nos permite disfrutar de la vida al máximo.
Salir de la toxicidad de la ansiedad está totalmente al alcance de todos. Pequeñas actitudes te llevan a realizar importantes cambios, que no son grandes en sí mismos, con la práctica, se arraigan en nuestras costumbres.
Como seres humanos que somos, todos los días de nuestra vida nos enfrentamos a situaciones que pueden generar en nosotros algún malestar.
Es normal que, frente a lo que nos causa algún tipo de dolor, nos sintamos mal. Lo importante es que lo atravesemos y lo superemos.
Es necesario que entendamos que sufrir un tipo de dolor durante un tiempo determinado es normal, pero vivir angustiado, no. La angustia es una emoción tóxica que nos produce malestar, nos incomoda, nos deprime. Y es que cada emoción que experimentamos se transforma en una sensación corporal que nos produce un estado de bienestar o malestar. Desanimarse es normal, pero permanecer en ese estado es tóxico.
Para romper el círculo de la angustia, existe un camino cuyos primeros pasos son:
• Disponerte a salir de la angustia, hablar todo lo que necesites, expresarte. Una idea puede ser escribir una carta contándote a ti mismo lo que te está pasando o incluso hablarlo con alguien directamente. Verás el alivio que te genera poder expresar algo que tenías guardado. Te aliento a que lo hagas, te ayudará mucho.
• Aprender a administrar los recuerdos con sabiduría
Los seres humanos poseemos una capacidad extraordinaria para archivar en nuestra memoria todo lo que vivimos y, también, para recordarlo en cuanto lo necesitemos. Recuerda de cuántas situaciones difíciles y tristes ya has salido, cuántos hechos que te parecían tremendos has superado y de los que has salido incluso más fortalecido.
• Redescubrir nuestros aspectos desconocidos. A lo largo de la vida nos damos cuenta de que es en esos momentos de dolor y de angustia cuando aprendemos quiénes somos verdaderamente y cuál es nuestra esencia. A partir de ahí, de esas situaciones, marcaremos la diferencia.
El hombre se ve realizado en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida.
• Cada dolor tiene un aprendizaje, y cada aprendizaje, una oportunidad de penetrar en un mundo desconocido pero muchas veces asombroso. Cuanto mayor sea tu disponibilidad para no permanecer en ese estado de derrota, antes saldrás y avanzarás a pesar de las circunstancias.
• Despertar al gigante dormido
Las dificultades y las crisis despiertan en nosotros al gigante y el potencial que estaba dormido.
No pidamos que nuestros problemas sean más fáciles, sino ser más fuertes.
No tenemos que pedir menos retos, sino más sabiduría, porque nuevos retos vendrán.
• Reconocer que no podemos tener el control de todo
Resulta sano ser conscientes de que hay muchos
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