Etica Empresarial
Enviado por Gustavomiguel • 29 de Septiembre de 2013 • 3.550 Palabras (15 Páginas) • 216 Visitas
Introducción
En su función de expresión, el lenguaje mantiene precisamente al otro al que se dirige, a quien interpela o invoca. Ciertamente, el lenguaje no consiste en invocarlo como ser representado y pensado. Pero por esto el lenguaje instaura una relación irreducible a la relación sujeto-objeto: la revelación del Otro. En esta revelación, el lenguaje como sistema de signos, sólo puede constituirse. El otro interpelado no es un representado, no es un dato, no es un particular, por un lado ya ofrecido a la generalización... El lenguaje supone interlocutores, una pluralidad. Su comercio no es la representación del uno por el otro, ni una participación en la universalidad, en el plano común del lenguaje. Su comercio, es ético
Cita tomada de Levinas Emmanuel (1977). “Totalidad e Infinito (Ensayo sobre exterioridad)”. Salamanca. Ed. Sígueme. Pág. 96.
Vivimos en tiempos donde el lenguaje alcanza una primacía indiscutible, ocu-pando el lugar primordial de la sociedad postmoderna que busca constantemente sor-prender con nuevos modos de lenguajes y comunicación. Atrás quedó aquel viejo para-digma de lenguaje como el simple intercambio de palabras entre dos sujetos. Nos en-contramos en un nuevo tiempo y ante nuevos paradigmas de lenguajes en el que estamos inmersos y zambullidos día tras días y que nos permiten, en cuestión de segundos, estar relacionados unos con otros, incluso con aquellos que no conocemos ni conoceremos. Pluralidad de lenguaje, como muchas otras pluralidades que nos ofrece nuestra postmodernidad. Sin embargo, allende de esas pluralidades de lenguaje en la que esta-mos inmersos, hoy sigue vigente más que nunca aquel lenguaje que comunica y se co-munica por sí mismo: el OTRO. Es este OTRO quien hoy sigue sorprendiendo y asom-brando con su lenguaje vivo al hombre postmoderno. Ese Otro que nos habla, comunica, no solo con palabras, sino con todo su ser. Por medio del Otro, el lenguaje llega a donde no llegan los demás estereotipos de lenguajes que solo alcanzan un mensaje conceptual: A una relación de responsabilidad, una relación ética.
Comenzar esta reflexión sobre ética empresarial desde la categoría OTRO que nos habla Emmanuel Levinas, es empezar a preguntarnos y percibir cuál es el lenguaje de la ética en general y de la ética empresarial en particular que marca nuestros modos de ser y relacionarnos en y como sociedad hoy. Relación YO-OTRO como paradigma de lenguaje donde la ética empresarial encuentra su fundamento y razón de ser al invertir esta relación dialogal en un OTRO-YO.
Hablar de una ética empresarial, es reflexionar acerca de la relación, el lenguaje y el modo de comunicarse e interpelarse que existe entre la empresa-sociedad, empresario-empleado, empresa-medio ambiente. Dos simetrías/asimetrías que se relacionan desde una acción concreta (relación comercial), con un fin concreto (bien o servicio a cambio de un valor monetario), un lenguaje propio (oferta-demanda) y sus propias reglas de juego (te doy-me das). Encuentro de dos partes que conviven y comparten a diario el mismo escenario, y en la que no siempre se da ese carácter de responsabilidad de la cual nos habla Levinas; originándose así, el quiebre de la relación YO-OTRO, el quiebre de la ética.
Como gerente de empresa, centro mi reflexión en este tema que acucia desde hace mucho tiempo a empresas, empresarios y gerentes. Reflexionar la empresa en su razón de ser, en su relación con la sociedad y con el medio ambiente, es decir, su ética. Una empresa no es un ser aislado del sistema, no es un no-yo o un no-otro. Es ese Yo y ese OTRO que forma parte del supra-sistema y; por tanto se relaciona y vincula, se realiza y constituye en-con-dentro de todo el sistema humano, social, cultural, económi-co, político, religioso que conforman el supra-sistema. Es parte integrante del todo y hasta podríamos decir es la PARTE INTEGRANTE. De aquí, que sea necesario pensar y reflexionar sobre su conducta y comportamiento dentro de la sociedad a la cual perte-nece y forma parte. Son las empresas con su lenguaje –consume todo lo que quieras-, quiénes hoy imprimen e imponen las formas de encontrarnos, comunicarnos, relacio-narnos como seres sociales. Son ellas las que introducen los nuevos cambios de vida y habitus social, las que marcan los valores con que nos relacionamos.
El título con que enmarco este ensayo, parte de la visión negativa con que se mira a las empresas hoy: Las responsables de promover antivalores y destruir el mundo con el fin de alcanzar grandes rentabilidades. Imagen que en gran medida se encargaron muchas empresas de mostrar al mundo con sus políticas, visiones y misiones. ¿Es posible entonces, pensar en una ética como contingencia o solo es una utopía más de quiénes anhelamos un mundo mejor para los tiempos de hoy?
El presente trabajo quiere ser un aporte más a esta problemática actual que viene desde décadas siendo tema de reflexión en el mundo empresarial. Sabemos que hablar de una ética empresarial, es hablar de la misma ética que rige todos los ámbitos humanos y sociales. Con este trabajo de ningún modo busco dar respuestas últimas ni únicas verdaderas, agotando la problemática en los puntos que se reflexionan aquí. Solo son esbozos, que nos permiten adentrarnos en algunos aspectos de esta problemática, in-quietándonos a salir de nuestras angustias del sin sentido como sociedad; a la búsqueda de una recuperación de la equidad y justicia, encontrándonos nuevamente unos con otros reconociéndonos como seres en relación de manera responsable.
Para tal fin, estructuro mi trabajo del siguiente modo:
En un primer momento me centraré en describir nuestro marco de referencia, allanando el lenguaje respecto a lo que entenderemos por ética, moral, valor, empresa. Como segundo momento expondré el marco filosófico de la ética levinasiana; para así, en un tercer momento, intentar encontrar -si es posible- responder a la pregunta que origina este ensayo.
1. Marco de referencia: Definición de ética, moral, valor, empresa
Comencemos aclarando los siguientes términos
Ética: del griego ethos; temperamento, carácter. El diccionario de la real aca-demia la define como principio directivo que orientan a las personas en cuanto a la con-cepción de la vida, el hombre, los juicios, los hechos y la moral. Es decir, la ética es la norma rectora de la actividad humana en orden al bien. Está referida a un fin concreto, el deber ser de la acción humana.
Moral: del latín mos; costumbre, hábito. Analiza la conducta del hombre de acuerdo a criterios valorativos sobre el bien y el mal. Se diferencia de la ética en cuánto la moral refiere al nivel práctico de la acción, mientras que la ética refiere al nivel teórico – reflexivo de la moral. En
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