Etica: Tugendhat, Nozick, Aristoteles, MacIntyre

1. "Mi problema no se refiere a los posibles errores en cuanto a los medios, sino en las metas de nuestro querer. Atañe a la cuestión de qué puede significar equivocarse con respecto a los propios intereses o necesidades auténticas" (Tugendhat, 1998: 59).

Explicacion:

Considero que Tugendhat trata de discernir, en primer lugar, sobre lo que para él viene a ser el problema en su pensamiento sobre la felicidad en cuanto a nuestros querer; Tugendhat dice que la problemática se halla en las metas de nuestro querer, prescindiendo de la cuestión referente a los caminos o medios para realizar una determinada concepción de la felicidad. Él hace énfasis en lo que concierne a los objetivos de nuestro querer, se preocupa por lo que significaría que nuestros intereses o necesidades (refiriéndose a las verdaderas o auténticas) se encontrasen errados.

A partir de esta preocupación pienso que el autor se encamina a la cuestión de hasta qué punto, nuestros intereses auténticos, son viables o justificados de acuerdo a las estructuras sociales. ¿Se pueden encontrar los intereses verdaderos y últimos en una determinada sociedad, y en ese caso, solo esta posee dicha verdad? A esto Tugendhat responde con un no, redimensionando el problema a lo que debería corresponder al hombre constituido correctamente, actuando en sociedad. Puede considerar que el hombre debe contar con una constitución psicológica que no depende enteramente de un contexto social, sino de una concepción psíquica “buena” que le permita distinguir los objetivos de su querer autentico independiente del papel de la sociedad y pensamiento instituido.

Pienso que la cuestión fundamental de Tugendhat al tratar el estudio de la felicidad, es como al traer a colación este problema, puede ser estudiado dentro un contexto social diferente al existente en la antigüedad y una vez plantado en esta cuestión… Cómo entonces, conocer realmente si lo que queremos o deseamos, es correcto y no influenciado por la sociedad y si ese objetivo de querer es válido en cuanto es coherente con lo que de verdad nosotros, autónomamente, deseamos.

2. "Lo que deseamos y valoramos es una conexión real con la realidad. Denominémoslo "segundo principio de la realidad" (el primero era el de Freud): Concentrarse en la realidad externa, con nuestras creencias, evaluaciones y emociones, es valioso en si mismo, no solo como medio para obtener más placer o felicidad. Y lo valioso es esta conexión, no solo tener creencias verdaderas" (Nozick, 1992: 84).

Explicación:

Considero que Nozick resume en esta frase su principal razón para defender su posición de no quedarse en la máquina de experiencias. Exalta la conexión real con la realidad, es decir, la existencia de una conexión consciente con la realidad externa, la existencia de un puente a una realidad donde nos conectamos a nuestras creencias, evaluaciones y emociones; independiente de si estas nos proporcionan más placer o felicidad, Nozick considera esencial la existencia de una conexión real con la realidad, no solo el sentimiento de placer al estar conectado a ella, sino la conexión real.

A partir de ahí, Nozick desarrolla esta postura: deseamos estar conectados realmente a la realidad, pero deseamos además, explorarla, recrearla, alterarla y crear nuevas posibilidades. No es suficiente conformarse con tener unas creencias verdaderas, sino experimentarlas, alterarlas, inmiscuirse de lleno en la realidad.

Al denominarle “segundo principio de la realidad” Nozick

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