Filosofia

FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS

Ensayo

El termino filósofos naturales es usado para denominar a estas corrientes filosóficas que consideran a la naturaleza como el principio de todas las cosas.

El naturalismo mantiene que todos los conceptos relacionados con la consciencia y la mente hacen referencia a objetos que pueden ser reducidas a relaciones de Superveniencia con fuerzas y causas naturales.

Los filósofos naturalistas hacen que se elaboren muchas nociones importantes que pasarán al patrimonio filosófico de la verdad.

Anaxímenes es uno de los principales o iniciadores filósofos naturales con su principio del aire, el aire se diferencia de distintas substancias en virtud de la rarefacción y la condensación. Por la rarefacción se convierte en fuego; en cambio condensándose se convierte en viento, luego en nube y aún más condensado, en agua, en tierra más tarde y finalmente, en piedra.

En efecto, Anaxímenes concibe al mundo como algo vivo.

Anaximandro, realiza un avance notable, el principio de todas las cosas (arjé) es el ápeiron que es, "lo indefinido, lo indeterminado". Se trata pues, de un elemento no empírico y por su carácter indefinido permite explicar mejor el origen de las cosas que a través de un elemento determinado.

El ápeiron es “inmortal e indestructible”, es decir “eterno y que no envejece”. Anaximandro, les atribuye entonces, los caracteres que la mitología griega otorgaba a los dioses. A este filósofo le debemos también nuestro primer mapa mundial, llegó a la conclusión de que el firmamento giraba en torno a la estrella polar, y, por tanto, dibujó el cielo como una esfera completa y no simplemente como un arco semiesférico sobre la Tierra. Por primera vez la noción de esfera invadió la astronomía, llegando a culminar eventualmente en la visión sofisticada, aunque errónea, del universo concebido por Tolomeo.

Hablaremos ahora de Parménides quien participo en La escuela de Elea aunque fue tradicionalmente atribuida a Jenofanes de Colofón, quien se habría instalado en Elea, tras emigrar de Italia. Allí, habría tenido como discípulos a Parménides y otros más. Pero se trata de información incierta, lo más probable es que el propio Parménides haya sido el fundador de la escuela.

Inspirado probablemente en la literatura oracular y mística, el poema con el cual comienza Parménides da a entender que el contenido debe considerarse "revelación" filosófica:

"Pues bien, te diré, escucha con atención mi palabra, cuáles son los únicos caminos de investigación que se puede pensar uno: qué es y que no es posible ser, es el camino de la persuasión que acompaña, en efecto, a la verdad; el otro, que no es y que es necesario no ser.

Te mostraré que este sendero es por completo inescrutable; no conocerás, en efecto, lo que no es

Los presocráticos pueden dividirse en dos grupos: monistas, explican la mente como el resultado único o exclusivo de la actividad neurofisiológica del cerebro. Rechazan la existencia de fenómenos espirituales o mentales.

Y dualistas, basan sus ideas en que cerebro y mente son dos realidades distintas, cada una con unas propiedades y leyes específicas.

Mientras que los primeros filósofos pueden ser considerados monistas puesto que buscaron el arjé en un solo elemento, los que presentaremos a continuación son considerados dualistas dado que ya no buscarían un solo elemento, sino una multiplicidad de éstos que al combinarse entre sí dan origen a un universo múltiple y móvil.

Al igual que la de Empédocles, su filosofía, parte de los planteos de Parménides, llegando a una solución relativamente parecida. Ya que el "ser" no puede empezar, y ya que lo "uno" ha de considerarse como inmutable, Anaxágoras –que admite la pluralidad y la movilidad, así como los cambios y transformaciones de la realidad formula una teoría dualista. Todo lo que se produce y sucede es resultado de la mezcla de múltiples elementos.

Anaxágoras llama a esos elementos o principios spérmata (semilla), las cuales son cualitativamente distintas e indefinidamente indivisibles. En todas las cosas hay semillas de todas las cosas, de tal manera que "todo está en todo". Así se explica que cualquier cosa puede llegar a ser otra distinta, y que si una cosa es lo que es, es porque en ella predominan las semillas correspondientes.

El mundo se origina por medio de un torbellino en el que se realizan las mezclas y separaciones constantemente. Pero este movimiento del torbellino tenía que ser explicado, puesto que Parménides parecía haber demostrado que, de por sí, la Esfera permanece quieta e inmóvil: Anaxágoras se verá obligado a introducir un "principio de movimientos", al que da el nombre de Nous (origen, inteligencia).

Además de este importante principio que en nuestros tiempos vemos como algo totalmente cierto y natural, Anaxágoras realizo estudios de los eclipses, trabajos de memoria y anatomía del cerebro.

Con la teoría de los cuatro elementos que han de estar en armonía, Empédocles toma el arjé de cada uno de sus antecesores naturales y los une llamándolos cuatro raíces, permite elaborar una concepción de salud, que tendrá amplia repercusión en la medicina griega posterior.

Utilizando otros términos Empédocles considera al hombre un microcosmos, una suerte de mundo microcópico (que contiene los mismos elementos) y ello le permite formular una explicación de conocimiento: "lo semejante reconoce a lo semejante".

"Vemos la tierra por la tierra, el agua por el agua, el aire divino por el aire y el fuego destructor por el fuego. Comprendemos el amor por el amor y el odio por el odio."

La mezcla de los elementos es producido por dos fuerzas cósmicas: el amor y el odio. Son fuerzas que también se encuentran en el hombre y que al explicar en su lucha todo cuanto sucede, determinan la visión trágica que Empédocles tiene de la existencia:

Estos elementos no cesan nunca su continuo cambio. En ocasiones se unen bajo la influencia del Amor, y de este modo todo trascienden lo Uno; otras veces se corrompen por la fuerza hostil del Odio y tienen una vida inestable.

Este mismo combate de dos fuerzas se ve claramente en la masa de los miembros mortales. A veces, por efecto del amor, todos los miembros que posee el cuerpo se reúnen en unidad, en la cima de la vida floreciente. Pero otras veces, separados por el odio cruel, vagan por su lado a

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