ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Filosofia


Enviado por   •  19 de Abril de 2014  •  2.321 Palabras (10 Páginas)  •  244 Visitas

Página 1 de 10

1

Platón consideró que la realidad se divide en dos grandes géneros:

 el Mundo Sensible (también emplea con frecuencia la expresión “mundo visible”) El Mundo Sensible es el conjunto de entidades que se ofrecen a los sentidos, realidades particulares, cambiantes, múltiples, que nacen, duran y mueren y se captan con los sentidos

 Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas.

Lo absoluto al que él se refiere es precisamente este último ámbito de realidad.

El Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas está poblado por entidades absolutas, universales, independientes, eternas, inmutables; entidades que están más allá del tiempo y del espacio, y que se conocen mediante la parte más excelente del alma, la racional. En este segundo ámbito la realidad más valiosa la constituye la Idea del Bien (que para muchos autores Platón identifica con Dios).

La tarea de la filosofía consiste en ascender desde el Mundo Sensible al Mundo de las Ideas y en éste contemplar la Idea de Bien (por eso Platón define la filosofía como “una ascensión al ser”). Esta teoría es fundamentalmente una teoría ontológica pero tiene claras repercusiones en otros ámbitos como la antropología, la teoría del conocimiento, la ética y la política.

HUME

Distinción entre impresiones e ideas

“Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases, que yo llamaré impresiones e ideas”:

• “A aquellas percepciones que entran con la máxima dureza y violencia podemos llamarlas impresiones; bajo esta denominación comprendo todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal y como hacen su primera aparición en el alma”. Hume llama impresiones al conocimiento inmediato e intuitivo de algo externo o de algo interno. Por eso las impresiones se distinguen por su viveza.

• “Con el nombre de ideas designo las imágenes de las percepciones en el pensamiento y en la razón. Hume distingue entre percepciones e ideas, las ideas serían lo equivalente a la imaginación, por lo tanto las ideas proceden todas de alguna impresión previa.-

odas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases, que yo llamaré impresiones e ideas”:

• “A aquellas percepciones que entran con la máxima dureza y violencia podemos llamarlas impresiones; bajo esta denominación comprendo todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal y como hacen su primera aparición en el alma”. Hume llama impresiones al conocimiento inmediato e intuitivo de algo externo o de algo interno. Por eso las impresiones se distinguen por su viveza.

• “Con el nombre de ideas designo las imágenes de las percepciones en el pensamiento y en la razón. Hume distingue entre percepciones e ideas, las ideas serían lo equivalente a la imaginación, por lo tanto las ideas proceden todas de alguna impresión previa.

Los racionalistas llegaban a Dios a través de la idea de Dios mediante el argumento ontológico; la idea de Dios era una idea innata. Pero Hume no admite la existencia de dichas ideas, luego tampoco admite su demostración, por lo tanto la existencia de Dios es indemostrable.

Según Hume no es posible conocer la realidad, ésta está fuera de nosotros por tanto no es ninguna impresión. Conocemos, pero no sabemos qué es lo que conocemos, es decir, conocemos fenómenos, lo que aparece ante el pensamiento. Por eso la filosofía de Hume suele calificarse como un fenomenismo escéptico. Fenomenismo porque no conocemos más que lo que parece ante la conciencia; y escéptico porque lo conocido, no es la realidad, o si lo es, no lo sabemos ni podemos saberlo.

DESCARTES:

Descartes trató de aplicar a la filosofía los procedimientos racionales inductivos de la ciencia, y en concreto de las matemáticas. Antes de configurar su método, la filosofía había estado dominada por el método escolástico, que se basaba por completo en comparar y contrastar las opiniones de autoridades reconocidas. Rechazando este sistema, Descartes estableció: “En nuestra búsqueda del camino directo a la verdad, no deberíamos ocuparnos de objetos de los que no podamos lograr una certidumbre similar a las de las demostraciones de la aritmética y la geometría”. Por esta razón determinó no creer ninguna verdad hasta haber establecido las razones para creerla. El único conocimiento seguro a partir del cual comenzó sus investigaciones lo expresó en la famosa sentencia: Cogito, ergo sum, “Pienso, luego existo”. Partiendo del principio de que la clara consciencia del pensamiento prueba su propia existencia, mantuvo la existencia de Dios. Dios, según la filosofía de Descartes, creó dos clases de sustancias que constituyen el todo de la realidad. Una clase era la sustancia pensante, o inteligencia, y la otra la sustancia extensa, o física.

LAS IDEAS

1. -LAS IDEAS, OBJETO DEL PENSAMIENTO

Tenemos ya una verdad absolutamente cierta: la existencia del Yo como sujeto pensante. Esta existencia indubitable del yo no parece implicar, sin embargo, la existencia de ninguna otra realidad. En efecto, aunque yo lo piense, tal vez el mundo no exista en realidad; lo único que es cierto es que yo pienso que el mundo existe. ¿Cómo demostrar la existencia de una realidad extramental, exterior al pensamiento? ¿Cómo conseguir la certeza de que existe algo aparte de mi pensamiento, exterior a él?.

El problema es enorme, sin duda, ya que a Descartes no le queda más remedio que deducir la existencia de la realidad a partir de la existencia del pensamiento. Así lo exige el ideal deductivo: de la primera verdad, “yo pienso”, han de extraerse todo nuestros conocimientos, incluido, claro está, el conocimiento de que existen realidades extramentales.

Antes de seguir adelante con la deducción, veamos, como hace Descartes, qué elementos tenemos para llevarla a cabo. El inventario nos muestra que contamos con dos: El pensamiento como actividad (yo pienso) y las ideas que piensa. En el ejemplo citado, “yo pienso que el mundo existe”, esta fórmula nos pone de manifiesto la presencia de tres factores: el yo que piensa, cuya existencia es indudable; el mundo como realidad exterior de pensamiento, cuya existencia es dudosa y problemática, y las ideas de “mundo” y de “existencia” que indudablemente poseo (tal vez el mundo no exista, pero no puede dudarse que poseo la idea de “mundo” y de “existencia”, ya que si no las poseyera, no podría pensar que el mundo existe).

Descartes tiene tres tipos de ideas.-

1.- Unas que parece que vienen de fuera. (parece que vienen de mis sentidos, no me sirve de punto de vista).

2.- Ideas de las sirenas, que son las fácticas, las que formamos

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (14 Kb)
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com