Filosofia
Enviado por VanessaArnao • 22 de Octubre de 2014 • 1.616 Palabras (7 Páginas) • 274 Visitas
Platón [427-347 a. C.] elabora su filosofía del hombre principalmente en dos de sus escritos: en los Diálogos, en el Fedón, el Fedro y en la República. De esta manera en el Fedro, Platón explica el origen del alma a través de la alegoría de los caballos y el cochero.Y en ella afirma que la verdadera naturaleza del alma humana es el ser divina e inmortal; la cual se parece a un cochero que dirige dos caballos, uno bueno, obediente y virtuoso y el otro malo, rebelde y vicioso. El cochero trata de equilibrar ambos caballos de modo que el caballo rebelde no arrastre con su rebeldía al caballo bueno hacia las regiones inferiores. Esta alma posee alas cuya virtud consiste en dirigir lo pesado hacia las regiones superiores donde habitan los dioses, ya que ellas son parte de lo divino más que cualquier cosa corporal. Y son divinas tanto ellas porque poseen todo lo bello, verdadero y bueno, como aquello que las alimenta y fortalece. En cambio, la fealdad y la maldad las rompen y arruinan.Las almas de los dioses son dirigidas por caballos buenos y dóciles, pero los hombres poseen un alma conducida no sólo por un caballo bueno, sino también por uno malo. Esto se debe a que el alma [ψυχη] humana en otro tiempo fue sometida a una dura lucha que no superó y como castigo a esta culpa se le condenó a vivir en la “tumba [σηµα] que llamamos nuestro cuerpo [σωµα] y que arrastramos con nosotros, como la ostra sufre la prisión que la envuelve.” El cuerpo le dificulta al alma contemplar la verdad, “pues en vez de sentirse movida por el respeto hacia ella se deja dominar por el atractivo del placer, y, como una bestia salvaje, violando el orden eterno, se abandona a un deseo brutal y en su comercio grosero no teme, no se avergüenza de consumir un placer contra la naturaleza. Antes de su caída a un cuerpo, el alma contemplaba la esencia de las cosas como lo son la bondad, y la justicia en las regiones superiores delUranos, pero “presa del deseo y encerradas en su prisión [y] llevada por la pasión se lanza a todas partes en donde cree encontrar su querida belleza.”8En el Fedón, Platón piensa que se puede saber que el alma es inmortal por la reminiscenciao recuerdo que esta tiene de las cosas pasadas cuando preexistía contemplando las esencias o los arquetipos eternos, antes de su caída al cuerpo. La tesis de la inmortalidad, según este filósofo, sólo es posible mediante las tesis de la preexistencia, misma que queda evidenciada por la reminiscencia del alma. Y ésta última le permite a Platón sostener una tesis más que heredó de los pitagóricos, la reencarnación. El cuerpo es una cárcel, una “prisión oscura”, una “cadena para el alma”, corrompido como está impide que el alma encuentre la verdad, le pone muchos obstáculos, ya que es “el mayor de nuestros males”: fuente de todo error, temor, tristeza, ignorancia, guerra, envidia y demás pasiones. Ahora, ¿cómo puede el hombre liberarse de tan gran mal, es decir, del cuerpo? Platón responde a ello a través de dos alegorías: la alegoría de la línea y la alegoría de la caverna, donde pone de manifiesto que sólo es posible tal liberación con el auxilio de la filosofía.Con esta ciencia el hombre puede romper las cadenas que atan el alma a la prisión del cuerpo y elevarlo hasta la verdad. Por tal razón, el filósofo ha de mirar la muerte como un gran bien que viene a liberarlo del cuerpo. Esto último constituye la felicidad [ευδαιµονια] del filósofo, que alcanzará únicamente por medio del conocimiento y ejercicio de las virtudes [αρητη] que son cuatro: la templanza [ανδρεια], la fortaleza [σωϕροσυνη], la justicia [δικαιοσυνη], la prudencia [ϕρονησις], la sabiduría [σοϕια]; ésta última está por encima de todas. Por tanto, el filósofo es el único hombre sabio, porque es capaz de gobernarse a sí mismo, dominar sus pasiones, despreciar los placeres y los bienes materiales. Aristóteles [384-322 a. C.] trata la cuestión del hombre fundamentalmente en sus escritos Tratado sobre el alma y la Política. Su concepto de hombre no es independiente de teoría hilemórfica, según la cual las substancias inanimadas --llamadas así porque carecen de un alma o de un principio animador que las mueva-- están compuestas de materia [υλη] y forma [µορϕη]. Sólo que en las substancias animadas como lo son los seres vivos los componentes adquieren otro nombre, a la materia [υλη] se le denomina cuerpo [σωµα] y a la forma [µορϕη], alma [ψυχη]. Por ende, el hombre no es otra cosa que el compuesto de alma y cuerpo. De este modo el alma es la forma del cuerpo por la cual se dice que el cuerpo vive: se nutre, se reproduce, piensa, se mueve y siente. Para el Estagirita el alma es la esencia del hombre y se define
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