Filosofía Cristiana Medieval.

La filosofía cristiana medieval

La Edad Media fue una época de grandes hazañas y descubrimientos, pero sobretodo el momento en el que la religión cristiana estuvo en su auge, dadas los privilegios que ésta tenía y su facultad de intervenir en los asuntos del gobierno.

También fue en esta época en que grandes teólogos y filósofos sostuvieron sus posturas y opiniones en lo que a religiosidad respecta. Personajes tales como Agustín de Hipona y Tomás de Aquino, dieron un giro de 180° a las concepciones que se tenían antaño acerca del concepto de “Dios” y de cómo llegar a él, formaron una síntesis entre la fe y la razón y propusieron sus argumentos para demostrar la existencia de Dios.

San Agustín

De origen africano, más específicamente de Tagaste, al norte del continente, desde joven admirador de las ciencias humanísticas, predicador y escritor durante toda su vida. Al viajar a Milán se convirtió al cristianismo.

Influenciado por el pensamiento de Platón, San Agustín concebía al ser humano como un compuesto de cuerpo y alma. Propuso la necesidad de creer para comprender. Tomó la fe y la razón como instrumentos complementarios para encontrar la verdad.

Separó bien los conceptos de “ciencia” y “sabiduría”. A la primera le competía conocer las realidades del mundo mediante los sentidos, y a la segunda las realidades eternas, mediante el entendimiento.

Afirmó la existencia de Dios y dijo que éste no se encuentra fuera del hombre, sino dentro de él. Para fundamentar la existencia de Dios se debe partir de la interiorización, puesto que el alma busca la felicidad, que está en nuestro interior y en el interior se encuentra Dios con tres facultades anímicas capitales:

• Memoria

• Entendimiento

• Voluntad

San Agustín describe a Dios como:

• Suma verdad

• Amor infinito

• Plenitud del ser

• Inmutable y eterno

• Perfecto

• Bueno

Asimismo, describía al ser humano como imagen de Dios. El fin del ser humano es amar, ya que el amor es el principio de unidad y plenitud que da sentido a su vida, es lo que lo vuelve humano.

“Durante mi niñez (que era menos de temer que mi adolescencia) no me gustaba estudiar, ni soportaba que me urgieran a ello. Pero me urgían, y eso era bueno para mí; y yo me portaba mal, pues no aprendía nada como no fuera obligado. Y digo que me conducía mal porque nadie obra tan bien cuando sólo forzado hace las cosas, aun cuando lo que se hace sea bueno en sí. Tampoco hacían bien los que en tal forma me obligaban; pero de ti, Dios mío, me venía todo bien. Los que me forzaban a estudiar no veían otra finalidad que la de ponerme en condiciones de saciar insaciables apetitos en una miserable abundancia e ignominiosa gloria.

Pero tú, que tienes contados todos nuestros cabellos, aprovechabas para mi bien el error de quienes me forzaban a estudiar y el error mío de no querer aprender lo usabas como un castigo que yo, niño de corta edad pero ya gran pecador, ciertamente merecía. De este modo sacabas tú provecho para mí de gentes que no obraban bien, y a mí me dabas retribución por mi pecado. Es así como tienes ordenadas y dispuestas las cosas: que todo desorden en los afectos lleve en sí mismo su pena”.

Las Confesiones del glorioso doctor de la iglesia san Agustín, capítulo XII del libro I.

Tomás de Aquino

Nació cerca de Nápoles, reino de Silicia. Filósofo y teólogo, fundó la Escuela Tomista de Teología y Filosofía.

San Agustín no trataba de probar la fe, sino de iluminarla a través de la razón. Sus escritos lograron una síntesis entre el aristotelismo y el platonismo. Consideró a Dios como el ser total y causa de todo, absoluto, sin dependencia de otros entes. Infinito, creador, principio y fin, motor inmóvil, diferente al mundo, perfecto, acto puro, necesario.

La existencia de Dios debe ser a priori, es decir, a partir de las cosas mismas:

• Existe el movimiento o cambio. “Dios es el que mueve al mundo sin ser movido”.

• Existen seres que son causados. “Dios es la causa primera de todo lo que existe”.

• Parte de la contingencia de los seres de este mundo. “Dios es el primer necesario”.

• Existen diferentes grados de perfección. “Dios es el primero perfecto”.

• Tomó como premisa el orden del universo. “Dios determina el fin o la meta de todo lo que existe”.

El Renacimiento político

Pensamiento político de Nicolás Maquiavelo

De orígenes itálicos, Maquiavelo es considerado uno de los teóricos políticos más sobresalientes de la etapa del Renacimiento. Sus obras abrieron paso al pensamiento moderno, sus obras magnas como son “El Príncipe” y “El arte de la guerra” dieron una nueva perspectiva acerca de cómo debía efectuarse la forma de gobierno, una manera de pensar que abrió paso al inicio de una nueva era.

En “El Príncipe”, Maquiavelo expone la forma en que debe establecerse una nueva y absoluta monarquía. Buscaba la unificación de Italia, alegando que ésta

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