Inteligencia Emocional
Enviado por Nizza114 • 4 de Marzo de 2013 • 894 Palabras (4 Páginas) • 330 Visitas
En algún momento de nuestra incesante búsqueda por el entendimiento de cómo el ser humano aprende y se desarrolla a lo largo de su ciclo de vida, el cociente intelectual fue considerado el determinante más importante para evaluar el potencial de éxito de una persona. Factores como entorno, experiencias, emociones y/o sentimientos, no eran contemplados como variables que, en efecto pudiesen influir en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Al menos, a quiénes pudiesen albergar dichas ideas no se les consideraba como científicos, sino más bien como pensadores cuyos aportes podrían adquirir validez, en la medida que pudiesen ser corroborados por la ciencia. Sin embargo, ante el incesante despliegue de cambios y adaptabilidad por los cuales la sociedad ha atravesado, hemos sido capaces de expandir nuestro nivel de aceptación, ante lo que hoy día denominamos como inteligencia emocional. El ser humano ha tenido que comprender, en general, que para estar realmente preparado y ser capaz de mejorar su calidad de vida y vivencias, tiene que reconocer sus propias emociones y aquellas de los demás; esto le permitirá motivarse y controlarse efectivamente. Acciones que culminan conduciéndolo al mayor éxito de todos: El personal.
Ante un viejo paradigma que establecía libertad de razonamiento sobre las emociones, surge uno nuevo: Necesitamos armonizar nuestras mentes y corazones si en realidad deseamos conquistar el éxito y sentirnos seres completos. Es partiendo de este nuevo planteamiento, que contemplamos el hecho de que las emociones son importantes en los procesos de racionalización, y por ende, cómo podamos lidiar con nuestras vidas depende de nuestra capacidad para alinear las emociones con el pensamiento, y viceversa. Quienes alcancen el dominio de dicha destreza, serían para Goleman personas con mayores probabilidades de ser efectivas en sus vidas y trabajos. Si como seres pensantes reconocemos que al estar expuestos a diversos escenarios, reaccionamos de diferentes maneras, entonces, ¿cómo ignorar una realidad tan palpable como el hecho de que dichas reacciones son producidas por nuestras emociones?
Hoy en día, son más y más las industrias y agencias que buscan que sus empleados posean una inteligencia emocional alta. ¿Por qué? Se han dado cuenta que el poseer un cociente intelectual privilegiado, pero en ausencia de control de emociones y habilidades sociales, minimiza la eficiencia de ese empleado, pues carece de herramientas que le permitan liderar y comprender a quienes le rodean. El ambiente que este tipo de líder desarrolla, no fomenta la unión entre las personas y sus labores. Dichos factores culminan afectando el bienestar y estabilidad de la estructura administrativa en general. Lo mismo sucede con los educadores. Ante un maestro cuyo dominio cognitivo de su materia sea prodigioso, pero no sea capaz de canalizar efectivamente sus emociones, tendremos un escenario donde la ausencia de aprendizaje
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