LOS CUATRO ACUERDOS

El siguiente ensayo, tiene como finalidad primordial tratar de hacer entender a las personas que necesitan reflexionar acerca de lo que se tiene y lo que se hace, tratar de concebir los conocimientos expresados por el autor Miguel Ruíz, sobre sus ancestro los Tolteca, trata acerca de una serie de máximas creadas por ellos, para poder llevar una vida en armonía, el mismo trata de ejemplificar en resumen los aportes de esta cultura, la misma, la concebí como una tribu que se dedicaban al estudio de la vida y sus diferentes momentos en que se desarrolla, el pensamiento de las personas son el reflejo de nuestra cultura, esta nos hace actuar de diferentes manera ante la misma situación, no hay razón para sufrir, la única razón por la que sufrimos es porque nosotros mismos queremos sufrir, los tolteca trataban de estudiar a la persona no solo como individuo y ser pensante, sino, como sociedad y factor de sus propias interacciones con el mundo, siempre teniendo presente sus conocimientos espirituales y las prácticas ancestrales de sus antepasados, es una filosofía fuertemente arraigada con la manera de pensar tolteca como la idea de que todo lo que podemos percibir no es más que un sueño o que toda nuestra sociedad está basada en cientos de acuerdos que guían nuestra vida

Inicialmente el autor nos confronta con algo esencial en cada persona, que siempre busca superarse y no se conforma con lo que aprende , siempre trata de mejorar personal, familiar y socialmente, nos propone para ello, “Sin vida no hay rumbo”, es decir, que la vida es la guía, la fuerza, lo supremo, la creadora de todas las cosas; mediante esta reflexión el autor nos expresa que todo existe porque es una manifestación de las necesidades que las personas necesitan para autocomplacerse.

Por ello, trato de explicar que todas las personas son dioses, ya que, todos somos iguales y somos la imagen de lo que creemos, pero nos comportamos como espejos, porque nos vemos en los problemas de los demás, pero nadie ve los suyos reflejados en él, para esto, el autor nos refleja en uno de sus conocimientos tolteca, cuando asevera en la Página 20 “soy un espejo humeante, porque, me veo en todo a vosotros, pero no nos conocemos mutuamente por el humo que hay entre nosotros. Ese humo es el sueño y el espejo eres tú, el soñador”. Esta aseveración nos realza el autor en la primera parte de su obra como la domesticación y el sueño del planeta.

Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices, es un instante mágico, es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia. Nosotros tenemos la llave de la felicidad, no debemos dejar que otros hablen o actúen por nosotros, de esto habla el libro “Los Cuatro Acuerdos” saber hacer nuestras reglas, nuestros caminos, pero que sean nuestros, que sean caminos propuestos por nosotros mismos, sin dejar que alguien más intervenga en ello, para saber defenderte por ti mismo, valerte por ti mismo.

En este mismo orden de idea, el autor nos resume sus conocimientos tolteca en cuatro acuerdos que debe asumir y desarrollar las personas para solventar algún inconveniente, problema o situación de la vida, el primero de los acuerdos al cual el considera, el más importante y también el más difícil de cumplir, al cual titula “se impecable con las palabras”, aunque podemos ver como algo simple, al final en nuestra vida se vuelve algo muy poderoso, ya que, las palabras se convierte en el poder de crear o destruir, tú intensión, lo que sueñas, lo que sientes y lo que realmente eres, lo expresas a través de las palabras, cuando las empleamos se convierte en un instrumento de magia, pero también se puede convertir en un instrumento esclavisante, una sola palabra puede cambiar una vida, como puede destruir millones, es imprescindible recordar que la mente humana es como un campo fértil, donde se pueden plantar semillas mediante las palabras, las mismas se desarrollan y darán frutos, por eso debemos comprender el poder que tiene nuestra boca y la intencionalidad que llevan las mismas que queremos expresar, toda persona se puede convertir en un mago, puede hechizar a una persona como puede hacer que salga de un hechizo, usando las palabras impecablemente; hay magia blanca y magia negra, la magia blanca sirve para crear sueños o vivencias hermosas mientras que la magia negra es para todo lo contrario, es decir la magia blanca es como el cielo y la magia negra es el infierno

A lo largo de nuestra vida hemos dado muchas opiniones sin saber hasta que grado han afectado a los personas, en muchas ocasiones puede que a la persona no le importe, pero hay otras tantas que tan solo un inocente comentario puede hacer a la persona cambiar de acuerdo

Pero llegar a este acuerdo es difícil porque hemos aprendido a hacer precisamente todo lo contrario. Hemos aprendido a manejar la mentira, y lo peor de todo eso; es que se ha convertido en aún más importante que el hablar con uno mismo, con la verdad. Otro error al que hemos llegado a cometer como seres humanos; y aun mas, es que muchas veces les damos un mal uso a las palabras por ejemplo: para maldecir, culpar, reprochar y en general para destruirnos a los demás y lo peor, a nosotros mismos.

Sin duda alguna que el poder de la palabra es enorme y es la manera de expresar lo que sentimos, y lo que somos, por ello, debemos convertirnos en seres integrales que no solo vean un lado de las cosas, tenemos que explorar las causas y las consecuencias que traen nuestro actos y a lo que traerá consigo una opinión que expresemos y la autoestima que poseamos El ser impecable con las palabras es un paso más hacia tu propia libertad.

Es por ello que, los hechos se realizan mediante las palabras, las palabras son un todo, con ellas podemos expresar hasta el más hermoso sentimiento, como también el peor de los sentimientos, podemos hacer feliz a una o miles de personas con una palabra dulce o bien podemos hacer llorar a una persona con tan solo expresar una sola palabra, a lo que voy es que las palabras son muy importantes, se debe tener mucho cuidado con lo que se habla, porque una sola puede tener muchas consecuencias, ya sean buenas o malas.

El segundo acuerdo propuesto por Miguel Ruiz se titula “No

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