Cuatro Acuerdos

Al principio de nuestro libro, en su prologo, encontramos una frase que en lo personal me gusto, pues nos dice la verdad acerca del sufrimiento y de la felicidad:

«No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad.

La única razón por la que eres feliz es porque tú decides ser feliz. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento».

En esta frase el autor nos quiere decir que si nos fijamos diariamente, siempre suponemos que hay algo para sufrir, pero que si lo analizamos bien obtendremos que son problemas, (o incluso algunos no lo son, pues creamos problemas de situaciones diversas), que se pueden solucionar, pues la mayor parte del tiempo nos estresamos por el trabajo, la escuela, el hogar etc. y creamos problemas en donde no los hay. Problemas tan simples que nos hacen sufrir, pues desgraciadamente hoy en día la mayor parte de la gente se ahoga en un vaso de agua.

Y lo mismo pasa con la felicidad, siempre que decimos, ‘’soy feliz’’ es porque obtuvimos algo material, o un trabajo, un reconocimiento etcétera, y es ahí cuando se supone que la gente es feliz, cosa completamente equivocada, pues la gente debería ser feliz con todo, si obtuvimos un reconocimiento, al igual que si obtuvimos un regaño, si conocimos a alguien, al igual que si lo perdimos, y respecto a lo material, no hay que aferrarse a un objeto para ser feliz, pues para desgracia de muchos nada es para siempre y todo acaba por no servir.

Creo que el propósito de la frase es elegir la felicidad, pues es eso la felicidad y el sufrimiento es a base de una elección.

Y, ¿Por qué elegir la felicidad?

Bueno porque la felicidad no es solo un estado de ánimo, si no un equilibrio entre tu cuerpo, tu mente, y tu espíritu, pues tu mente es poderosa, al igual como te puede hacer una persona emprendedora y de buena salud, te puede hacer una persona hasta con enfermedades mortales, un ejemplo de ello es el cáncer, que está demostrado que uno mismo puede causar esta enfermedad a base de estrés, enojos, negatividad etcétera.

INTRODUCCION

En la introducción de libro nos encontramos una historia de una persona que estudiaba para convertirse en chaman, y nos narra una anécdota nocturna, en la cual, fuera de su cuerpo descubre algo maravilloso y que lo cambia para siempre,

descubre por medio de la luz de las estrellas, que no son las estrellas las que irradian luz, sino es la luz la que crea las estrellas, también descubrió que en base a esto, que todo lo viviente que existe es una manifestación de Dios, por lo tanto todos somos Dios.

El sueño es como un humo que no nos deja ver lo que realmente somos por dentro.

Desde ese momento su vida cambio y se vio asi mismo como un ser lleno de amor, alguien que no emitia juicios, y solo paz, de echo gracias a esto mucha gente se preguntaba si el era una nueva reencarnación de dios, a lo que el les respondió que todos eramos una nueva reencarnación de dios, pues estamos hechos de luz.

Entonces se vio como un espejo en todos pero nadie se veía en el, y quedo una pregunta al aire..

¿ como criticar a nuestro prójimo si somos nosotros mismos?

Juarez

Primer acuerdo.

ʻʻSé impecable con tus palabras’’, nos habla del verbo del humano.

Algo tan importante y que desgraciadamente no tomamos en cuenta como parte de los dones que nos dieron, el poder de comunicarnos, el hablar.

Un poder maravilloso interno que tenemos, un poder que es como un arma de doble filo, pues con una palabra puedes hacer a alguien crecer y ser mejor persona, tener liderazgo, puedes dar amor, gratitud, alegría, esperanza, etc..

O también puedes hacer a alguien menos, hacerlo una persona sin seguridad propia, destruyes su autoestima, sin ganas de vivir, e incluso sin poder sobre uno mismo, pues con cada comentario realizamos acuerdos, acuerdos que nos hacen ser mejor personas, y acuerdos que nos destruyen, y depende de dichos acuerdos que vivamos el sueño del mundo en el cielo, o el infierno.

El autor menciona que somos como hechiceros con nuestras palabras, pues nuestras palabras son como hechizos, y la mayor parte de estos serán los acuerdos de las demás personas, es por eso que debemos tener cuidado con lo que decimos, pues con una palabra mal dirigida o mal intencionada podemos marcar de por vida a las personas pues como ya lo mencionaba la mayor parte de los comentarios hacia las personas son los acuerdos que tomaran tanto para su evolución como para su involución, y no solo con los comentarios externos, sino también los internos, pues el poder de las palabras es tan grande que nosotros mismos, con autocritica podemos hacernos crecer, o podemos hacernos unas personas débiles, con fracaso constante, sin la capacidad de establecer metas fijas, pues creamos acuerdos que nos imposibilitan crecer.

Por ejemplo, analicemos el fracaso constante, caso común entre los malos acuerdos que hacemos con criticas externas, todo esto originado por el siguiente comentario: ‘‘no sirves para nada, eres un inútil, maldito fracasado’’.

Hay que poner especial atención a esta sentencia, y lo es, pues te sentencia de por vida a una auto programación dirigida al fracaso y la imposibilidad de crecer, este ‘hechizo’ es uno muy poderoso y dañino. Primeramente con las palabras de ‘‘no sirves para nada, inútil’’, nos condenaron a decirnos a nosotros mismos, que nunca podremos hacer nada, nunca podremos terminar nada, no servimos para nada, pues SOMOS INUTILES! Entonces para la persona resulta imposible tener autoconfianza, crecimiento físico, psicológico e incluso espiritual, baja autoestima, odios e inseguridades propios entre otros efectos tóxicos para la persona.

Y con el ‘‘maldito’’ hechizas a esa persona de por vida, lo condenas a vivir un sueño sin amor propio, sin una identidad propia, pues al querer buscar la aceptación de los demás, por el comentario hecho, se condena a no aceptar lo que quiere, o lo que busca, o lo que le gusta, si no a ser el modelo que toda la gente quiere, para así poder sentir que lo hace bien, que no va a ser un fracasado, porque si los demás lo hacen, lo piensan o les gusta, entonces eso significa que está bien, que es lo correcto, lo que debes hacer.

Siguiendo con los comentarios dañinos o ‘‘Hechizos de magia negra’’ nos encontramos

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