La Felicidad En La Etica A Nicòmaco
Enviado por camibl • 1 de Marzo de 2013 • 454 Palabras (2 Páginas) • 582 Visitas
La felicidad una actividad de acuerdo con la virtud desde la ética Nicomaquea
En la sociedad actual en donde prima una ola hedonista, la felicidad parece que se relaciona con el placer y el aniquilamiento, por completo, del sufrimiento, El significado de felicidad se ha tergiversado por una cultura basada en el folklore y en las modas. Lo que ha influenciado, negativamente, la concepción de vida lograda en el hombre del siglo XXI. Se podría afirmar que el hombre es un ser sediento de felicidad. El deseo de felicidad está presente incluso cuando se realizan actos que vuelven al ser humano frágil, inestable y, en suma, desafortunado. Toda la vida de los individuos gira en torno a la manera de cómo llegar a la felicidad.
Como punto de partida, se debe definir lo qué es la felicidad para Aristóteles. La felicidad es un bien supremo, es decir, un fin en sí mismo, operable e inclusivo, sin dejar atrás, que es una actividad propia del hombre, una actividad racional. Por ser un bien inclusivo no excluye los bienes que conforman la vida (externos: posesiones, amigos; corporales: salud, belleza; del alma: vegetativa, sensitiva e intelectual). Llegando de esta manera a afirmar que la felicidad es una actividad que integra todos los bienes, pero, articulados por la virtud.
Ahora que ya se definió lo que es la felicidad para el Estagirita, hay que traer a colación la pregunta de ¿por cuál virtud se desarrolla tal actividad racional?. En la ética a Nicómaco, la virtud se precisa como un hábito adquirido según naturaleza, ésta se clasifica en dos tipos. Las dianoéticas y las éticas. Las dianoéticas se desarrollan por la enseñanza y las éticas proceden del hábito (práctica). Las virtudes están en el hombre en potencia de ser desarrolladas por medio de la práctica de ellas. Luego de distinguir las clases de virtudes y de saber que la felicidad es una actividad racional de acuerdo con la virtud. Aristóteles llegará a concluir que la virtud suprema es la sabiduría. Ya que ésta es la virtud más alta, porque perfecciona la facultad más perfecta (racional) y se ocupa de las demás virtudes. Afirmando que la sabiduría es el culmen de la vida lograda, y la vida lograda tiene como resultado el gozo.
Así pues, con todo, se podrá concluir que la felicidad es una actividad racional, fin en sí mismo y que tiene forma de camino para dirigir al hombre a su telos. Esto es lo que no se entiende en una sociedad posmoderna engañada y sepultada en su no reconocida ignorancia de las cosas más profundas de la naturaleza humana, que de una manera u otra, hacen en un, sentido metafórico, desdoblar al hombre de su esencia transcendental.
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