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La Modernidad En Haber Mas Y La Educación


Enviado por   •  23 de Marzo de 2015  •  7.442 Palabras (30 Páginas)  •  214 Visitas

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Introducción

En la educación está presente la riqueza de un campo que cuenta con la contribución de otras áreas, pues el fenómeno educativo es extremadamente complejo y necesita de esta contribución. ¿Quién consigue imaginar la elucidación de un fenómeno educativo sin la relación con la Historia, la Filosofía, la Sociología, la Antropología, la Psicología y otras grandes áreas?

La teoría crítica se queda verdaderamente en una posición privilegiada para ofrecer algunas de las herramientas que puedan permitir una revitalización de la teoría educacional.

De esa manera, el estudio tiene como antecedentes la formación del enfermero profesor basada en algunos pensadores clásicos de la filosofía. En ese contexto, problematizamos el cambio ideal, cultural y social del mundo contemporáneo que trae nuevos paradigmas, quedándose la educación emergente como la punta del "iceberg", por posibilitar o no el desarrollo contínuo de individuos y consecuentemente de la sociedad.

Para facilitar la discusión, este texto fue estructurado en cuatro momentos:

1. La modernidad en Habermas y la educación;

2. Concepto de la crítica inmanente y la crítica a la industria cultural;

3. Semi cultura y la formación del sujeto;

4. Los tabúes sobre el magisterio y la formación del profesor crítico, artista, transformador;

5. Sugestiones para el cambio del Enfermero Docente.

1 La modernidad en haber mas y la educación

Jürgen Habermas puede ser considerado como uno de los pensadores de más influencia en ese campo del conocimiento. Desenmascarando la crisis de la modernidad y sus patologías en el campo teorico, intentaba resolver el impas puesto por las teorías a través de la constitución teórica de una solución práctica en el campo de la teoría a partir de las relaciones de la vida: la Teoría de la Acción Comunicativa.

Habermas(1), con la Teoría de la Acción Comunicativa, hace una vez más la noción de razón, llamándola razón comunicativa que, en el interior de la Ética Discursiva, constituye la mayor fuerza de volver contemporáneo el proyecto iluminista. Así, él se diferencia de la conotación pesimista que caracteriza las producciones de la Escuela de Frankfurt, pues estas siempre apuntaban, sin mucha credibilidad, para los problemas de la excesiva explotación de que se revestió la racionalidad.

La modernidad, con énfasis en la razón, posibilitó la evidencia de esa competencia linguística, al mismo tiempo en que la sofoca con la resitencia del racionalismo. Así, la Teoría de la Acción Comunicativa, localizada en el campo de la Ética Discursiva, en último análisis, busca revitalizar la potencia del "mundo de la vida", con la pretensión de localizar la razón comunicativa como eje de todo el proceso civilizado: razón comunicativa como una nueva contextualización de la razón iluminista(2).

Habermas(1) propone dos principios reguladores de la discusión, a través de los cuales se puede aceptar y validar los conocimientos basados en las argumentaciones: principio Universalización y principio Discurso. Los dos parten de la perspectiva de que los resultados obtenidos a través del diálogo ofrecen respeto a la colectividad y, por lo tanto, deben ser acogidos de esa manera por sus miembros. La única inducción posible, para la teoría del hecho comunicativo, es la presión ejercida por el mejor argumento sobre los demás a través de la argumentación y de la verdad del habla.

Así, la acción comunicativa enfatiza la comprensión a través de la argumentación racional, búsqueda de la libertad, de la emancipación.

La teorización habermasiana es marcada por una posición diferenciada frente a los "frankfurtianos", pues, al contrario de estos, la defensa del proyecto del Esclarecimento posibilita a Habermas la nueva construcción de un concepto de razón en un mundo sin encanto, siendo, a partir de la fe en una razón universal, con énfasis en su carácter procesual sostenido en la intersubjetividad que él ratifica la racionalidad comunicativa mucho más como una actitud, una posición frente a un mundo post tradicional marcado por la razón instrumental y funcionalista(3).

En resumen, Habermas(1) parte de una gran crítica al unilitarismo, cuestionando el tecnicismo y prefiriendo pensar una vez más el hombre y el mundo a través de un retomar de una ética emancipatoria.

Las ideas de Habermas en la esfera educativa es la relación más facilmente factible que se establece entre la obra de un autor y el campo educativo, o sea, de manera más resumida el autor propone la reflexión científica de manera que este proceso pueda incluir las consecuencias prácticas y objetivas de la ciencia para agruparlas a la vida social de modo consciente(3).

A partir de la perspectiva de Habermas(2), la alternativa pedagógica debe intentar enseñar una manera completamente crítica. En ella, el profesor critica los "conceptos" surgidos en las lecturas y consecuentemente critica también el contenido que enseña, así como la sociedad en que se queda inserta y hasta la institución en que trabaja. Es necesario también que el profesor ofrezca espacios para la liberdad de expresión y crítica de sus estudiantes. El ejercicio de la crítica por parte de los estudiantes debe ser hecho de manera activa, por lo que el enfermero como profesor debe ser coherente con su discurso. De ese modo, se puede llegar a "una cierta emancipación" en la búsqueda del conocimiento y de la promoción al estudiante de la enfermería relacionada al conocimiento adquirido con su propia experiencia de vida.

El profesor, en algunos momentos, es transmisor de contenidos, preocupado en cumplir los objetivos y metas, plazos y prescripciones; él tiene el poder de decisión en la metodología, contenido, evaluación y manera de interacción con el alumno. El alumno debe reproducir los datos suministrados y ejercutar las orientaciones del profesor, quien tiene el poder, la autoridad y el conocimiento.

Si predomina la palabra del profesor, en ese caso el estudiante es oyente , el educador es narador, disertador que utiliza su "saber" como herramienta de inducción para instaurar el poder en la clase. El sentido tradicional de la educación se queda en la excesiva verbalización de los profesores, los cuales no poseen capacidad de estimular la acción de los alumnos en clase, utilizánse el monólogo(4).

La relación establecida entre profesor y alumnos a veces se muestra vertical, unilateral y de dependencia, sin la existencia de la formación de grupo para que no ocurra interacción entre los estudiantes. De esa manera, el alumno debe recibir informaciones, apuntar y memorizar pasivamente contenidos, respetando al profesor

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