La escuela como escenario de socialización

LA ESCUELA COMO ESCENARIO DE SOCIALIZACIÓN 

INTEGRANTES:

LOREN TATIANA NIETO BUENO          191104127

KELLY JOHANNA ROA QUEZADA        191104134

UNIVERSIDAD DE LOS LLANOS

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y DE LA EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN INFANTIL

VILLAVICENCIO META

2022

LA ESCUELA COMO ESCENARIO DE SOCIALIZACIÓN

     Si bien es cierto, la socialización es un proceso que posibilita adquirir capacidades para un adecuado desenvolvimiento social, y a su vez, influye en la construcción de identidad propia a través de la relación con otros, además, este proceso permite interiorizar y aprender las normas, valores, creencias, símbolos, actitudes  y conductas establecidas en una cultura, este da inicio desde el momento en que se nace y va progresando y evolucionando durante todas las etapas del ciclo vital; de esta manera, Yubero (2005) menciona que:

     El ser humano desde que nace es un ser social, destinado a vivir en un mundo social y que, para ello, necesita la ayuda de los demás. Ese ser social, además, se va haciendo poco a poco a través de la interacción con los otros, en un proceso continuo de socialización.

     En base a lo anterior, la familia es el agente primario de socialización en los primeros años de vida de un sujeto y el más importante, puesto que, en base a la interacción entre estos, se darán aspectos claves para la construcción de su identidad e influye en los comportamiento los cuales tendrán repercusiones en la personalidad futura del niño. De igual manera, otro agente socializador es la escuela, este es fundamental ya que, es un espacio de interacción y construcción que influye en el desarrollo de habilidades para comprender el mundo, las relaciones y probables transformaciones, los cuales se ven a partir de los procesos de socialización previos que los sujetos traen de su familia.

     Cabe mencionar que, la escuela, aparte de intervenir en los procesos de aprendizaje académicos, es decir, en nuevos conocimientos, desarrollo de competencias cognitivas, socio afectivas, entre otras, también, es el espacio donde los niños y niñas interactúan con otros e intercambian ideas, pensamientos, sentimientos y perspectivas de cómo habitan en el mundo que les rodea, a su vez, allí se constituye un universo de culturas e identidades, dicho de otra manera, la escuela es una entrada a la cultura.

     La escuela será así el espacio del intercambio, de la confrontación continua entre lo que se enseña y lo que se aprende, de la construcción conjunta de prácticas culturales del reconocimiento de las subjetividades; será el escenario en donde la responsabilidad educativa se transfigure en un acto, en una práctica, en un modo particular de leer las necesidades de la comunidad educativa; será el ambiente natural de la interacción y de la constitución de sentidos culturales, sociales y pedagógicos que convoquen a los sujetos a vivir bajo el presupuesto de la dignidad humana, el respeto a la diferencia y la justicia social. (Echavarría, 2003, pág. 07)

     Además, este espacio es donde se prepara a los individuos para ser partícipes de la sociedad, asimismo, busca formar sujetos capaces de mantener una postura crítica, con habilidades para reflexionar y participar activamente en conversaciones que conlleven a una transformación significativa, por esta razón, es ideal que las escuelas dirijan las prácticas educativas hacia la potencialización de dichas cualidades. “Se trata, de desarrollar la mente de los educandos, de enseñarles a vivir, de aprender no sólo de los libros sino de la vida, de producir cambios mentales orientados a que cada persona aprenda por sí mismo acerca de sí mismo” (Krishnamurti, citado de Echavarría 2003).

     Por ende, a raíz de la formación escolar, también se pretende fomentar la construcción de identidad dado que, a través de esta, los niños y niñas forman un proceso donde toman conciencia de sí mismos y del mundo que les rodea, por tanto, refuerzan actitudes que propicia la confrontación hacia este y permite entenderlo, pues mediante los procesos de socialización, cada sujeto va interiorizando diferentes posturas que van influyendo en la construcción de su identidad, de tal manera, la escuela debe pensarse como escenario de socialización cambiante. Dicho esto, Echavarría, 2003, afirma lo siguiente:

     La construcción de identidad, en ese contexto,  hace referencia al proceso a través del cual los sujetos, hombres y mujeres, se hacen individuos únicos, negocian sus diferencias con otros y otras diferentes, y constituyen marcos comunes que les permiten cohabitar conjuntamente un espacio cotidiano, histórico y cambiante. (pág.8)

     Es así que, en esta construcción del individuo, se replantean formas legítimas de convivir para contribuir en la formación de un espacio armonioso, donde se dé la relación y constante interacción teniendo en cuenta las diferencias y el reconocimiento, de igual manera, es esencial comprender que en la interacción con otros se va construyendo un sujeto moral, puesto que al mantener una constante discusión con la sociedad se van fortaleciendo marcos valorativos, normativos y principios morales, los cuales posibilitan mantener una sana convivencia y conformar un espacio democrático donde se acepten las diferencias, formas de pensar y actuar de cada sujeto.  

     Partiendo de lo mencionado anteriormente, es esencial reconocer que cada aspecto dicho, influye en la construcción de lo que es ser un ciudadano, ya que la ciudadanía, involucra ser tratado y tratar a los otros como seres libres e iguales, pues es un derecho que se consigue en una interacción jurídica entre la persona y el estado, y sin lugar a dudas, se convierte en la condición que permite el ejercicio de derechos pleno. Lizcano (2012) corrobora que:

     La ciudadanía puede ser definida como un conjunto de derechos y deberes que hacen del individuo miembro de una comunidad política, a la vez que lo ubican en un lugar determinado dentro de la organización política, y que, finalmente, inducen un conjunto de cualidades morales (valores) que orientan su actuación en el mundo público. (p. 11)

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