PERCEPCIONES E IMAGENES
Enviado por magymexiquense • 28 de Agosto de 2014 • 870 Palabras (4 Páginas) • 263 Visitas
Arheim pone como ejemplo el caso de un tren que pasa por un túnel: propone un experimento a partir de un dibujo animado en el que aparece una especie rectángulo girando por un circuito lineal, fragmentado en uno de sus tramos. Según el rectángulo va moviéndose por el circuito, nos viene a la cabeza (percepción indirecta) la imagen de un tren circulando por una vía. Al llegar al tramo cortado, el rectángulo va desapareciendo hasta borrarse por un instante. Tras el cual, vuelve a salir por el tramo siguiente del circuito. Ese instante de vacío del estímulo ha sido grabado en nuestra retina (percepción directa). Pero lo que ha sido un instante de descanso para nuestra percepción directa, no lo ha sido para nuestra mente (percepción indirecta) que ha rellenado ese hueco pensando en la imagen del tren anteriormente citada. En esta ocasión, ese vacío real se convierte en nuestra mente en un tren pasando por un túnel.
Nuestra memoria rellena el hueco que le falta a la acción del tren moviéndose de manera que nuestra secuencia de estímulos (percepción directa) queda interrumpida, pero “el proceso cerebral” que produce no. De este modo nuestra percepción indirecta rellena la acción a través del proceso mental imaginario del tren. Este experimento del tren la podemos ubicar dentro de lo que Arheim denomina "huecos visibles".
Su siguiente capítulo lo dedica a las imágenes del pensamiento. Como ejemplo distingue entre dos forma de dibujar: dibujar de memoria (diseño interno) o dibujar del natural (diseño externo). Cuando dibujamos a partir de nuestros “diseños internos” evocamos imágenes eidéticas, imágenes impresas en la memoria. De esta manera, la mente opera selectivamente las partes de un estímulo hasta su conceptualización. Este proceso abstraizante no implica una selección general de las partes, eliminando sus particularidades. Por ejemplo, cuando dibujamos un rostro, solemos marcar individualmente cada ceja de un ojo que, a la distancia del modelo y formato del dibujo, se percibe poco más que una mancha negra (Aquí, también podríamos hablar de inventar o rellenar huecos).
En su siguiente capítulo los conceptos adquieren forma; nos habla de la atribución de una forma a un concepto abstracto (democracia, matrimonio, juventud). En uno de los dibujos que expone Arheim sobre el último concepto abstracto, la juventud se representa en algo parecido a unas espirales que formalizan un “proceso de autodescubrimiento” constante.
Arnheim prosigue hablando del proceso de abstracción y explica que, a lo largo de la historia, se ha tenido un concepto erróneo de lo que en realidad es abstraer. Pone como paradigma la afirmación del filósofo empirista Locke sobre lo abstracto, indicando a continuación su error : “Abstraemos los objetos particulares y los disgregamos de su lugar, tiempo o cualquier otra idea concomitante.”
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